Concierto de Nouvelle Vague en Madrid
12 de Abril 2024
Lugar: Sala Changó, Madrid, Spa
Promotora: Fantaxtik Prods.
En una sala de Madrid, con nombre de Orisha, que en la cultura africana es un espíritu, cuyos atributos son el de la justicia, los rayos, los truenos y el fuego, y que es el patrón, además, de la música, el baile y los tambores, sí, lo han adivinado los practicantes de vudú, el concierto fue en la Sala Changó; y allí se presentaría la banda francesa, Nouvelle Vague, que no aterrizaban en nuestro país, desde el fallecimiento de uno de sus dos miembros fundadores, Olivier Libaux, que ocurrió hace tres años, y ahora ya con la banda perfectamente recuperados del suceso, dispuestos a tocar. El conjunto salió a escena de forma muy enigmática, ubicándose cada músico, silenciosamente en su sitio, para luego ver cómo se introducía en el escenario con sigilo, bajo la brumosa humareda, y caminando casi de puntillas, como una gata, envuelta en un traje de látex negro, Mélanie Pain, la vocal de cabellera pelirroja de Nouvelle Vague, la oscuridad ambiental era propicia para la primera versión de esa noche, ‘Love Will Tear Us Apart’ de Joy Division, del año 1980, una de las últimas canciones del grupo, que Ian Curtis no llegaría a ver publicada, y que fue un éxito de ventas en su momento, auspiciado por un videoclip, y por el suicidio de su cantante, además de ser por sí misma, una canción prodigiosa.
La canción, debido a la voz meliflua de Pain, sonaba mucho más romántica, aún, que la original; a partir de aquí, y completamente conquistados, con esta insuperable entrada al escenario, se empezó a suceder una avalancha de hits, de una de las épocas, donde más se produjeron comercialmente, con el auge del videoclip de por medio, como fue, la peculiar década de los años 80, aunque no todas las canciones fueron de esta década, e hicieron algunas excepciones, en el concierto, como también han hecho en su carrera de dos décadas, con algunos temas de fines de los ‘70, siendo así, no tan estrictos con su aparente norma musical.
El siguiente éxito, y no sería la única canción de ellos que sonasen, fue el ‘People Are People’ de Depeche Mode, tocada con una percusión seca, marcial y solemne que hacía recordar al “pop épico” de Piano Magic, en este tema, que fue tan bien acompañado, por un extraño contrabajo eléctrico delgado como un violín, sería el momento en que estuvo ya presente durante casi todo el concierto, una segunda vocal, se trataba de Phoebe Killdeer (curioso nombre de nacimiento), cantante australiana, líder de dos bandas, The Short Straws y The Shifts, con estos últimos, tiene un disco con la actriz, María De Medeiros, que es altamente admirable, Killdeer, salió ataviada en el escenario, con un traje blanco, envuelto en precinto americano de color negro.
La tercera perlita, fue el ‘Only You’ de Yazoo, a la que le dieron un aire teenager perverso y divertido, con panderos incluidos, muy propia de la BSO de una película de John Waters, ambientada en los años 50’s. El público reconocía instantáneamente las canciones, intuitivamente antes de que empezaran, más aún si se trata, como esa noche, de clásicos universales, así que también era normal que hubiera un público de diferentes edades; en el gran desfile de canciones inmortales, fue el turno de “Making Plans For Nigel” de los ingleses XTC, una canción del año 79, de una banda pionera de la new wave, del pop punk y/o hasta del Brit Pop, como fue la banda de Andy Partridge, canción que cantaron espalda contra espalda las vocalistas, y que hacía recordar a los días de vino y rosas de Les Disques du Crépuscule con las bellas Isabelle Antena y Anna Domino.
En el escenario llegaba a haber un total de seis músicos: guitarra, percusionista, contrabajista, dos vocales, y teclista. ‘This Is Not a Love Song’, fue el gran éxito de Pil que se bailaba hasta en la disco, y que sería la banda que hizo Johnny Rotten tras la disolución de Sex Pistols, sería interpretada a dos voces, la voz de Mélanie Pain, era la voz blanca y dulce, y la voz de Killdeer era la voz negra, su voz, ha sido comparada, y con razón, con Peggy Lee, y cómo no, con Pj Harvey, se complementaban ambas perfectamente, cual Ying-Yang sonoro. De juegos con el público, le preguntaron que si lo que sonaba era una canción de amor, a lo que respondieron estrepitosamente los asistentes: Noooooooooooooooo……
Llegó otro superhit de eternos adolescente comos es “Girls On Film” de Duran Duran, momento en el que se puso un extraño familiar cercano del contrabajo, en primera fila. y dijo, Ms. Pain: “Ok, We got your attention”. Versión esta, a ritmo de chasquidos, ¡Snap!, de dedos jazzísticos.
