Befa – “De La Otredad”
Tras varias autoediciones, finalmente nos llega un trabajo masterizado profesionalmente por el director del sello dedicado a la música electrónica, Arthropoda Music, del músico experimental sevillano apodado como Befa, de su multitud de grabaciones, tanto propias como en recopilatorios nacionales e internacionales, las más remarcables serían las realizadas para el prestigioso sello Ohm Resistance, casa de estrellas negras de la música electrónica como Mick Harris de Scorn o Lull, el bajista más prolífico de la historia de la música, Bill Laswell, el no menos prolífico JK Broadrick de Godflesh o Techno Animal, Masami Akita de Merzbow, Eraldo Bernocchi y un largo etcétera, llegando a compartir grabación, incluso, con alguno de los nombrados.
A nivel nacional nombraremos el “Microtopies 2020: 56 miniatures de música i geografia” de la asociación cultural Gràcia Territori Sonoro, en la onda de esos viejos discos de vanguardia con canciones de un minuto que editaba Morgan Fisher, donde participa con gente del industrial más duro como Escupemetralla, del art rock de Superelvis como Anki Toner, o el desaparecido maestro de la vanguardia hispana como fue y es Víctor Nubla, de los imperdibles Macromassa, de este último, Befa ha tenido la oportunidad de colaborar en un homenaje junto a muchos otros pioneros del underground nacional, como son el mítico locutor y músico andaluz, Antonio Murga, Javier Piñango (Mil Dolores Pequeños, Destroy Mercedes), Dr. Truna (Carmina Burana, Fitzcarraldo), Andrés Noarbe (Rotor discos), Pedro F. Bericat o Javier Hernando (Xeerox, Melodinamika Sensor) entre muchos otros, en un recopilatorio abierto, compilado por el biólogo y músico Francisco López, llamado “Los Hechos Nubla”.
Desde la portada de lacaniano o lautreamontiano título “De La Otredad”, realizada por el artista Callum Leckie, en la que aparece el filósofo de lo perverso y lo innombrable por excelencia, George Bataille, disparando unos rayos láser por los ojos, nos podemos hacer una idea de lo que nos vamos a encontrar, decir además que el logo de la portada fue realizado por Alonso Urbanos, diseñador de algunas portadas de discos para Esplendor Geométrico o la reedición del disco de Steve Albini con Zeni Geva.
“De La Otredad”, es un disco que grita desde los pozos subterráneos de la vanguardia, y para ello el artista ha presentado su grabación con la definición de “ una oda a la audienteogenia”, en la que entendemos por audienteogenia, como una experiencia sonoropsiquedélica en la que participa Dios.
Una obra, como decíamos, que lleva la impronta del avantgarde, ya que cumple con algunos requisitos de la vanguardia como son, el espíritu libertario y de provocación, humor negro y una burla sangrante contra la sociedad enferma en la que vivimos, en la que todos, unos más y otros menos somos pacientes del mismo hospital. Y algo, que es esencial en las vanguardias, la ruptura con la tradición anterior, lo que empieza como un disco suavizado con melodías electrónicas orientales se va descarrilando hacia vías desconocidas, otra característica más de la venguardia es la influencia de un arte no occidental, algo que podremos comprobar desde el exótico primer tema.
En “Las Reglas del Juego de Enitharmon”, el misterio de lo desconocido se hace presente, en este tema inspirado por la mitología del visionario William Blake, en un disco plagado de referencias, al cine, la poesía, al existencialismo, la filosofía y la política libertaria. “Descreyéramos”, el tercer tema suena a idm malsana rozando el chirrido industrial donde la electrónica se acerca más al acople guitarrístico que a la propia electrónica. En “Lessness”, título inspirado en la obra “Sin” de Beckett, que curiosamente, el escritor se inspiraría a su vez en otro músico, John Cage, para escribirla, la música es de una oscura perplejidad, digna de una película de ciencia ficción repleta de innumerables corredores de luces parpadeantes y defectuosas.
“Zulawski y El Misticismo Autópsico”, funciona a modo de bisturí espacial con ligeros remansos introspectivos donde puede que encontremos un material interior que nos agrade o no, e incluso que nos soprenda que estuviera allí. “Curvo es el sendero de la eternidad”, es otro tema de buceo abisal en las marismas del ser, esta vez bajo sonidos hipnóticos entrecruzados que generan un illbient de sonidos que tantean otros sonidos. “The Unnamable”, uno de los temas más sobrecogedores y largos del disco, que supera los diez minutos, y que empieza con algo que semeja un alarido electrónico, vacilando dentro de un infierno futurista, lleno de sonidos indescriptibles e insectoides, y que haría las delicias de cualquier seguidor de Nurse With Wound. Al igual que la obra de Samuel Beckett, el artista ha conseguido realizar una pieza que es completamente indefinible.
El tema “Decoherencia” nos adentra en una cinemática cinematográfica con una banda sonora inquietante, un universo negro y vacío se abre ante nosotros, la orquesta se convierte en algo perturbador que se abalanza sobre nosotros con un sonido mecánico y plano, en el siguiente tema “Ignotium per Ignotious”, bajamos a niveles freáticos en un batiscafo destartalado en un tema que bien podía haber firmado Brian Lustmord o Scorn en la época del “Gyral”, con unas siniestras voces en sueco de fondo, extraídas de la película El manantial de la doncella de Ingmar Bergman, distorsionadas y mezcladas para la ocasión. La canción “Autofagia” nos muestra claramente un sonido que se devora a sí mismo haciendo círculos concéntricos y viciándonos dentro de su elipse sonora en la que también somos devorados.
El antepenúltimo tema “Akerra a -273.16 ºC (El Espíritu es La Carne)” las sonoridades aparecen y desaparecen entre efectos auditivos reverberantes y golpeantes que se pliegan y se repliegan, sonidos de submundos cósmicos que mejor no pisar jamás más que a través de la música o la imaginación.
En “Treinta Siclos de Plata”, las monedas con que pagaron a Judas Iscariote por traicionar a Jesucristo, se transducen aquí en sonoridades de piano diminuto y enigmático, y para acabar, el último tema del álbum “De La Otredad” está dedicado a Amparo Poch y Gascón, médica y escritora libertaria y antifascista, digna de mención, entre otras cosas por sus 28 matrículas de honor conseguidas en todas las asignaturas de la carrera de medicina, este tema es una colaboración con el artista sonoro gaditano, Sr. Bajundá, y lejos de sonar pacifista como la autora a la que le dedican el tema, el carácter de la canción es plenamente xenomorfo.
En definitiva, una obra asombrosa e indefinible, calificativo este último no fácilmente alcanzable en pleno Siglo XXI, donde por suerte o por desgracia, los pilares musicales ya han sido plenamente creados y sólo nos llegan variaciones de unos mismos temas.
https://arthropodamusic.bandcamp.com/album/de-la-otredad
Sebensuí A. Sánchez
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9/10
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