Triángulo de Amor Bizarro | “Nos sienta bien estar en terreno resbaladizo”
‘Gatopardo’ vuelve a ser un canto de rabia y de frustración, un retrato hiriente de la España de nuestros días dividida en cuatro pildorazos que dejan con ganas de más. Hablamos con Rafa Mallo, batería, para profundizar en el EP, lo explícito de sus letras, las bromas con “Ciudadanos” y su inminente concierto en Madrid.
Este viernes 20 de abril presentáis ‘Gatopardo’ en el OchoymedioClub (Sala But). Habéis prometido en las redes sociales el mayor setlist de vuestra carrera. ¿Va a ser así o es solo un reclamo?
“Va a ser así. Vamos a tener que hacer un descanso en medio porque son demasiadas canciones para que yo aguante. ¡No puedo tocar tantas seguidas! Nunca hicimos tantas canciones, pero queríamos que el evento fuera especial, más allá de que es la presentación del disco. Por otro lado, podemos decir que ya tenemos una gran cantidad de canciones. Vamos a tocar muchos de los temas que hace tiempo no tocamos, sobre todo en Madrid.”
¿Entonces ya estáis en nivel Pixies y superáis la barrera de los 30 temas?
“Ahora me pillas. ¿Cuántos son? Igual, unos 25”.
No quiero decir que os hayáis estancado en cuanto a público. De hecho, seguís escalando posiciones en festivales y en el ámbito de las redes sociales tenéis más interacciones que nunca. Sin embargo, otra vez volvéis a presentar un álbum en el Ochoymedio Club (Sala But), esta vez en solitario, eso sí. ¿Queda lejos La Riviera para Triángulo?
“Nos gusta mucho el Ochoymedio y, sobre todo, la gente que lo lleva. En ese sentido, somos un poquito más familiares. No digo que nos vayan a tratar mal en La Riviera, pero digamos que preferimos trabajar con gente que conocemos y que nos gusta. Hemos tocado en el Ochoymedio muchas veces; son serios, majos y nos gusta ir allí. Al final, este concierto es, para nosotros, una especie de fiesta, y preferimos hacerla así”.
Volviendo a los festivales, en varias ocasiones diferentes promotores me han transmitido que los festivales están matando el routing por salas. ¿Habéis notado un condicionamiento en este aspecto?
“Realmente, nosotros llevamos en una gira constante desde que yo entré, en el segundo disco. Y yo diría que el tour se extiende al primero (risas). Podría contar con los dedos de una mano las provincias en las que no tocamos. Nos movemos por toda España y por fuera. Para nosotros es muy importante, no siendo de Madrid o Barcelona, llegar a sitios donde quizá pueda parecer más difícil. Más bien, todo reside en poder encontrar sitios con buena infraestructura para tocar. Hay muchas ciudades en España con buenas salas. En Santiago está La Capitol, en Girona recuerdo que tocamos en un antiguo cine o en un antiguo teatro… Hay ciudades que tienen muy buenas salas y que no son Barcelona ni Madrid. Con los festivales puedes llegar a mucha gente a la que no llegarías si no estuvieran. La gente, sobre todo en tiempo de crisis, no tiene tanto dinero como para poder ir a salas, pero sí puede planificar sus vacaciones con un festival; ahí sí que ganas un poquito más de visibilidad. Desde mi punto de vista, y como grupo, los festivales son una iniciativa diferente a las salas, mucho más centrada en el verano, un momento en el que muchas salas se vacían. También es cierto que hay salas que siguen en verano porque son sitios de veraneo, pero ya te digo, yo creo que es bastante complementario una cosa y la otra. Pero bueno, yo tampoco soy promotor (risas). Como grupo, me encuentro cómodo tocando en festivales: tienes muchos medios y llegas a mucha gente, pero también nos gusta tocar en salas. Cuando te cansas de tocar en los festivales, ya llega la época de salas… Te permiten poder hacer algo más íntimo o, por ejemplo, algo como este concierto. Cuando quieres hacer algo más para ti, para tú público, escoges un sitio que te gusta y que tiene ese punto especial”.
¿Cómo definirías el sonido del LP en unas pocas palabras?
“¿El sonido, simplemente? No sabría decirte. En pocas palabras… Directo, concreto y trabajado”.
¿Y el contenido lírico?
“Insulto y antiimperialismo”.
