Jungle (Teatro Barceló, Madrid)
El pasado lunes 6 de noviembre, la fría noche madrileña invitaba a refugiarse en algún cálido lugar. El Teatro Barceló se convirtió, por un par de horas, en algún recóndito punto del trópico gracias a los londinenses Jungle.
Llevo tiempo escuchándoles y sigo sin ser capaz de adscribir el sonido de la banda dentro de un género musical. Por momentos, sus canciones son sensuales evocaciones de baile propias del R&B, a veces, sus melodías se aproximan a la electrónica de espesura selvática o espacial y en otras sencillamente, desatan la locura de los presentes gracias a sus ritmos funk.
Con la sala abarrotada de un público joven y eminentemente femenino, los ingleses interpretaron, por segunda vez en la capital tras el DCODE del año pasado, su debut homónimo al completo, exceptuando dos canciones y presentando cinco nuevas de lo que será su próximo largo.
Su nuevo directo, de hecho, comienza con House in L.A, inédito y descafeinado tema, si lo comparamos, sobre todo, con los tres hitazos que sonaron a continuación. Bastó la terna formada por Platoon, la genial Accelerate y la intro “Right on time, Back by the beach, Still gon´bring the Heat” con sus características sirenas, para enfervorizar al público presente en el Teatro Barceló.
Como si de un equipo de fútbol prominentemente ofensivo se tratase, Jungle se alinean durante todo el concierto en formación de 3-4, con los baterías y el bajo en retaguardia, y sacando a relucir toda su artillería en el frente. Josh Lloyd-Watson, el líder y cara más reconocible del proyecto, y Tom Mcfarland, se sitúan a los teclados en la punta de ataque, bien flanqueados por la genial pareja, que con su interpretación vocal evocando el R&B y el electro soul más refinados, componen los dos miembros negros de la banda, Rudi Salmon, única integrante femenina del grupo, y Andro Cowperthwaite.
Entre varias de las nuevas canciones, interpretaron Lucky I Got What I Want y la coreada Julia, musa de la banda, para deleite de los allí presentes, porque aunque “no sepamos nada de ella, es todo lo que necesitamos”. Con la inclusión de estos cinco nuevos temas, los más insípidos del repertorio, nos privaron de Lemonade Lake, una auténtica maravilla de tintes espaciales.
La rave final que se montó con la prolongación instrumental en Drops, presagiando lo que pasaría con Busy Earnin´ fue sin duda el momento de la noche. Nos encontrábamos en una auténtica jungla, donde el desenfreno y jolgorio reinaba. Tras una breve parada que aprovechamos para dar unas bocanadas de aire, la banda al completo volvió para interpretar Time, y hacer bailar allí a todos los presentes, a base de coreografías improvisadas, pero brillantemente armónicas, que junto al espectacular juego de luces que nos acompañó durante toda la noche, darían fin a una salvaje velada. Porque el excelente directo que Jungle tienen, provoca un incesante baile entre los presentes, y pese a que las canciones del nuevo álbum deslucen un poco, siempre les quedará su debut, que yo personalmente considero, una auténtica colección de éxitos.
Texto: Jaime Cuesta
Foto Portada: Alba Pérez
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