Descubriendo a Blaenavon

Fascinantes, autoexigentes y con un gran sentido del humor; así son Blaenavon, una de las bandas revelación del momento. Tras ganarse el reconocimiento de la crítica británica, la banda formada por Harris McMillan (batería), Frank Wright (bajo) y Ben Gregory (voz y guitarras) ha arrancado el año a lo grande: con una gira junto a Two Door Cinema Club y con la publicación de su primer disco, That’s Your Lot (Transgressive, 2017), el pasado 7 de abril.

That’s Your Lot incorpora un sonido fresco, joven y rompedor que explora con profundidad los contrastes emocionales que habitan en las personas. Las doce canciones que conforman este álbum embotellan a la perfección la esencia de la banda, una catarsis entre la melancolía y la euforia. En su sonido convive la irrefrenable voluntad revolucionaria de tres jóvenes temerarios con una madurez sentimental y calidad instrumental comparable a las bandas más veteranas del panorama actual.

No cabe duda que 2017 está siendo el año de Blaenavon, y desde Madafackismo Underground hemos contactado con ellos para adentrarnos en las claves de su primer trabajo, sus inspiraciones y ambiciones de futuro de la mano de Ben Gregory. Y cómo no, acompañados por esos staccattos de humor e ironía que tanto caracterizan a este trío británico.

Habéis estado cinco años trabajando en vuestro álbum debut, That’s Your Lot. Cómo habéis evolucionado como banda?

Hemos ido progresando de forma gradual, evolucionando constantemente. Siempre nos hemos sentido seguros como compositores, pero ahora queremos adoptar un estilo musical que, en 50 años, podamos mirar atrás y decir “sí, eso era guay”. Empezamos esta banda siendo mejores amigos y afortunadamente, lo seguimos siendo. Lo único que ha cambiado es la barba de Harris, que ha crecido. Bueno, y que el pelo de Frank ha pasado de rubio a platino. Y Ben sigue con su pelo típico de frontman indie.

Qué tienen en común todas las canciones del álbum? Habéis seguido algún criterio de selección?

Inicialmente no pretendíamos crear ningún tipo de narrativa en el álbum. Revisamos las 160 canciones que habíamos compuesto en cinco años y seleccionamos las doce que, a nuestro criterio, darían un mayor impacto. Esas doce canciones acabaron siendo las de mayor potencia emocional. Yo siempre he querido emocionar a la gente, e igual esto es lo que da sentido a nuestro álbum. Cada tema tiene sus propias vibraciones, pero hay una entonación melancólica que recorre todo el disco. Pero es importante no pasarse de melancólico.. o si no te quedarás sin amigos, y  por eso escribí Orthodox Man.

 

Prague es un tema brutalmente enérgico, pero al leer las letras uno se da cuenta del dolor y la oscuridad que hay oculta. Qué idea hay detrás de este tema?

Prague habla de estar rodeado de inseguridad. Quería representar la dicotomía entre la confianza en el amor y la indecisión que reside en nuestro cerebro. Yo nunca sé lo que quiero, y por eso cuando lo sé, me siento significante.

En qué artistas os habéis inspirado para componer?

Muchas de mis composiciones están basadas en mi amor por Elliott Smith. De hecho, algunos temas de este álbum empezaron como melodías folk de solista que luego acabamos adaptando para los tres. Para las guitarras me inspiré en Pavement, concretamente en el álbum ‘Wowee Zowee’. Asimismo les debemos mucho a nuestros buenos amigos Happyness, ya que los escuché mucho mientras escribía  ‘That’s Your Lot’, la canción que da nombre al disco. Es muy probable que sea el tema del que estoy más orgulloso así que me quito el sombrero ante ellos, – y bueno, supongo que ante mí también – .

Cuál es vuestro tema favorito del álbum?

Líricamente, estoy muy orgulloso de ‘That’s Your Lot’, pero creo que ‘Lonely Side’ es la mejor canción del álbum. Aunque, personalmente, mi tema favorito es ‘Ode to Joe’, tiene muchas capas y detalles que vas descubriendo a medida que la escuchas. Igual estoy una temporada sin escucharla, pero cuando vuelvo a ponerla pienso, ¡Madre mía, de dónde ha salido este solo del bajo! ¿Cómo dejé a Frank salirse con la suya?

Habéis estado en tour con grandes bandas como Two Door Cinema Club. Cómo os hace sentir eso?

Es una sensación bastante buena, el hecho de poder observar desde dentro nuestro futuro en potencia.. bueno, eso si todo sale bien, claro! Es genial ser teloneros de bandas tan increíbles, y nos ha hecho forjar maravillosas amistades, pero lo que realmente queremos es estar en esa posición con nuestros propios derechos. Pronto llegará nuestra hora.

Cuál es vuestro mejor recuerdo durante un tour?

Mientras estábamos en Colonia, nuestro manager Rich nos anunció que se iba a casar. Decidimos montarle una despedida de soltero, pero no sabíamos dónde se había metido. Ahora nos paramos a pensarlo, y lo más probable es que estuviera comiendo pollo y leyendo su famoso libro de relatos breves en algún punto de la carretera.  Para cuando apareció, ya nos habíamos zampado 200ml de cerveza – Sí, aparentemente así lo miden en el sistema alemán – , pero aún nos quedaba hueco para más. En resumen, acabamos catastróficamente bebidos y marchamos, muy decididos, en busca de un bar punk donde pusieran hardcore clásico de los 90. No tenemos ni idea de si lo llegamos a encontrar, pero fue una tarde para recordar… o olvidar.

Cuál sería vuestra colaboración de ensueño?

Mi objetivo principal en la vida siempre ha sido colaborar en un álbum de Gorillaz. He llegado un poco justo para participar en el Humanz… Pero he oído que si deciden hacer otro, yo seré la persona a la que acudan primero.

Describid vuestro sonido en tres palabras

Definitivamente muy guay!

Qué planes de futuro tenéis?

De momento tocaremos en Madrid el 31 de mayo! Luego estaremos de tour por Estados Unidos junto a Circa Waves, como antesala de la época de festivales. De momento todo tiene muy buena pinta.

Hay alguna sala en la que os encantaría tocar?

Siempre hemos dicho que nos encantaría tocar en el Shepherd’s Bush Empire de Londres.

Para acabar, qué canción no os podéis sacar de vuestra cabeza ahora mismo?

Harry Styles – Sign of the Times . Qué gran momento para estar vivos.

La frescura y el potencial musical de este trío de Hampshire demuestran que, efectivamente, éste es sólo el principio, y que aún nos queda mucho Blaenavon por ver y disfrutar en los próximos años. En un futuro más inmediato, podremos disfrutar de ellos el 31 de mayo en la sala Siroco de Madrid, una cita indispensable ya que será su primer (y esperemos que no el último) paso por nuestro país.