Holy Bouncer (Luz De Gas, Barcelona)
El pasado jueves 29 de diciembre la banda barcelonesa Holy Bouncer pusieron punto y final a su extensa gira de 2016; una gira de más de 60 shows que la que no sólo se han recorrido el país, sino que han cruzado las fronteras para tocar en países como Portugal, Bélgica, Inglaterra y Francia. El broche final decidieron ponerlo jugando en casa, y el pasado jueves tocaron en la mítica Luz de Gas de Barcelona para dar un fin de año en condiciones. Y no decepcionaron.
Pese a que la esencia de su directo, ese aire salvaje y psicodélico que tanto les caracteriza, siempre es el mismo, la puesta en escena que estos cinco chicos tuvieron en Luz de Gas era notablemente diferente a la de los conciertos a los que servidora había asistido en 2015. El escenario, cubierto de alfombras, incienso, pétalos de rosa, lámparas y luces anticipaba al público las características del sonido de esta banda: suave, humeante y a la vez duro y enérgico.
La banda arrancó su breve setlist, que consistió únicamente en canciones de su álbum debut Hippie Girl Lover, con temas como I’m Back, My Mother Is a Yonkie o Wrong Raw Tongue Rocks Wrong. Dejaron claro desde el principio que su concierto da pie a enloquecer, a sacar el espírito punk rock que llevamos dentro y desmelenarse por la sala.
Imágenes en movimiento de colores cambiantes y líquidos se proyectaban en el fondo del stage, dando ese toque psicodélico también muy propio del sonido de Holy Bouncer. Hasta los atuendos con los que salieron (sombreros y gorros de lana, monos mecánicos, camisas caídas y desabrochadas, pelos despeinados) desprenden la estética que la banda quiere transmitir con su sonido descuidado y salvaje. En un concierto en el que mantuvieron el ritmo y no dejaron, ni por un momento, respirar al público entre chute y chute de adrenalina, Holy Bouncer cerraron la noche con sus dos temas más importantes, su principal single Anticipation y la canción que da nombre a su álbum, Hippie Girl Lover.
Durante Anticipation no logramos ver más que a la parte instrumental en el escenario, ya que la voz principal se adentró en el público alocado y no salió del ojo del huracán hasta acabar la canción. Para el siguiente tema animó al público a subir con ellos, montando una verdadera fiesta tanto arriba como abajo del escenario. Así dejaron claro que sus conciertos, más que para tomárselos en serio, son para disfrutar y perder la cabeza.
Se podría decir que 2016 ha sido un gran año para Holy Bouncer, teniendo en cuenta que no han parado de girar y que su álbum debut, Hippie Girl Lover, salió el 30 de septiembre. La clave de su éxito tan repentino se debe a que es una banda que ofrece algo que, en mi opinión, se ha perdido hoy en día con la comercialización de la música. Retoman el sonido del rock de los años 70 y 80, un sonido más crudo y más puro que busca desmelenarse, rebelarse contra todo. A su vez retoman la estética psicodélica y un sonido veraniego que nos recuerda a los Beach Boys, pero siempre manteniendo un corazón grunge, que nunca está de más.
Foto Portada: Carlota Figueras
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