El Río Babel cierra con éxito su tercera edición

El festival Río Babel llegaba a su tercera edición con los deberes muy bien hechos, siendo el primer festival en presentar su cartel completo, horarios e incluso añadiendo un día más, que quizás, no estuviese planteado desde un primer momento (al abono de dos días añadieron un upgrade para la jornada del jueves). El hecho de tener a un cabeza de cartel por estas fechas en España como uno de los cabezas del Sonar, bien se merecía plantear el añadir un día previo, añadiendo de esta forma más diversidad al ya variado festival madrileño.

La noche del jueves fue totalmente boricua, con tres artistas puertorriqueños copando toda la programación, era fácil ver muchísimas banderas de Puerto Rico entre el público, pero también de otras partes del mundo como Colombia, Venezuela o la bandera arcoíris, ya que Madrid el festival coincide en plena semana de celebración del Orgullo. Con una imagen y discurso de Chaplin en el Gran Dictador comenzó el artista PJ Sin Suela, que con su Rap enfervoreció al público presente con un gran carisma apoyado en todo momento en unas visuales que proyectaban imágenes o sus magníficos videoclips. Como el mismo decía, sus canciones hablan de sexo, fumar y beber (como la inmensa mayoría de MCs de su generación), pero también es capaz de diferenciarse de estos interesándose  por  temas políticos y sociales, mostrando una gran colección de canciones como “Live This One”, la fiestera “La Pelua”, la política “Mueve la Chola” o su “Oda a las Tetas”.

Más difícil lo tuvo Pedro Capo, que pese a que su hit “Calma” está siendo radiado constantemente en las radios, el público estaba más por la labor de pillar sitio en el escenario de al lado para ver a Bad Bunny que en mostrar interés hacia él. Aún así y ante esta dificultad consiguió solventar su concierto tirando de versiones como el “Atrevete” de Calle 13 o el tarareado hit “Calma”.

Con un público lleno de Teenagers y menores de edad, apareció la gran estrella de la noche con una colección de hits interminable, intercalando canciones que en ocasiones no llegaba al minuto de duración. Cuando sonó su primera canción “Ni bien ni Mal” ya tenia al público en el bolsillo, hasta el punto de solo necesitar decir la primera frase de una canción y apuntar con el micrófono al público para que éste siga cantando entera la canción. Un espectáculo lleno de visuales, humo, fuego y petardos tan inesperados con los que se llegaba a asustar hasta él. Que un artista con un solo disco consiga tocar durante hora y media pudiendo tirar de hits como “200 M”, “Caro”, La Romana”, Soy Peor”, “MIA”, “Chambea” o el tema con el que cerró su set, “Mojaita”  de su reciente disco conjunto con J Balvin “Oasis”, sólo puede mostrar la grandeza del artista puertoriqueño en conectar con nuevas generaciones, moviéndose  por los temas que como ya menciono PJ Sin Suela son los que realmente importan al mundo.

El viernes y sábado comenzaba lo que sería el núcleo duro del festival como tal, con siete conciertos programados para cada día y más de ocho horas de música, con un nivel inusual en un festival de estas características, haciendo que los treinta euros por los que salieron los abonos iniciales se quedasen en chollo al verlos rápidamente amortizados. Comenzamos el viernes con Los Espiritus, el grupo argentino sabe mezclar perfectamente el Rock de orígenes latinos con el blues sonando preciso y contundente. Rápidamente, se cambió el ritmo dando paso a Muerdo en el segundo escenario, quien vendría recuperar la línea de Juanito Makande el año pasado ampliando con ello los estilos que tienen cabida en Rio Babel. Los escenarios quedan situados uno al lado del otro, haciendo sencillo manejarse por todo el recinto, sin solapamientos y pudiendo disfrutar sin descanso de todos los conciertos.

