Ministry | 40 años de rabia industrial

Señorías madafackas, hoy toca homenajear a una de las bandas de culto referente de las últimas décadas a pesar de su escaso renombre a nivel comercial, situación digamos “lógica” por la renuncia a los ritmos amables, su fiel sonido monolítico y alejado de las modas imperantes o de los hits de Rock FM.

Al igual que NIN, la otra banda Alfa del movimiento industrial, Ministry es la obra maestra de un peculiar artista de origen cubano llamado Al Jourgensen, único miembro estable y líder absoluto de la formación que surgió de Chicago en 1991, alejada de su posterior sonido y más cerca del Synth-pop melódico de los primeros Depeche Mode.

With Sympathy (1983) y Twitch (1986) certifican los primeros ritmos amables y electrónicos, aunque el segundo disco tenía un aire más agresivo pero lejos de la tralla industrial que vendría en los años venideros, todo ello enmarcado en un ambiente underground y de buenas pero modestas ventas.

El final de los 80 supuso un claro punto de inflexión en la banda con los discos The Land of Rape and Honey (1988) y The Mind is a Terrible Thing to Taste (1989), dando un giro de tuerca más agresivo y con samples más oscuros y pesados, además de utilizar bajos y guitarras distorsionados. Temas como Stigmata, So What o Thieves representan fielmente el cambio musical del grupo y las intenciones que se plasmarían en su siguiente bombazo, la joya que marcará su futuro y les hará asomar la cabeza en las listas americanas además de aumentar su legión de fieles …

Los añorados 90 suponen el espaldarazo definitivo de Ministry con el monumental Psalm 69 (1992), obra cumbre del tío Al y que representa el empujón definitivo internacional gracias a trallazos imperiales de la talla de NWO – crítica directa a Bush-, Jesus Built My Hotrod, Just one Fix y sobretodo la celebérrima Psalm 69 que corona un trabajo duro, sin margen a lo comercial y marcado por letras durísimas contra los gobernantes yankees y el fanatismo religioso.

El título del álbum surge de un libro del ocultista Aleister Crowley y su nombre real es una combinación de palabras griegas que significan capítulo 69, jugando Al con los salmos bíblicos y atacando corrosivamente sus enseñanzas.

La segunda edición del mítico festival de Lollapalooza tuvo a Ministry y Red Hot Chili Peppers como principales reclamos y siendo las actuaciones de los primeros de las más comentadas por el caos y descontrol que generaban, embarcándose poco después en una gira con los brasileños Sepultura de teloneros.

Filth Pig (1996) y Dark Side of the Spoon (1999) cierran la década de los 90 y la etapa más brillante de la banda en mi opinión, siguiendo con su estilo machacón, reivindicativo y sin una pizca de autocomplacencia a pesar del dudoso estado físico que presentaba nuestro amigo Al en algunos conciertos, reconociendo el propio cantante años después la depresión que sufrió en esos complicados años.     

La banda ha seguido funcionando con altibajos durante el nuevo siglo pero sin perder un ápice de su esencia y dejando grandes momentos como en su disco de versiones del 2007 Cover Up, colaborando con diferentes artistas y pasando por su peculiar batidora industrial temas de AC/DC, The Doors, Bob Dylan, Rolling Stones y Black Sabbath, entre otras gloriosas covers.

Lejos de aburguesarse el entrañable Al y sus secuaces siguen siendo un referente en el mundillo industrial y no han hecho concesiones comerciales para entrar en el mainstream, siguen con su musculoso y poco accesible estilo y no han caído en la tentación de evolucionar a sonidos más ligeros como entre otros y de forma evidente han hecho Bon Jovi, Metallica o Red Hot Chili Peppers…

Enemigo público número uno junto a Marilyn Manson y Michael Moore de los políticos más reaccionarios y de la sociedad bienpensante americana, Al llegó a declarar que si Bush perdía las elecciones saldría a la calle borracho y desnudo, además de sus incontables puyas al ínclito Trump. A sus 62 años sigue siendo el macho alfa del mundillo industrial junto al Dios Trent Reznor y pieza clave en la revolución de un sonido del que años más tarde han sacado tajada comercial bandas actuales, verdad, Rammstein?

LARGA VIDA A ONCLE AL Y MINISTRY, MADAFACKAS

Guillermo Caridad

Loser catalano-galego de extrarradio. Influenciado por The Doors, NIN, los clásicos de Seattle y The Cult. Lo más destacado de mi currículum es que en un año fui a tres bodas en la tropical y querida Polonia. Menos Coelho y más Bukowski, joder!!!