Crónica Azkena Rock 2023
Una vez más el Azkena Rock de Vitoria se mostró como el mejor festival de Rock nacional, reuniendo a 48500 personas en sus tres jornadas de festival. Una organización top, donde destaca la comodidad, el sonido, el buen ambiente, así como los mejores baños de todos los festivales.
Con un cartel espectacular, los buenos conciertos era fácil que se diesen. Dos escenarios principales, a los que se suman un tercer escenario de proporciones considerables y una carpa llamada Trashville, con una programación que parece sacada de los festivales más underground de la península.
El jueves comenzó con la banda de rock vasco Liher, seguidos de la mítica banda de Rock brasileño Os Mutantes, probablemente una de las últimas oportunidades de verlos, con un Sérgio Dias que decía estar: “como la pulga de un perro muerto”, grandísimo concierto en el que no falto hits como ‘Bat Macumba’ o ‘A minha menina’.
Glorioso también fue el concierto de Steve Earle que apareció solo en el gigantesco escenario, con una guitarra y una armónica consiguió ir metiendo al público de lleno en el concierto. Un concierto austero y a la vez de una honestidad fuera de lo común de un músico con mayúsculas.
Mientras va cayendo la noche aparece El Drogas rememorando todos los hits de Barricada, un concierto lleno a rebosar con cada uno de los espectadores cantando una a una todas las canciones del repertorio. Un auténtico karaoke rock. Es este el momento cuando decidimos cambiar de escenario para disfrutar de The Kaisers una banda de rock clásico en el que llegaron a versionar a ritmo de rock el ‘Bésame mucho’.
Con Rancid llegaron los pogos y un cabeza de cartel punk con un repertorio labrado en sus más de 30 años como banda. Sonaron ‘Time Bomb’, ‘Ruby Soho’ y todo lo que tiene que sonar en un concierto acelerado como el que dieron. Acto seguido volvemos a la carpa para ver el flamenco trash de Nestter Donuts, un “one man band” con canciones que no llegan a veces al minuto. El concierto más salvaje de todo el festival con canciones como ‘Cocaina’, llegando a tocar toda la mitad del concierto completamente desnudo. Una salvajada solo esperable en un escenario como el Trashville.
Llega el viernes y empieza a llegar más gente a las jornadas principales. Empezamos el día con grupos principalmente compuesto por chicas. El rock duro de Bones of Minerva y el Rock más surfero de la banda italiana The Cleopatras. Volvemos al escenario grande para encontrarnos la sorpresa de Cordovas, una banda de rock americano, con una diversidad de estilos envidiable que van desde el funk a realizar una versión de ‘El cuarto de Tula’ de Buenavista Social Club.
Seguimos al escenario de enfrente, sin descanso alguno para recibir a una de las bandas de Stoner rock más grandes del planeta, Earthless. Un concierto que entra como un guante a la hora que lo pongan, con una guitarra, un bajo constante y la batería de Mario Rubalcaba consiguen hacer entrar en trance al más pintado.
De vuelta a los cabezas aparece una envidiable Chrissie Hynde al frente de sus The Pretenders, que a sus 71 años sigue en plena forma, afinando y tocando la guitarra a la perfección con una banda totalmente engrasada. A los hits que de por sí tienen, si le sumas auténticos himnos como ‘Don’t get me wrong’ o ‘ I’ll stand by you‘, ya te puedes dar con un canto en los dientes. Nos debatimos entre Calexico y una banda como The Undertones, elegimos los segundos.
La banda de Derry sigue manteniendo una energía sobre el escenario que es la envidia de los más jóvenes. Si a esto le sumas una de las mejores canciones de la historia ‘Teenage kicks’ en un repertorio que invita al disfrute y a saltar, es un combo perfecto para uno de los conciertos de la jornada. Todo esto pese al volumen más bajo del que la banda merecía, obviamente no era el escenario grande.
Incubus se marcó un concierto lleno de hits, que incluyó versiones de Beatles, The Doors o Pink Floyd. Con un Brandon Boyd de frontman que, a pesar de peinar canas, se mantiene con el mismo magnetismo que hace 20 años. Un set basado básicamente en los hits de sus dos principales discos ‘Make Yourself’ y ‘Morning View’ que bien lo petaron a finales y principios de siglo.
Terminó el cabeza de cartel y nos encontramos ante el auténtico conciertazo del festival, The Soundtrack Of Our Lives. La banda de Gotemburgo se reunia en el Azkena marcándose un bolazo de los que crean legión de fans. El rock de canciones como ‘Sister Surround’ o ‘Instant Repeater’ permanecen sonando como un tiro, como si nunca se hubiesen separado. Un regreso apoteósico el de la banda sueca.
Último día de festival marcado por una intensa lluvia que hizo cancelar los primeros conciertos, así como reubicar a Nat Simmons junto a Cherie Currie a la misma hora que Iggy Pop. Entramos aun lloviendo a unos The Bevis Frond que suenan bien para empezar la jornada. Vamos y esperamos a ver el dúo formado por la cantante de la mítica banda de Runaways junto a la española Nat Simmons y nos damos de lleno con su cancelación. Esperamos un rato, y nos da tiempo a ver un poco el final de Amanda Shires ataviada con un violín.
Día de chicas, la siguen Ana Popovic con una mezcla prodigiosa de funk, rock y blues, en el que cabía hasta una versión de Michael Jackson y acto seguido vemos a la gran Lucinda Williams sobre el escenario. Un concierto en el que se nota a la artista muy mermada, debido al ictus sufrido hace un tiempo. Su voz no es la misma y ya no está siquiera para coger la guitarra. Aun así, desde aquí recomendamos encarecidamente la escucha de los discos de la americana.
Melvins aparecieron con un sonido atronador con el ventilador puesto directamente al pelazo de Buzz Osborne. Un concierto a un volumen brutal de los considerados padres del grunge. Canciones como ‘Honey Bucket’ o ‘A history of a Bad Men’ siguen sonando tan contundentes como en sus inicios.
Mientras todo el mundo expectante al gran cabeza de cartel del festival. Un Iggy Pop que a pesar de saberse cascado lo da todo. Anima al público, se mueve por todo el escenario y sigue manteniendo los temazos que han calado y calaran en tropecientas generaciones de melómanos. El concierto no suena todo lo crudo que se le espera, quizás por el dúo de vientos, que hace ganar matices, pero emborrona la fiereza que siempre han tenido sus directos. Con sólo dos temas de su último disco ‘ frenzy’ y ‘moderm day rip off’ el set se basó en los temas de sobra conocidos de Iggy.
Salimos disparados para ver terminar el show que suele montar en directo el gran King Salami & the Cumberland Three donde ya tenía de sobra al público en el bolsillo y volvimos al finalizar para ver lo que quedaba de Alter Bridge (Único concierto que dispuso de lona con el nombre de la banda detrás del escenario, por si alguno no sabía cuál era la banda), un concierto de rock sobrio como el que están acostumbrado a dar la banda de Myles Kennedy.
El Azkena Rock de Vitoria sigue siendo y por mucho tiempo el mejor festival de rock de toda la península, ganando cada año más y más en diversidad de estilos y en presencia femenina en el cartel. Un festival cómodo del que poder disfrutar de cada uno de los conciertos.
Texto: Ramón Bravo Martín
Foto: Azkena Rock
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