Descubriendo a Alex The Astronaut

Estudiar, trabajar y tener una carrera musical a la vez? Puede parecer difícil, pero no imposible, al menos no para Alex Lynn, alias Alex The Astronaut. Recién salida de estudiar un grado de física y matemáticas en la universidad de Long Island de Nueva York, la cantautora australiana ha cambiado los números por la guitarra, y está pisando fuerte tanto a nivel local como internacional. El por qué no es difícil de adivinar: La frescura de sus letras, el ingenio de sus composiciones y su carisma absoluto la convierten en una artista imprescindible en nuestras playlists, y sobretodo de cara al verano. 

Los dos EP que Alex The Astronaut publicó el año pasado, “To Whom It May Concern” y “See You Soon”se sitúan dentro del género cantautor y beben del folk de grandes clásicos com Dylan o Springsteen. Pero no por ello son anacrónicos, más bien todo lo contrario. Su música vibra con reflexiones contemporáneas y se convierte en el flujo de pensamiento de una joven, de su vida, sus monólogos internos e inseguridades del que es imposible no encariñarse.

El mes pasado, Alex estuvo en Barcelona con motivo de su doble paso por los escenarios del Primavera Sound 2018 (tocó dentro de la programación del Fòrum y también dentro de la del Primavera Pro). Desde Madafackismo compartimos una mañana con ella para adentrarnos en su música, influencias y proyectos.

Estudiaste matemáticas y física, tu nombre artístico es Alex The Astronaut… ¿Qué papel tiene el espacio en tu vida?

Desde muy pequeña he sentido una gran atracción por el mundo de la ciencia. Estudié física tres años en la universidad americana y durante mi último año gané mucho interés en el universo que nos rodea. Es inmenso y desconocido, y toda una fuente de creatividad para un artista.

A la vez que estudiabas una carrera que no es moco de pavo, también dedicabas tu vida al fútbol y a la música. ¿Cómo conseguías equilibrar tanta actividad con tu vida académica?

En aquel momento yo me sentía bastante relajada, ¡Pensaba que no era para tanto! Hasta que mis conocidos me preguntaron si era consciente de que hacía unas 14 horas de trabajo sin parar al día no me di cuenta de que mi vida era realmente intensa. Pero supongo que cuando tienes que hacerlo, lo haces y punto. A mí me encantaba mi carrera, y también me encantaba el fútbol, pero era muy consciente de que lo que quería tirar adelante era mi carrera musical. Por suerte mi familia también se dio cuenta. Pero durante una temporada mi vida parecía high school musical o algo así.

¿Cómo influenció tu vida en Nueva York a tus composiciones?

Es una ciudad que irradia energía, y su gente está muy emocionada de estar donde está. Por aquel entonces yo tenía dieciocho años y era la primera vez que vivía sola. Vivíamos en residencias universitarias y por tanto, conocías a muchísima gente cada día. Para alguien como yo, que venía de una vida totalmente familiar en Sydney, adentrarme en este gran desconocido me hizo madurar muy rápido.

¿Y eso no te hacía sentir cierta nostalgia?

Por supuesto. Lo divertido es que me pasaba cuatro meses en Nueva York, luego uno en casa, otros cuatro allí y luego volvía a casa. Cuando estaba en casa echaba de menos mi vida en América, y viceversa. Ahora he vuelto a Sydney y noto que todo ha cambiado, pero que ha sido un cambio suave y la música me ha ayudado a sobrellevarlo.

¿Qué artistas o bandas te inspiran?

Compositores como Bob Dylan o Paul Kelly siempre han sido mis grandes influencias, pero en realidad hay tantísimos más que escucho… Me gusta mucho Vampire Weekend. Sus letras son muy crípticas, pero a la vez hay un argumento a seguir que te atrapa. Y podría nombrar a muchos más  desde Arctic Monkeys o Florence + the Machine hasta Joni Mitchell o Bruce Springsteen.

La portada de tu EP “See You Soon” es una foto tuya de pequeña. ¿Por qué escogiste esa foto en concreto?

