La inmensa complejidad en la que se han convertido los festivales, reduciendo la fórmula por gastada a simpleza homogénea, hace que elegir un festival hoy en día, lejos de lo circense, que aporte en lo musical más allá de la corriente de música generalista que nos absorbe, resulta tarea complicada. Nos queda entonces combinar factores, y esperar que en alguno de esos festivales aparezca alguien de la nada que transmita música llena de sentimientos y no los fuegos artificiales a los que tanto nos tienen últimamente acostumbrados.

Con esa intención daba comienzo la segunda edición del Atlantic Fest, cuarta edición en la Illa de Arousa y dieciseisava edición si tenemos en cuenta el período en que la promotora organizaba el festival en Vilagarcía de Arousa con la denominación de Festival Do Norte. 

VIERNES 

El abono del festival daba derecho al acceso a los conciertos de viernes y domingo en los distintos emplazamientos de la Illa de Arousa. Merece la pena reseñar la jornada del viernes que comenzaba en el auditorio local con Os Amigos Dos Músicos, que servían de preámbulo a Rosalía y Raül Refree que presentaban su nuevo álbum “Los Angeles” haciendo las delicias de todos aquellos amantes de los conciertos íntimos desde que salieron al escenario. Definida por el rapero y colaborador de la catalana C. Tangana como “la nueva Lola Flores“, “lo más importante que le ha pasado a la música española en tiempos“. Rosalía es algo así como folclore, y la transformación en nuestros días del cante del siglo XX, el concierto que nadie debería perderse este verano. A mitad de concierto en La Illa, con el público rendido demostrándolo con aplausos de un minuto canción tras canción, hasta que llegado el final la catalana devolvía su agradecimiento vía chorro de voz con la interpretación de “Catalina” poniendo el auditorio patas arriba, cantando por tangos (en pleno siglo XXI) a la memoria del cantaor Manuel Vallejo. Porque como apuntaba Manuel Jabois con acierto en su acercamiento al último nuevo hallazgo de la música nacional, lejos de adoptar clichés del mundo antiguo, al igual que sus coetáneos de generación, Rosalía ambiciona la conquista del futuro, resultándole indiferente tanto el pasado como el presente.

Tras los conciertos del auditorio, en las tabernas y pubs del pueblo, y ya es una tradición, las colas para acceder a los conciertos se sucedían una detrás de otra. La organización debería tomar medidas para que en próximas ediciones esto se corrija, vía sorteos o con conciertos de pago, cualquiera cosa preferible a perderse un concierto después de pasarse media hora en una cola. Destacaron la francesa adoptada gallega Mounqup, presetando su “Proba de Son” (2017). Clausurando la noche inaugural los vigueses Kings Of The Beach, con el público abarrotando un año más el pub Con Do Moucho (el año anterior habían sido Bala con su Human Flesh), con el sonido más punki de la Ría de Vigo poniendo la guinda a una primera jornada exitosa en cuanto a respuesta de público.

SÁBADO

El sonido inmaculado con el que abrían la sesión vermú en la jornada del sábado los mallorquines L.A. presagiaba la buena tarde en el recinto de la playa de O Bao. Joe Crepúsculo, que el día anterior se había quedado sin actuar en el Festival Sunshine de Suances debido a la cancelación del evento por la acción meteorológica, daba un concierto entre un baño de masas tan solo a 500kms de Suances con un sol que lucía radiante, ironías de la vida, igual que las que canta el trovador barcelonés, en su nuevo álbum “Disco Duro”.

Delorean, de tarde, a una hora poco habitual en ellos, con un sonido que continuando el buen hacer de L.A  se metía a la carpa en el bolsillo con su “Muzik”.

Los australianos The Temper Trap aparecieron en el espectacular escenario Son Estrella Galicia con la intención de quitarse de encima la etiqueta que en su día les encumbró en el género brit pop junto con bandas tan épicas como U2 y Coldplay con las que comparten arreglos.  Dieron un concierto sobrio, más allá de su Sweet Disposition, hit con el que cerraban su repertorio que hacía las delicias de una carpa entregada con el tercer corte del álbum Conditions (2009), álbum con el que la banda australiana sigue intentando buscar algo que emule al maravilloso primer disco.

Era el momento de la liturgia previa a cualquier concierto de Los Planetas, en el Atlantic Fest lo sabían y por eso en el escenario Gastro a eso de las 21:00h aparecían los granadinos Apartamentos Acapulco, justo una hora antes del comienzo del concierto que iban a dar sus paisanos, sus hermanos menores daban un recital de distorsión y sintetizadores a la parroquia que se daba cita en la jornada del sábado para algo tan ceremonial como asistir a un concierto de Los Planetas.

El pasado 26 de Abril, la Universidad de Granada, a través de su centro de Cultura Contemporánea La Madraza, celebraba la efeméride del 25º aniversario de la publicación del primer disco de Los Planetas. Allí en la antigua Facultad de Medicina J. (vocalista y alma de la banda) interpretaba emocionado junto con el coro granadino Manuel de Falla, desde el pop de Experimentos con Gaseosa al flamenco de Los Poetas. 

Pocos meses después la Coral Polifónica de la Illa de Arousa protagonizaba el vídeo presentación del festival, interpretando “Espíritu Olímpico“, canción incluida en el nuevo disco de la banda granadina. No hay duda de que el significado de la música de Los Planetas traspasa hoy en día cualquier frontera ya no solo en lo musical.

Los homenajes a una carrera artística repleta, se suceden. Éxitos en gran parte autogestionados, cuyo último logro ha sido, partiendo del libro La Zona Temporalmente Autónoma del anarquista Hakim Bey del que toman la idea del título de su nuevo disco, y de uno de los actuales éxitos del trap nacional “Ready pa Morir” de Yung Beef, encontrar las grietas donde poder desarrollar su trabajo, y así lo siguen haciendo en cada concierto. En la Illa, sin coro, Los Planetas en la presentación de su nuevo disco ofrecieron un recital que fue de menos a más, una mezcla entre pop psicodélico, flamenco y electrónica. Sonó de intro Islamabad, nadie diría que después de “El Canto del Bute” podía existir un inicio de concierto capaz de meterte tanto en ambiente, y así fue hasta terminar después de hora y media larga con un bis donde J. y los suyos interpretaban “Amanecer”, el siempre aclamado “Un Buen Día” y “De viaje”. 

Después se terminó el agua en las barras, y hasta la Coca-Cola, síntoma del éxito que por el momento no ha hecho morir al festival arousano. Lori Meyers con sus éxitos de ahora y de siempre, y Maximo Park, ambos sonando alto, así fue con “Risk to Exist” en el ambiente como se cerró otra edición del maravilloso Atlantic Fest.

Eva T. / Jota Martínez