Wooden Shjips (Teatro Barceló, Madrid)
Sábado 5 de noviembre
21h en Teatro Barceló, Madrid.
American Autumn SON Estrella Galicia
Organiza: Giradiscos
Grupo esperado este pues corre el rumor de que no se prodigan mucho sobre los escenarios, el pasado sábado tuvimos la experiencia de saber cómo suena la psicodelia del pasado hecha por gente madura a día de hoy, ese es uno de los secretos de Wooden Shjips, años sesenta en el año 2000, neopsicodelia polvorienta americana, espíritus del desierto desolador, gafas redondas Lennon, largas barbas canosas, menos el bajista, Dusty Jermier, que tocaba un fantástico bajo con una carcasa de guitarra antigua de las que tienen contornos de violín, los llamados oídos. Las visuales diseñadas para dar un baño caleidoscópico a la banda que aparecía completamente moteada. Una música donde el teclado sonaba a misa hippie ritual. El sello Sacred Bones, es ya marca de la casa de un estilo de música donde lo antiguo suena nuevo y viceversa.
Canciones que van avanzando y cuando te das cuenta estás cabalgando desnudo sobre un caballo apocalíptico atravesando campos purpúreos, ésta música está diseñado por músicos relojeros con este fin. Nash Whalen el organista tenía el teclado con una cubierta delantera de platina, probablemente para recoger energías del público a lo Wilhelm Reich. El batería de origen árabe Omar Ahsanuddin, imparable, se le desamarró un zapato, así que háganse una idea.
El estilo se difuminaba, por momentos me di cuenta que era una voz shoegaze totalmente desdibujada, una voz completamente joven y dulce de un señor maduro, con orejas verdes ya, y tocando un rock espacial ruidoso de fondo, esto es original, pensé. Largos desarrollos en bucles y a los 3 minutos aparece la voz otra vez. Seguimos en su barco. El teclista y el batería no son hermanos al menos genéticamente, hasta el pelo era semejante, bucles revoltosos. Whalen con su anillo negro tocando el órgano y produciendo emanaciones lisérgicas con su sinte acompañando, cada uno punteando a su estilo, al vocal y guitarra Ripley Johnson, hubieron canciones letárgicas también hacia el final, a pesar de toda la adrenalina que emitían, con un sonido más grave tipo Wire. Los interludios entre los temas, eran sonidos selváticos….chimpancés y tormenta.
Sebensuí A. Sánchez
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