Un factor común en las temáticas de los discos de Triángulo de Amor Bizarro es que tratáis de retratar comportamientos o patrones sociales, manías que tenemos en España, por decirlo de alguna manera. Eso sí, nunca habéis cruzado la barrera de lo explícito. ¿No veis necesario llegar a ese punto? ¿No entra en el concepto que defendéis?
“A nosotros, más bien, nos gusta sugerir y hacer que la gente pueda sacar sus propias conclusiones. De hecho, muchas veces las canciones se interpretan de una manera que no es el propósito con el que se hizo, pero eso es guay. Pienso en mí como oyente: cuando escuchaba canciones en inglés y no tenía ni pajolera idea de lo que decía, pero me sacaba mis propias ideas. Ese concepto siempre me gustó. Lo que hacemos es es tirar la canción y dejar la gente haga con ella lo que quiera; es algo que nos gusta como ejercicio y que lo forzamos, forzamos el ser un poquito ambiguos. A mí no me gusta pontificar o decir a la gente qué tiene que pensar o qué está bien y qué está mal. Cada uno tiene su forma de ver las cosas. Simplemente, llamamos la atención sobre actitudes o, como dices tú, manías que, después, cada uno las interpreta a su manera. Lo que puede parecer universal, cada uno lo ve desde su prisma y es diferente. Para nosotros eso es mucho más interesante”.
En varias entrevistas de promoción de ‘Salve Discordia’, comentaste que te querían matar con la velocidad de los temas. ¿Ha influido en la composición de ‘Gatopardo’? Si bien en “O Isa” aúnas velocidad y técnica, los otros temas utilizan un tempo más reducido…
“No… (risas). Intento plegarme bastante a la canción. La idea de la canción es la que te marca hacia donde tienes que tirar la batería. Hay canciones que te piden ir a toda tralla y otras que no. En este disco hay dos cortes que tienen un tempo más bajo; no es que sean fáciles de tocar por eso (risas), pero sí que, simplemente, es lo que pide la canción. A veces buscas la contundencia de otra manera; si hay una parte más lenta, puedes meter otra más rápida y hacer un efecto muy diferente… En general, siempre intento ajustar la batería a la canción dentro de los límites que tengo como músico, pero vaya, la intención es siempre esa. Si no puedo tocarlo, no puedo hacerlo. Sin embargo, sí suelo buscar complicarme lo suficiente para que la idea esté ahí”.
En “O Isa”, tanto el bajo como la batería vertebran la canción. Me pregunto si son nuevas formas de composición o pequeñas pruebas que queréis introducir de cara al futuro.
“Cuando te enfrentas a una canción nueva, siempre buscas que sea interesante y cambiar un poquito, no repetirte. Siempre que hacemos algo, lo siguiente que hacemos es totalmente contrario; una aproximación diferente para mantener la frescura como grupo y, así, no aburrirte de tu forma de tocar. Siempre estás intentando explorar cosas nuevas. Yo creo que los bajos en el EP tienen mucho peso, son muy especiales. Más que nada, hemos intentado no tanto que el bajo marque todo. “O Isa”, la que primero salió del EP, nació de una improvisación. Se fue haciendo y luego la arreglamos. El bajo tiene una presencia muy clara desde el principio y surgió a raíz de cosas que estábamos escuchando en esos momentos, ideas nuevas que quisimos incorporar a nuestra forma de tocar. Ese fue el origen, pero luego salió otra canción que es el mismo concepto, pero con otro estilo diferente. Todo consiste en ir probando cosas que te hagan estar en terreno resbaladizo, que es lo que nos sienta bien. En ese momento es posible que la canción se vaya a la mierda. Entonces, tienes que preocuparte de que salga bien y trabajar mucho lo que quieres hacer”.
Concretamente, Rafa, ¿qué estás escuchando que te esté estimulando?
“Escuchamos muchísima música muy diferente. Si hablamos de últimos discos… Ariel Pink. Le sigo desde hace tiempo y me parece muy interesante; le da una vuelta a todo y tiene mucha personalidad. Escucho desde eso a garage, grunge… En cuanto a estilos, lo que quieras. Todo, menos bachata… ¡Y bachata también tío! (risas) Bachata también cayó. Últimamente hasta estuve escuchando recopilatorios extraños de música sesentera japonesa. Yo me dejo llevar bastante; mi forma de escuchar es buscar cosas que resulten curiosas. Te dejas llevar. A veces, consigues escuchar grupos que ni conocías y que son muy importantes para ti, ahora”.
Se ha hablado mucho de “Ciudadanos”. Yo veo clara el enfoque que gira en torno al dogma capitalista. Por eso, quiero hacerte una pregunta sencilla. ¿Existió una coña interna con el título?