Decidimos que queríamos una foto de cuando yo era niña, así que fui a casa a rebuscar entre las cajas. Yo se las enviaba al management y ellos decidían cuál era la más adorable. Encontré esa foto en la pared de mi habitación y supe al instante que la quería usar. Tendría ocho años, estaba a punto de ir a clase y llevaba una típica sudadera australiana. Era la foto ideal.

En la canción “William & Georgia” narras una historia de amor a partir de estos dos personajes totalmente inventados. ¿Cómo surgió esa idea?

Me gusta construir personajes. Creí que sería interesante escribir sobre una relación, la ruptura y sus consecuencias y que la historia se pudiese seguir a través de la canción. Tampoco quería que fuese tan dramático como en la mayoría de canciones sobre rupturas. En la vida real es mucho más normal.

También has sido siempre muy reivindicativa del poder femenino en las redes. ¿Cómo crees que se encuentra la mujer en el mundo de la música actualmente? ¿Realmente se está haciendo un esfuerzo por conseguir el equilibrio en los carteles de festivales?

Creo que ha habido un pequeño cambio a mejor, pero que aún hay mucho más que hacer al respecto. Los carteles de los festivales, como cualquier otro evento artístico, deberían representar la sociedad en la que vivimos. Ya no tiene que ver sólo con la representación femenina, también de la gente de color o del colectivo LGTB. La gente debería poder ir a los festivales y decir “aquí hay gente como yo”.

Esto no quiere decir que sólo podamos interesarnos por aquello que se nos asimila, de hecho hay muchas mujeres heterosexuales que me han influenciado a mí como artista, pero el arte debería reflejar nuestro mundo. Justo el otro día tuve la oportunidad de ver “Hamilton”. Me di cuenta de la poca representación de gente de color que había habido en Broadway hasta entonces y de lo importante que es que la haya en todos los aspectos y colectivos.

Hasta ahora sólo has publicado varios EP’s. ¿Hay un álbum a la vista?

Sí, pero de momento aún estoy analizando cómo quiero que suene este álbum. Llevo poco más de un año y medio dedicándome a la música y quiero esperar a ganar seguridad en mí misma para el álbum. De momento estoy sacando singles, y así tengo más tiempo para aprender nuevas formas de componer música.

¿Cómo surgió la oportunidad de formar parte del Primavera Sound?

De todo eso se encarga mi manager. Me dijo si me apetecía tocar en el Primavera Sound y pensé ¡Pues Claro! Pero bueno, es una locura. Cuando era una niña nunca habría imaginado que haría esto. Antes lo más emocionante que podía hacer era tocar en el bar de al lado o en mi casa. Ahora cada vez que pienso que estoy en Barcelona y que voy a tocar en el Primavera me digo a mí misma ¡Qué fuerte!

¿En qué sitio no has tocado aún, pero te encantaría hacerlo?

Glastonbury. Creo que es el destino de ensueño de la mayoría de artistas. Pero tampoco quiero apresurarme en conseguir mis metas, quiero ir paso a paso, aceptar y saborear los momentos. Hay artistas que quieren correr demasiado y acaban poniendo en riesgo su salud mental y no quiero que eso me pase a mí.

La salud mental de los artistas es un tema esencial, pero no se está hablando lo suficiente….

No, para nada se habla suficiente de ello. Pero los artistas tenemos la suerte de poder transmitir mensajes. A través de entrevistas o letras podemos hablar de aspectos de nuestra vida como la salud mental, y este tema nos afecta a todos. Vivir de la música puede aparentar que es todo diversión, pero hay un factor de fatiga muy importante entre los vuelos, hacer conciertos cada noche y los malos hábitos como beber en exceso… Yo y un grupo de artistas australianos estamos intentando difundir la idea de que la salud es lo primero, y que si uno tiene que cambiar de vuelo para poder dormir debe hacerlo.

Por último, ¿Qué discos han marcado tu vida?

“Nebraska” de Bruce Springsteen. Es brutal y usa un lenguaje que a pesar de ser simple te deja la piel de gallina. Bueno, y “The Times They A-Changin’” de Bob Dylan, cómo no.

Alex The Astronaut en el Primavera Sound | foto: Xavier Mercadé
Alex The Astronaut en el Primavera Sound | Foto: Xavier Mercadé