Interactuando con el público la señorita Pain, pregunta a un señor maduro de la sala, por la chica que le acompañaba, y luego les dedica la canción, resulta que todo lo que le había dicho formaba parte luego de la canción que cantaría, como si estuviéramos viviendo dentro de una matrioshka musical, “What I Like Most About You Is Your Girlfriend?”, fue una de las preguntas que le hizo a la pareja, cuya respuesta fue la propia música, ¡Qué mejor respuesta!, esta canción era de uno de los tres grupos angulares de la santísima trinidad del género ‘Ska’ británico, como son The Specials, raramente no versionearon su canción más famosa, gracias a la MTV como es su siniestra y amena composición ‘Ghost Town’, los otros dos, podrían ser, Madness y Bad Manners, sin olvidar jamás a The Selecter o The Beat, la interpretación, bajo la acaramelada voz de Pain, tenía un ligero encantamiento erótico/exótico.
Y ahora vendría, uno de los momentos más álgidos de la noche, con la reinterpretación en clave misteriosa – selvática bajo unas luces verdes, de “A Forest” de The Cure, encima, con un sonido meloso jazzybossanova, el cual le confería una exquisitez a la canción de lo más embriagante, perdidos en la jungla, una llamada desde el núcleo de la selva, para adentrarnos en los misterios de la noche, sin duda, una de sus mejores versiones, que cantó, Killdeer, moviendo sus manos cual sibila oracular, y aderezando el final, con un memorable baile zombie, entre las dos vocalistas. Para proseguir, con el neblinoso éxtasis sonoro, la empataron, por si fuera poco, con otro tema inmortal, como es “Marian” de The Sisters Of Mercy.
Otro de los momentos en que, Pain, más dada a las bromas, que su acompañante a las voces, guaseó con el público, al que dijo que hoy solo habían adolescentes entre el público, y más aún, siendo viernes, la verdad que una mayoría del público, era bastante maduro, aunque no tiene nada de extraño, sabiendo que casi todas sus canciones, tiene una media de cuarenta años, aunque como dije al principio, había un público de todas las edades, y todos se lo pasaron, lógicamente, igual de bien. El comentario de la cantante, venía a colación, por la siguiente canción, de The Undertones “Teenage Kicks”, del año 78, en la que se marcaron un twist sobre el escenario, apoyados los músicos de las cuerdas, por un coro con rascadores y claves, instrumentos estos, de la música latina, que dieron un novísimo enfoque a la versión, a este otro grupo pionero, del pop-punk-nuevaolero, estilo musical, que tanto gustaba a unos primeros, Siniestro Total, de hecho, tenían una versión de Undertones, llamada “Viene El Verano”.
Y ahora viene la versión que da título a su nuevo disco “Should I Stay Or Should I Go?” de The Clash, a la que le dieron un toque festivo, y que hacían que sonase a otros fans de este grupo, que también los versioneaban en su momento, como fueron otros revoltosos franceses de los 80’s, Mano Negra, los músicos de la Nouvelle Vague, rotaban por el escenario, y se unían en algarabía, tocando percusiones con el batería, con lo que habían tres músicos en los elementos percutivos, en este tema sonó más la voz de Phoebe Killdeer, era más apropiada, al tratarse de una canción 100% Rock & Roll, y que a su voz de tonada negra, le iba como un guante de seda.
Depeche Mode, fue de los pocos grupos que repitieron versión esa noche, esta vez tocaría una de su primer l.p. “Speak & Spell”, la que podría ser la versión tecnopop del “(I Can’t Get No) Satisfaction” de los Rolling, hablamos de la emblemática y contagiosa “Just Can’t Get Enough”, a la que le dieron un final techno extrasorpresivo, cambiando radicalmente su propuesta como grupo, y sonando más al hardtechno de los franceses Justice, para pasar luego a la oscuridad más solemne de la gran banda de Northampton, Bauhaus, con “She’s In Parties”, la canción tuvo una introducción nos trasladó a alguna cinta antigua de terror insonoro con metraje perdido, este, es otro grupo predilecto de Nouvelle Vague, pues en su repertorio también interpretan la imperecedera “Bela Lugosi Is Dead” de 1979.