Muy pronto, a eso de las ocho y media nos topamos con el que sin dudas sería el concierto del día, Mon Laferte dio toda una lección, mostrando un magnetismo poco frecuente a la hora de encarar todos sus temas, sonando a la perfección, pasando de la balada a la salsa, el blues o la cumbia, llegando a interrumpir “El mambo” para ajustar el sonido y entregar auténticos temazos. “Amor completo”, “El Beso”, “Tu falta de querer” o “Ronroneo” son sólo parte de lo que la artista chilena es capaz de mostrar en un directo calculado al milímetro dejando la sensación que el futuro de la música en castellano está en buenas manos.

Es un lujo poder ver a alguien como Jorge Drexler, con años de carrera a sus espaldas y un reconocimiento mundial pasarse por el escenario de un festival. Con su fabuloso directo, realmente llegas a ver el encasillamiento de la escena musical de festivales en España y su poco riesgo, preguntándote porqué el uruguayo no ha estado nunca en estos. La personalidad y compromiso de Drexler es implacable, canciones como “Movimiento”, “Silencio” o “Telefonía” de su último álbum deja claro el momento de forma de un artista irrepetible.

Con Dorian en escena y con Love of Lesbian como plato fuerte el recinto se llenó, y es que es impensable encontrar un festival sin ellos, con sendos directos que mueven masas, llenos de himnos inolvidables de Dorian como “Tormenta de Arena” y “A cualquier otra parte” siguen sonando como clásicos instantáneos y pegajosos, sumados a la serenidad y el buen hacer de los lesbianos mostrando sus buenas migas con los demás artistas invitando a subir a los propios Dorian a un talento como Silvana Estrada dejando una versión imborrable de “Incendios de nieve”, apuntando bien el nombre de la mexicana de cara a la próxima edición del festival. Los también catalanes La Pegatina fueron los responsables de terminar la fiesta con su combo de mestizaje, rumba y Ska.

La programación del sábado fue una de las jornadas más espectaculares que puedas encontrar en el circuito de festivales peninsular. Comenzando con un grupo enorme como El mato a un Policía Motorizado con una ristra de canciones sólo a la altura de las bandas más grandes del planeta. Con el sol pegando, consiguieron que el público coreara sus canciones con una tremenda sencillez. Cambiando de escenario Cuarteto de Nos dio un concierto tremendamente divertido lleno de banderas uruguayas en las primeras filas y es que es fácil identificarse con unas letras tan soberbias como “EL hijo de Hernandez”, “Lo malo de ser Bueno” o “Invierno del 92”.

Los holandeses Chef’Special salvaron con un buen concierto ser el único grupo del cartel cantando en inglés, con una gran variedad en su música muy en la onda de los australianos The Cat Empire sacaron lo mejor con sus mayores hits. Rápidamente pudimos comprobar como se las gastan Trending Tropics, el nuevo grupo de Visitante de Calle 13, con un Robot presidiendo el centro del escenario, montaron una fiesta y uno de los conciertos del día trayendo ritmos latinos altamente contagiosos a todos los asistentes.

Con la noche ya caída apareció el que probablemente sea el mejor grupo latino de la actualidad, Bomba Estereo hace que sea imposible estarse quieto y no bailar en sus conciertos con un animal escénico como Li Saumet, el público de un festival está ganado si ella está de nuestra parte. Sonaron “Soy Yo”, “Fuego”, “To My Love” o su nueva canción junto a Systema Solar “Carnavalera”.

Tras el triunfo absoluto de Bomba Estereo, apareció Fuel Fandango celebrando sus diez años en un show capaz de mezclar Funk, Rock, Flamenco y lo que les de la gana con su cantante Nita a la cabeza. Canciones enormes como “Salvaje”, “Trece Lunas” o “Shiny Soul” dieron buena cuenta de ello, dejando todo dispuesto para una de las más grandes personalidades de la electrónica mundial como el gran Fat Boy Slim con una sesión llena de visuales y sus habituales hits.

El festival Río Babel se hace grande, con una respuesta de público acorde con la apuesta tan arriesgada que realizan, aunando calidad y recortando las distancias que nos separan del continente americano. El Río Babel  destruye barreras y muestra que es mucho más grande y fuerte lo que nos une, que la distancia que nos separa de Latinoamérica. Larga Vida al Río Babel.

Texto: Ramón Bravo

Fotos: Luis J. Córdova