Syd Barrett: El Diamante Loco
Su enfermedad mental, acelerada por la ingesta masiva de LSD, nos privó del arte irrepetible de un creador puro. La psicodelia era él.
Una puntualización: la figura de Syd Barrett y su grupo, Pink Floyd, están indisolublemente unidas por su genio. El llamado Diamante Loco marcó tanto el origen de la banda (hasta el nombre fue inspiración suya, en honor a dos semidesconocidos bluesmen de prestigio, Pink Anderson y Floyd Council) como su trayectoria una vez que abandonó la nave. Canciones como Wish You Were Here, Shine On You Crazy Diamond o el disco The Dark Side Of The Moon, inspirado directamente en él, lo corroboran. Pink Floyd, con el tiempo, se convirtieron en adalides del novedoso Rock Sinfónico en los 70, perdiéndose en el camino la originalidad y la psicodelia desbocada que aportó Barrett a la banda, como se puede ver en auténticos bombazos como See Emily Play o Arnold Layne, sus dos primeros singles. The Piper At The Gates Of Dawn (1967) y alguna joya suelta tanto con la banda como en su etapa en solitario son el legado en forma de cancionero mágico que nos queda del enorme artista que fue. La lucha entre las arrolladoras personalidades del cáustico Roger Waters y el ególatra David Gilmour han marcado la trayectoria del grupo posterior a Syd. A mi, personalmente, me interesan más los Pink Floyd psicodélicos e inclasificables de sus primeros trabajos que esos otros, especialistas en canciones épicas y macromontajes en grandes estadios. Lo demás es historia.
Roger Keith Barrett nació en Cambridge el 6 de enero de 1946 y murió, también en Cambridge, el 7 de julio de 2006. Como otros jóvenes ilustres de su tiempo y futuros músicos de éxito (Jagger, Bowie…) de niño comenzó a cultivar su interés por la música, la pintura y el arte en general. A los 15 años formó su primera banda, Geoff Mott & The Mottoes. Mientras, estudiando secundaria, conoció a Roger Waters y David Gilmour, de los que ya no se separaría. Curiosamente, Gilmour, el mejor amigo de Syd en aquella época y quien le enseñó los primeros acordes, no se incorporaría al grupo hasta que el Diamante Loco dejó de ser miembro de Pink Floyd. En sus inicios, Barrett se unió a The Abdabs, tentado por Waters, de sobra conocedor de su talento innato y ese fue el germen de Pink Floyd, que comenzó profundizando en el universo sonoro que se abría con las primeras composiciones de Syd, Interstellar overdrive, o con sus versiones de clásicos como I´m A King Bee, de Slim Harpo.
EMI, impresionada por sus dos primeros singles, publicó en 1967 el que para mi es el mejor trabajo de Pink Floyd, The Piper At The Gates Of Dawn, un auténtico hito de la psicodelia. Kevin Ayers, gran músico y gran amigo de Barrett, afirmaba que con el abuso de LSD de esos tiempos, Syd “quería viajar y viajar por la astronomía dominada de su cerebro”, en alusión a la canción del mismo nombre. El Diamante Loco era capaz de meterse 3 o 4 viajes de LSD diarios como fuera, con cucharilla, en terrones de azúcar… Lógicamente, una personalidad ya límite como la de Syd, explotó deteriorándose a pasos agigantados su relación con la realidad que vivía, sin posibilidad alguna de funcionar como miembro de una banda que empezaba a despegar. Bowie también percibió el genio especial de Barrett, impresionado por su muy original forma de cantar y su dicción característica, heredada de los crooners americanos. Bowie mostró su devoción absoluta por Barrett en forma de versión del See Emily Play.
En plena efervescencia de Pink Floyd, Barrett y sus problemas con el ácido arruinaron muchos shows, por lo que comenzó a sustituirle David Gilmour con la guitarra, mientras el trataba de mantenerse únicamente como compositor sin conseguirlo, negándose el manager del grupo, no queriendo tener un quinto miembro solo para grabaciones y actuaciones esporádicas. La última canción de Saucerful Of Secrets (1968) es la memorable Jugband Blues, con la que el Diamante Loco se despidió de la banda.
En 1969 EMI publicó, en un intento de rescatar el talento del genio, The Madcap Laughs, donde colaboran los Soft Machine de Kevin Ayers, y que fue producido por Waters, Gilmour y Malcolm Jones. Gilmour optó por una producción cruda que no satisfizo del todo a Syd, dejando fuera temas que este quería como Opel y Bob Dylan Blues. De todas maneras, canciones como Octopus, Feel o Dark Globe destacan en un disco con un sonido todavía mágico. En 1970 se publicó Barrett, producido otra vez por Gilmour, esta vez en compañía de Wright, con un sonido mucho más elaborado y canciones como Baby Lemonade o Dominoes.
Un amago de actuación que terminó en fracaso en 1972, con una banda con la que no llegó a grabar, una sesión de grabación de temas sueltos en 1974, instigada por Bowie, un recopilatorio de extras, Opel, y una caja que publicó EMI en 1993 son todo lo que hemos sabido de la trayectoria musical del genio inglés desde su retirada de los escenarios. 20 años de absoluta reclusión en casa de su madre en Cambridge con su enfermedad mental a cuestas, a la que se sumaba una diabetes galopante y que concluyó con su muerte a los 60 años a consecuencia de un cáncer de páncreas. En una entrevista a una revista musical inglesa que literalmente se coló en casa de su madre, Syd declaraba no acordarse ni de Pink Floyd ni de sus antiguos amigos. Para entender el alcance de una personalidad tan compleja, a su muerte, su madre encontró una cuenta corriente a su nombre con 2 millones de libras de las que nadie sabía nada.
Esta es la trágica historia de los altos y bajos de un genio musical y artístico con un deterioro mental extremo y crónico, del que una novia suya, inmortalizada en la canción Wined and Dined (1970), la pelirroja Gayla Punion, afirmaba que Syd podía pasar de horas de una ternura tremenda y prolongada a episodios de una violencia irracional en segundos.
Cuando el Diamante Loco, gordo y calvo, apareció en 1975 en el estudio donde la banda estaba grabando precisamente Shine On You Crazy Diamond, canción inspirada por Syd, Waters le preguntó qué le parecía la canción que estaba sonando. Barrett se quedó ensimismado unos segundos, y sin dudar, contestó… “suena antigua”.
DISCOGRAFÍA BÁSICA
LP’s
The piper at the gates of dawn (1967) Pink Floyd
A saucerful of secrets (1968) Pink Floyd
The madcaps laughs (1970) Syd Barrett
Barrett (1970) Syd Barrett
Opel (1988) Syd Barrett (recopilatorio de extras no publicadas)
Crazy Diamond: The Complete Syd Barrett (1993)
SINGLES
Arnold Layne / Candy and a currant bun (1967) Pink Floyd
See Emily play / The scarecrow (1967) Pink Floyd
Apples and oranges / Paintbox (1967) Pink Floyd
Flaming / The gnome (1967) Pink Floyd
Octopus / Golden hair (1969) Syd Barrett
10 CANCIONES IMPRESCINDIBLES
See Emily Play
Arnold Layne
Candy and a Currant Bun
Gigolo Aunt
Interstellar overdrive
Astronomy domine
Lucifer Sam
Octopus
The Gnome
Jugband Blues
Debe estar conectado para enviar un comentario.