La magia del Vida Festival

El Vida Festival se presentaba a la celebración de su cuarta edición con los deberes bien hechos. Este año contaban con un primer día “fuerte”, con la presencia de Phoenix, que ayudó a colgar el cartel de sold-out. Y es que este festival tiene apenas puntos negativos. Todo el entorno que rodea a la Masia d’en Cabanyes acompaña una delicada decoración, este año con temática marítima, que eran la comidita de todos los fans de las redes sociales y la fotografía. Es más, dudamos que nadie se quedara sin fotografiarse con las letras de madera que se encontraban al lado del escenario Masia. Si además uno le suma la comodidad de no ser un recinto sobreexplotado el Vida resulta en uno de los mejores sitios para ir de festival. No es necesario perderse conciertos para ver a tu artista favorito desde las distancias cortas, vas a poder bailar con comodidad, apenas hay colas y la zona de restauración es probablemente la mejor de los festivales estatales.

En el Vida Festival todo el mundo es feliz, desde los asistentes hasta los artistas. Esto se pudo comprobar en los conciertos de Les Sueques, con una sonrisa de oreja a oreja durante todo su set, a Guille Milkyway de La Casa Azul pidiendo que su concierto no terminara y afirmando que había sido el mejor de su vida, Robin Pecknold de Fleet Foxes sin parar de decir lo bonito que era este festival o Gabriella Cohen afirmándonos que este fin de semana había sido de los mejores de su vida. Estos son algunos de los ejemplos de la magia del Vida Festival. ¿Acaso no es eso lo que queremos para disfrutar de un concierto?

Les Sueques
Les Sueques | Foto: Lucía Moreno

Las tres jornadas principales del Vida dejaron varios momentos para el recuerdo. El jueves destacamos el descubrimiento de Alien Tango, un estilo de Foxygen menos teatralizado pero con el mismo ritmo enérgico y divertido, pasando por la batería de hits que tienen Phoenix. Y es que los franceses tienen temazos para aburrir y por desgracia siempre se van a dejar varios en el tintero. Con un setlist cargado de clásicos como Lasso, If I Ever Feel Better, 1901 y Lisztomania se unieron hits de su último álbum como J-Boy, Ti Amo o Flor Di Latte. Un concierto bien ejecutado por parte de los franceses que perdió un poco de su espectáculo al no tener instalada la escenografía que han ido llevando en esta gira, y es que las lluvias del día anterior no permitieron montarla. Anteriormente, en el escenario principal también, se presentaron Parcels. Esta joven banda australiana dio un divertidísimo show que obligaba a uno mover el esqueleto durante todo su set. Una acertado equilibrio entre el soul, funk, electro y pop es lo que ofrece la banda afincada en Berlín que a ratos recordaban a Daft Punk, y es que su último single Overnight contó con la colaboración del histórico dúo francés.

Después de Phoenix tuvo lugar el concierto más divertido de la noche de la mano de Las Bistecs. En una Cova en la que no cabía ni un alfiler el dúo pionero y referente del electrodisgusting ofrecieron su estrambótico y fiestero show a los fans congregados. Hicieron un repaso a todo su primer álbum “Oferta” en el que el público no cesó de cantar en ningún momento. Ellas dirán que son carne mediocre, no saben cantar, ni tocar un instrumento, pero divertidas son un rato largo.

Phoenix
Phoenix | Foto: Lucía Moreno

La jornada del viernes llevaba consigo una buena batería de conciertos en los dos escenarios principales provocando un ping pong constante entre los asistentes. Dr. Dog llevaban siete años sin pisar España y eso se hizo notar en la afluencia de público de su concierto. Pese a que fue un concierto con bastante expectación los estadounidenses solo consiguieron animar el público en sus temas más reconocidos como How Long Must I Wait, That Old Black Hole o  la versión de Heart It Races. Durante el resto del concierto la actuación pareció más el momento ideal de estar de espaldas al escenario mientras disfrutas de música agradable y estas de cháchara con tus colegas. Y es que esto es lo que se podía ver por todo el escenario, de primeras a últimas filas.

