Superorganism (Sound Isidro)
Miércoles 30 de junio, 21:00h
Sala Mon Live
Tras su aclamada presentación en sociedad seis meses antes en el marco del Primavera Club, Superorganism regresaban a Madrid de la mano de Sound Isidro y ya con su disco debut en el mercado.
Es verdad que no se trata de una banda cualquiera: Londres como centro de operaciones, el grupo está formado por ocho componentes (por el momento) de procedencias tan dispares como Japón, Australia o la propia Inglaterra. Pero a pesar de haberse ganado en un tiempo récord críticas muy positivas de la prensa más prestigiosa a nivel internacional dentro del mundo hípster, el hecho de contar con apenas un trabajo discográfico en el mercado provocó que la respuesta del público no fuese tan ambiciosa como los programadores esperaban, forzando la cancelación de su presentación en el Teatro Barceló por otra de aforo mucho más modesto en la Sala Mon Live, en Moncloa, suficiente para albergar a algo más de 150 personas que se dieron cita aquella noche.
Orono Noguchi, la joven líder de la banda, de origen japonés, se presentó encima del escenario con unas gafas 3D y junto al resto de sus compañeros, lucían unos chubasqueros de colores y purpurina en el rostro.
El setlist fue previsible, teniendo en cuenta la corta discografía de los chicos. Empezaron con “It´s All Good” y “Nobody Cares – uno de sus mejores temas que vive a la sombra de sus dos hits – dando muestras suficientes de la energía que transmiten en sus directos, sin embargo, el ambiente fue bastante desangelado, con un público más expectante que participativo. En “Night Time” a pesar de los reiterados “Wake Up, wake up”, la apatía seguía presente.
Con “Reflections On The Screen” se bajaron las revoluciones y todo el protagonismo recaía en la adolescente voz de su vocalista, quien acompañada por un coro de sonido todavía más teen, parecía un repertorio digno de una banda de instituto. Los bailes arrítmicos y cuasi-infantiles de los miembros del coro no dejan lugar a dudas.
“The Prawn Song”, “SPRORGNSM” y “Nai’s March” fueron los siguientes temas interpretados por el grupo, siendo sin lugar a dudas el tramo de concierto que menos interés causaría en el público cuando llegamos a la media hora de actuación. Pero faltaban todavía por sonar los dos hits impepinables y motivo por el que aquellos chicos tan peculiares han conseguido la atención del planeta. Al sonar los primeros acordes de “Everybody Wants to Be Famous”, rápidamente nos dimos cuenta que aquello pronto se iba a convertir en una auténtica rave. Y así fue. Lejos de aminorar, con “Something For Your M.I.N.D.” se cerraría un show que claramente fue de menos a más en lo que a empatía e interés entre músicos y espectadores se refiere.
Buen debut. Les seguiremos la pista.
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