“(Risas) Un poco sí, pero bueno, tampoco nos gusta mucho hacer canciones solo por la gracia. El tema trata un poco sobre el neoliberalismo, las teorías neocon, y pensamos que le iba al dedo. Pero bueno, “Ciudadanos” es una palabra. También nos hacía gracia llamara así porque tenemos otra que se llama “Seguidores”.
En “Gatopardo” volvéis a abordar un poco lo que es España desde una perspectiva de frustración y resignación. ¿No hay salida?
“Uf, eso es más complicado. Depende de la gente. Hace poco leímos los Episodios Nacionales y nos dimos cuenta de que hay ciertas tendencias que parece que se repiten en esta sociedad; probablemente en todas, son inherentes al ser humano. En el libro y la película se ve muy claro que hay gente acomodada y gente no acomodada, y que eso se intenta mantener de alguna manera. Ese concepto sí que está muy presente en España desde siempre: los ricos y los pobres, la lucha de clases, como quieras llamarlo. Yo creo que sigue ahí, aunque precisamente teorías como la neocon te hagan pensar que no, que todos somos jefes y aquí no hay desigualdades. En concreto, en España hay muchos referentes literarios que han abordado el tema. Es algo que se extiende desde el siglo XVIII. Al final, son cuestiones un poquito universales. Quizá si se hacen más referencias a aquí porque, coño, somos de aquí. ¿Si hay salida o no? Chico, yo qué sé. Es lo de siempre. Los griegos tenían los mismos pensamientos sobre la sociedad que tenemos nosotros. ¿Se solucionó? Claramente estamos mejor ahora que en la época de los griegos, no nos andamos matando por ahí. ¿Se puede ir a mejor? Sí. ¿Solución? Eso es más complicado. No creo que se pueda hablar de una solución de blanco o negro”.
Vuelvo a otra fecha especial que es la que hicisteis en A Coruña para tocar vuestro primer LP. Tú no viviste esa experiencia de creación como tal, pero quizá me puedas transmitir cuáles fueron las sensaciones tras hacer este tipo de concierto. ¿Os planteáis repetirlo en el futuro o hacer algo similar?
“Pues lo cierto es que no, porque precisamente lo que nos pareció especial fue hacerlo y no volver a hacerlo. A priori, en nuestra cabeza, no está volver a hacerlo. Nunca digas de esta agua no beberé, pero vamos, la idea era hacerlo una vez y no repetirlo hasta dentro de diez años, hasta que veamos que es un momento especial. En ese momento nos pareció que era como muy adecuado, en Coruña, donde nació el grupo; yo, aunque en un comienzo no estaba, sí que compartía local y nos conocíamos todos; volver a ver a Julián, que era el primer batería, volver a tocar todos juntos… Fue algo especial y emotivo. Precisamente por eso es mejor dejarlo en un momento concreto y después ya se retomará. Eso sí, si se retoma, será dentro de mucho tiempo. Sí se retoma, que no hay idea de hacerlo (risas)”.
Tras el EP, la presentación, los festivales… ¿qué tenéis previsto? ¿Seguiréis girando ‘Gatopardo’ o tenéis pensado lanzaros a por el largo?
“Estamos trabajando constantemente. Sí que estamos mirando material nuevo, pero con la calma. De hecho, la forma de componer ‘Gatopardo’ fue muy guay, en el sentido de que tuvimos una idea muy concreta y lo hicimos relativamente rápido. Todo se pergeña cuando estuvimos en México de gira. A la vuelta nos pusimos y lo hicimos. Ahora la idea es hacer un largo. No puedo decirte una fecha porque siempre que las decimos la liamos… Pero vamos, estamos en ello. Digamos que sí que nos gusta ir compaginando una cosa con la otra”.
Para terminar, volvemos a la primera, al inminente concierto en Madrid. ¿Va a haber algún tema que no haya sido publicado?
“No. Vamos a tocar el Gatopardo íntegro y luego temas de los cuatro discos. Por ahora no tenemos digamos una canción ya cerrada como para sacar en directo… ¡Podría ser! Pero no va a ser. Más que nada nos vamos a centrar en lo hecho hasta la fecha. Hay muchas canciones que hacía mucho que no tocábamos y que hemos incorporado; canciones que igual no se escuchan en Madrid, por ejemplo, desde hace 7 años”.
Texto: Sergio Julián (@sergio42)
Fotos: Rocafort
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