Crónica | Concierto Wilco (Auditorio de Burjassot, Valencia)

Y LLEGÓ EL DÍA…

 

Debo reconocer que aunque no soy una gran seguidora de Wilco, esperaba con entusiasmo el concierto que la banda de Chicago ofreció el pasado viernes 24 de junio en la Casa de Cultura de Burjassot. La cosa prometía, un grupo consagrado y con varios discos a sus espaldas, es como poco, ya, un buen augurio. Mi primera sorpresa fue encontrarme con un recinto repleto de fans que motivó aún más mi entusiasmo por escuchar al grupo en directo, y es que, tengo que decirlo, no me esperaba tal respuesta por parte del público. ¡Bien! ¡Parece que no todo está perdido! Fue lo que pensé nada más entrar y ver, como ya os he comentado, el recinto de Burjassot hasta los topes.

En cuanto el grupo salió al escenario, cientos de fans respondieron con fervor, expectantes por escuchar la primera canción que, si no recuerdo mal, se trataba de “I Am My Brother”, canción incluida en su duodécimo disco “Cruel Country”, con el que, según dicen los entendidos, han vuelto a sus raíces country. Y con esas primeras notas llegó la magia. En primera línea podíamos apreciar a un Jeff Twedy relajado y arropado por una banda que empastaba a la perfección. El ambiente se transformó completamente cuando la mayoría de los que se encontraban allí, cantaban totalmente emocionados acompañando en sus melancólicas melodías a Jeff, que se ganó de inmediato a un público completamente entregado desde el principio.

Después de algunas canciones llegó “I Am Trying to Break Your Heart”, con la que Wilco consiguió que todos nos viéramos inmersos en ese inquietante mundo lleno de desconcierto y porqué no decirlo, con cierto sonido espectral que te atrapa y del que no puedes escapar. Maravilloso. Era el momento de recrearse en su álbum “Yankee Hotel Foxtrot” un álbum que trata de las perdidas como el amor, la fe o el deseo, y el intento por recuperar todo aquello que importa. “Kamera” nos desvistió con ligereza llevándonos al huerto como suele decirse. Con “Hummingbird”, Jeff Tweedy se desprendió de su guitarra y, como les ocurre generalmente a la mayoría de músicos que tocan un instrumento y cantan, parecía algo indefenso y desubicado sin saber muy bien que hacer con sus manos.

La intensidad del concierto fue trascurriendo gradualmente. Desde sus primeros temas relajados de medios tiempos con referencias country, hasta  los sonidos extraños llenos de melodías y algo más poperas. Y tras más de veinte temas y más de hora y media, parecía que el concierto llegaba a su fin, pero no. Interpretaron otras cinco o seis canciones más, entre ellas, una de las esperadas “You and I” y para terminar, “I´m a Wheel”, que rugió con fuerza y en la que nos regalaron un apoteósico final.

Toda una experiencia poder escuchar en directo a esta gran banda de Chicago que, aunque fuera por un breve espacio de tiempo, consiguió hacer que Burjassot se embebiera y disfrutara de su sonido americano. Gracias  Wilco por traerlo a casa.