#WarmUp2018 | ¿Logro o intento por sobrevivir?
Segundo año del Warm Up, mejor conocido como WAM, también recordado como SOS 4.8. Una de las primeras citas festivaleras que tiene nuestra agenda.
VIERNES 4
La eterna batalla entre lo mainstream y lo independiente tuvo lugar durante la primera jornada. Mientras Nunatak calentaba a los primeros curiosos y fans de la tarde, la gente llegaba al escenario “Estrella de Levante” para sumergirse en el caluroso ukelele de Carlos Sadness. Con un potente e interesante directo hizo bailar hasta a aquellas personas que llegaban por casualidad al concierto y no formaban parte del sólido grupo de fans que lleva el catalán detrás.
Decidimos retomar nuestra primera jornada festivalera, ya cerveza en mano, con una nueva apuesta del rock murciano. Amor Germanio sonaron sólidos en el pequeño pero acogedor escenario WARM UP Dancefloor. Su primer EP se encuentra disponible desde abril en las plataformas digitales y nosotros lo recomendamos encarecidamente y agradecemos al festival su apuesta por una gran variedad de bandas de la región.
La noche se acercaba, las primeras filas se llenaban y se sentían los nervios por Iván Ferreiro y Kasabian (quienes hicieron lo de siempre en su línea de “Príncipes de Inglaterra”). Preferí acercarme al escenario menos popular para ver a La Plata, quienes están presentando su disco “Desorden” por toda España. Qué no decir de ellos. Batería y líneas de bajo que te hacen saltar, letras directas al pecho y guitarras afiladas. La Plata es el grupo que debes ver antes que esperar a Kasabian. De lo mejor de la noche sin duda.
Al final quedé tan satisfecha con el grupo anterior que no me importó esperar en el mismo escenario a Esteban y Manuel, producto nacional verbenero con pinceladas de cumbia y reggaetón. Dos muchachos de camisa descubierta y mucho autotune haciendo bailar a todo el mundo; sin duda alguna la mejor opción a las 3 de la mañana.
Llegó el momento de cerrar la noche con Ms.Nina la cual tardó en salir mientras que su Dj iba calentando el ambiente cosa que la gente más joven agradecía pudiendo así bailar sin tapujos. Salió la reina, la diva, pero algo dormida. Sonaron todos sus temas, desde “chupa-chupa” hasta “Pastillas”. Una actuación correcta y divertida.
En conclusión, podríamos decir que fue una jornada correcta en la que se apostó por las bandas locales aunque también se hubiera agradecido arriesgar un poco con bandas más diversas en vez de por apuestas seguras que medianamente pueden encabezar un cartel. La confianza da asco y, aunque el Warm Up esté intentando mejorarse edición tras edición, siempre nos quedará el dulce recuerdo de lo que fue el SOS 4.8.
SÁBADO 5
Pocas bandas pueden presumir de conseguir vaciar los aparcamientos del Eroski Carrefour a hora punta, y una de ellas es Izal. Guste o no, grupos de este corte son muy necesarios para la solvencia de un festival como el WARM UP, para bien o para mal. Una servidora, en cualquier caso, decidió tomar una ruta alternativa, empezando con la propuesta Live de Ed is Dead (ya sólo el nombre merece una ovación -guiño, guiño-) alter ego de Edu Ostos. El de Lavapiés encandiló con su electrónica cuidada. De nuevo destacar el pequeño escenario WARM UP Dancefloor, que a mi parecer no empequeñece este tipo de propuestas sino al contrario, las resaltan para bien.
Después de una breve parada por la zona de restauración decidí irme directamente al escenario principal para esperar a los británicos Alt-J, cabezas de cartel de la noche. Era mi segunda vez con los de Leeds, y digamos que su propuesta fue calcada a la que había presenciado hacía apenas un año en Rock Werchter: una puesta en escena algo plana pero aderezada, eso sí, con un bonito juego de luces. De nuevo, lo más destacable de la banda es el vibrante bajo, no apto para los cuerpos más sensibles.
Decidí cerrar la jornada y el festival con el rock alternativo de Biznaga en el escenario DFRANKLIN. De nuevo quisiera hacer hincapié en el acierto por parte del festival de programar estas propuestas en escenarios menores, para mí lo más positivo a destacar de esta edición.
Y ahora voy a hablar de la seguridad del festival. Llevo a mis espaldas varias ediciones de festivales celebrados en La Fica y no ha habido un solo año donde no tuviese que denunciar el poco interés que se muestra respecto al tema de la seguridad y control de hurtos en el recinto. Por favor, no caigáis en los mismos errores que vuestros predecesores y aumentad la seguridad dentro de las instalaciones.
Texto: Alba Pérez y Rebeca Pérez
Fotos: Warm Up Festival
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