Real Estate puede que ofrecieran uno de los conciertos musicalmente más ricos de esta edición. Puede que su último trabajo, “In Mind”, no haya recibido tantas buenas críticas como los trabajos anteriores pero no hay duda que ejecutan sus temas a la perfección, estirándolos con unos magníficos solos. El único punto negativo es que probablemente tocaron demasiado tarde. Apetece más escuchar joyas como Talking Backwards, Had To Hear o It’s Real mientras anochece que como preludio de la fiesta que se nos venía con The Flaming Lips. Y es que los de Oklahoma no defraudan. Éramos vírgenes en esto de presenciar un concierto de Wayne Coyne y compañía y es probable que por eso nos impresionó más, pero no quita el hecho de que fue un gran concierto. Una fiesta continua desde el minuto uno. Confetti para parar a un tren, más globos que en un concierto de Muse, unicornios, arcoíris y unos visuales que te dejaban embobado mirando la pantalla. Con un setlist repleto de sus éxitos como Yoshimi Battles The Pink Robots Pt. 1, The Yeah Yeah Song o Do You Realice?? el concierto no decayó ni un segundo. Mención especial al momento en el que Wayne Coyne cantaba Space Oddity dentro de una pelota hinchable entre todo el público mientras este coreaba cada estrofa. Uno de los momentos más emocionantes del festival.

Flotando del concierto de Flaming nos dirigíamos a la fiesta que fue La Casa Azul. La banda de Guille Milkyway ofreció “uno de esos conciertos”. Con toda la banda detrás y un escenario totalmente futurista vivimos un concierto totalmente enérgico en el que no faltaron clásicos como Chicle Cosmos, Cerca de Shibuya y obviamente La Revolución Sexual. El público no paró de botar y bailar durante todo el concierto y esto dio pie a las palabras de Guille que mencionábamos al principio de la crónica, deseando que este concierto no terminara nunca.

Flaming Lips | Foto: Lucía Moreno

Lo de Rosalía y Refree en el Vaixell ya dejó el listón bien alto para todo el resto de la jornada. El bosque se les hizo pequeño y es que no cabía un alma en ese lugar. Un concierto emocionante, sobrecogedor, en el que por suerte solo se escuchaba la voz de Rosalía y la guitarra acústica de Raül.  Una odisea de aplausos acompañaba el final de cada canción, y es que el público conectó totalmente con los dos artistas. Seguidamente, bien cerquita de la explosión de sentimientos que fue el concierto anterior, Gabriella Cohen actuaba en la Cabana. La australiana, una de las propuestas del #VidaNextBigThing se presentó sin banda, solo acompañada por su inseparable amiga Kate “Babyshakes” Dillon a mitad del concierto. Un concierto íntimo con versiones más lentas de los temas de su primer álbum “Full Closure and No Details” en el que solo participaban una guitarra y las voces de las artistas.

A continuación llegó uno de los conciertos más esperados del festival. Después de seis años de silencio Fleet Foxes volvía a pisar los escenarios. Con “Crack-Up”, sú último trabajo, bajo el brazo los estadounidenses ofrecieron un concierto con una cantidad equilibrada de sus tres álbumes. Fue un set lleno de virtuosismo, con múltiples cambios de guitarra entre canciones y en el que varios de sus componentes destacaban su faceta multiinstrumentalista. Un concierto muy bonito en el que valía la pena estar totalmente atento para disfrutarlo al 100%. Aunque había momentos para corear clásicos que no pueden faltar como Your Protector, Mykonos o White Winter Hymnal.

Para cerrar la noche tocaron los conciertos de Warpaint y Jagwar Ma. Mientras las primeras ofrecieron un set con altibajos dependiendo de si rescataban temas de sus antiguos álbumes o algunos más recientes, los australianos montaron una fiesta en mayúsculas en el escenario principal, solventando los problemas de sonido iniciales. Con un volumen quizás demasiado elevado los asistentes no tenías más remedio que bailar mientras nos vibraba todo el cuerpo y sonaban temas como The Throw, Come Save Me o Give Me a Reason.

Fleet Foxes
Fleet Foxes | Foto: Lucía Moreno

El Vida Festival ha cerrado su cuarta edición con rotundo éxito. La primera tanda de abonos para la edición de 2018 (con el nombre de Nick Mulvey ya confirmado) está a punto de agotarse. Así que si quieres volver a vivir la magia del Vida, o estrenarte, no dudes.

Foto: Lucía Moreno