Temples – “Volcano”

  • 6/10
    Nota - 6/10
6/10

Resumen

Tres años después del lanzamiento del psicodélico, místico y trascendental Sun Structures (2014), con el que teletransportaban al oyente a los años 60, con reminiscencias de The Beatles o Pink Floyd y que contaba con la bendición de Noel Gallagher y Johnny Marr, los cuales llegaron a afirmar que “el futuro de la galaxia depende de ellos”,  la banda de Kettering (Inglaterra), formada por James E. Bagshaw (voz-guitarra), Sam Toms (batería), Adam Smith (teclados-guitarras) y Thomas Warmsley (bajo), lanzan nuevo disco, Volcano, grabado como hicieran con aquél, en el estudio de grabación casero, para de este modo no verse afectados por el exterior y así no modificar ni un ápice su música.

Si bien con Sun Structures, parecían indicarnos el camino para que con su música ascendiéramos a los cielos, con Volcano intentan justamente lo contrario, que realicemos el descenso y volvamos a las profundidades de la tierra, alejándose de la psicodelia, no en vano, es intención del grupo crear algo distinto y desde luego lo consiguen.

Abren el disco con fuerza,  quizás su mejor tema, “Certainty”,  al que Franz Ferdinand  ha hecho un remix. Con este tema  – “quiero saber que es la certeza en mi vida” – marcan un ritmo muy pegadizo el sintetizador y el bajo. Con “All Join In”, parecen como querer introducirnos en algo que viene pero no sabemos qué, ya que empieza lento, continúa con cierto ritmo, vuelve a parar, con batería pesada y sintetizador épico. El modo épico parece continuar con “(I Want To Be You) Mirror”, con un toque medieval constante. En la cuarta canción del disco, “Oh The Saviour”, los falsetes de James son constantes, pudiendo ser la más rockera de todo el disco, aunque abusando demasiado del estribillo y del sintetizador.

En “Born Into The Sunset” suena un estribillo pegadizo y juvenil, con buenas guitarras, batería y coros. “How Would You Like To Go”, que es la sexta canción del disco, sin embargo, nos presenta un misticismo lento, una reflexión sobre la muerte, todo acompañado de un órgano, sintetizador – como no – y una guitarra desgarradora, como si alguien les hubiese dado un toque para que el personal no se duerma. Sigue “Open Air”, con un sonido más vivo, fresco, pop, que se mantiene en el siguiente tema “In My Pocket”.

En “Celebration” se aprecian toques al más puro estilo ABBA. Para el final del disco dejan un tema con un estribillo muy pegadizo, al más puro estilo Sidonie, o es al revés? Y el que es el segundo mejor tema del disco a mi humilde entender, “Strange Or Be Forgotten”, una de esas canciones que escuchas más de una vez, donde la voz de James te atrapa, predominando un pop electrónico más ochentero.

Sin duda el cambio entre Volcano y Sun Structures es más que evidente, han hecho una apuesta por el sonido sintetizador, con menos guitarras, tambores, alejándose, no sé si acertadamente, solo el tiempo lo dirá, de ese estilo psicodélico con el que tanto engancharon.