Siguieron con otro de sus grupos favoritos, y estos, sí que los repitieron sobre el escenario, los abrementes del punk rock, The Clash, digo esto, porque los Clash, llegaron a tocar en su momento, géneros tan dispares como el funk, el reggae y el dub junto al punkrock primigenio, cosa que para un grupo inglés de los años 70, en plena eclosión punk, y siendo ellos, junto a los Sex Pistols, los representantes del punkrock en estado salvaje, y también, no solo en cuanto a nombre patente del género, sino a éxito, aunque The Damned, les llevaba ventaja de un año, quizás el aspecto gótico del vocal The Damned, despistó un poco a los seguidores del punkrock, pero si buscamos orígenes del punk llegamos a los sesenta, así que dejémoslo estar por hoy… aunque tampoco era tan extraño que The Clash tocasen géneros aparentemente contradictorios para un punkie, pues negros y blancos se fusionaban en los ghettos de Londres en completa armonía simbiótica, así es, que de ese sincretismo, surgieran nuevos estilos y tendencias como el 2 Tone, una mezcla de Ska que juntaba a músicos de ambas razas, de ahí el bicolor del símbolo musical. Volviendo a la canción que versioneaban, Nouvelle Vague, el tema en cuestión sería “Guns Of Brixton”, con un teclado punkireggae, panderadas, sonidos sampleados de grillos, y las vocalistas que hacían sonidos ululantes de aves exóticas durante el tema.
Siguieron con la descacharrante “Too Drunk To Fuck” de los californianos, Dead Kennedys, a la que intentaron conservar con su salvaje sonido original, copas de champagne alzadas por su vigésimo aniversario, para celebrar una noche etílica, con esta gamberrada de punk rock tirando a hardcore y a rockabilly, en esa mezcla única que creó la banda de Jello Biafra, hicieron aquí uso del estilizado contrabajo, cosa que tampoco le viene distante a los DK, pues tienen temas de sombrío punkjazz como The Prey, esta canción de los Kennedys Muertos, la hicieron extralarga, subiendo y bajando, in crescendo / in descendum, las intensidades de un final que se volvió apoteósico, tocando percusiones con el trasero, dando gritos, y cantando unidos al público.
El siguiente tema, pertenecía a su disco nuevo, una de las canciones más archiconocidas de Tears For Fears, como es “Shout”, de la que hay una singular versión, de un grupo de Death Metal Prog alemán llamados, Atrocity, y que desde aquí recomendamos con toda vehemencia, la versión de Nouvelle Vague, obviamente, sonaba muy diferente a la de Atrocity, esta tenía unos toques calypso y una prestidigitadora coreografía de manos. Otro grupo maravilloso más que repitió, y sería el último, fueron The Specials con “Friday Night, Saturday Morning”, con final hiperacelerado reprise ská.
A partir de aquí, inauguraron los encores, con otra banda inglesa, de carácter seminal en el género punkpoprock, que abrieron miras para que el Pop fuera algo más que canciones puritanas, a pesar de que la versión elegida en este caso fue “Ever Fallen In Love (With Someone You Shouldn’t’ve?)” del año 78, y la banda de Pete Shelley, se hacían llamar, en aquella gloriosa década para la música de los años ‘70, Buzzcocks.
Mélanie Pain, que usaba un sonajero, o mejor dicho, chocalho, azul, lo terminó tirando al suelo, dolorida, sacando la lengua, y poniendo voz gruñona, y con razón, era la canción decimoctava que ejecutaban, ante el apasionado público de la capital madrileña. Aún así, la velada musical prosiguió con la canción más famosa de The Smiths, en clave bossajazz, “This Charming Man”, decir que todas las canciones, las cantaban bailando, así que es normal, el cansancio artístico de su vocalista principal, Mélanie Pain.
La banda, que celebraba sus 20 años de carrera, recordamos, en la ciudad, terminó su actuación con una de las bandas más eminentes de los múltiples y variopintos estilos del pop de vanguardia estadounidense de aquella época alienígena con Devo y The Residents, de los cuales fueron teloneros, los incomparables, Tuxedomoon… acabaron Nouvelle Vague, con una de sus dos canciones más famosas, la otra sería “No Tears”, sí, fue una versión de “In a Manner Of Speaking” de su álbum “Holy Wars” del año 1985, una versión acústica preciosista, en la que el guitarra se colocó en el centro del escenario, debajo de una luz vaporosa, en lo que sería la canción más deliciosamente infeliz de toda la noche.
La melodía de Tuxedomoon, la reconoció todo el público madrileño, al igual que la anterior versión, más reconocible que esta, de los Smiths; después de casi veinte canciones, el grupo se despidió con un merecido descanso, a pesar de que el público siguió pidiendo un tercer bis, pero ya la banda no volvería a salir, pues se habían ganado un más que digno descanso.
Texto: Sebensuí A. Sánchez
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