Silver Apples (Madrid, 10 de Septiembre)
10 de septiembre – 22 Horas
Sala Sol, Madrid
Promoción: 981 Heritage – SON Estrella Galicia
Organizador: Giradiscos
La pasada noche del sábado asistimos al concierto de una leyenda viva, o la mitad de ella, con su otro componente original fallecido en el 2005, el batería Danny Taylor a los 56 años. La banda en cuestión fueron los estadounidenses Silver Apples, pioneros de la electrónica y del rock experimental, su primer álbum data de 1968, con lo que influyeron obviamente en bandas posteriores como Kraftwerk y en lo que denota claramente su influencia en la música de los también americanos The Residents, la banda más bizarra y longeva, en lo que a bizarro se refiere, de la historia impopular de dicho país. The Velvet Underground también asistían a sus conciertos.
El origen de Silver Apples es la poesía, tanto los amigos de la banda como el propio Simeon, escribían poemas que buscaban musicalizar, de hecho el nombre de Silver Apples proviene del poeta y ocultista irlandés en un verso que dice: “Las plateadas manzanas de la luna, Las doradas manzanas del sol” de un poema titulado “El Canto de Aengus, el Errante”
Con lo que tenían a mano, un juego de batería y algo que se convertiría en marca de la casa, los osciladores, empezaron así los avatares de las manzanas plateadas, en el local de ensayo, con un oscilador de la Segunda Guerra Mundial que un amigo de Simeon le prestaría. El oscilador terminaría sustituyendo a todos los guitarristas de la banda horrorizados ante tal artilugio, quedando sólo dos componentes.
Impresionante era ver a Simeon Coxe II, con 76 años manejando su cabina de viajes electrónicos que simulaba a la de un avión, de hecho su segundo disco “Contact” de 1969 podemos verlos dentro de la cabina de mandos de un avión, listos para tomar contacto, de hecho fueron denunciados por las aerolíneas PanAm por dicha foto, arruinando así al sello discográfico y dejando sin publicar su tercer disco “The Garden” en 1970 y que terminaría saliendo en 1998., año en el que decidieron volver a los escenarios animados por sus seguidores.
Simeon que hizo un despliegue de energía y vitalidad que resultaba enternecedor, movía los botones de uno de tres osciladores que tenía en el escenario más un sampler que contiene el sonido de los tres osciladores junto a samplers de bajo y percusión, los samplers que utiliza Coxe son muestras de su batería cuando aún vivía en el estudio de grabación, no utiliza cajas de ritmos. Los efectos en las voces eran sutiles, música que sonaba igual de moderna y avanzada 40 años después, a excepción, claro está, de los arreglos. Señores mayores, adolescentes, modernas pedantes diciendo que la música era una mezcla entre Nick Cave y Suicide, culturetas, tontainas pidiendo más volumen a un señor de casi 80 años como si fuera un concierto de bakalao, y gente bailando pasándoselo especialmente bien….fauna abigarrada.
Coxe II manejando teclas con bases armoniosas y amables como una fiesta de cumpleaños en el espacio, su mano septuagenaria con reloj acuático a veces temblaba, y su speech marciano de cuando era un joven poeta…..Simeon presentó canciones de su nuevo disco sacado a principios de este mes de septiembre “Clinging To A Dream” (Chicken coop,2016), como “Nothing Matters” donde giraba su cabeza o “Missin you”, loops verbalizados infinitos colmaban la sala, zumbidos magnéticos oscilantes con ritmos cósmicos galopantes tipo The Orb. “I don’t care what people say!”, muy bien dicho Simeon, Nothing matters!!.
Ritmos más tradicionales o Kraftwerkianos donde hay una respuesta rítmica de teclas a lo que el emisor futurista dice. Coxe II, y su pequeño teclado vintage hacían que una mano se le juntase encima de otra, llegamos finalmente al momento álgido del concierto con su canción “Oscillations”, de su primer LP, siendo la primera canción que compusiera Simeon, en el caso de Simeon Coxe II, no se puede decir “¡Antes molabas !”, en su caso, cada día mola más, la canción de Oscillations que fue alargando con varios finales alternativos y que llevaron al éxtasis dance a buena parte de la sala, manos en alto incluidas, Simeon Coxe II a día de hoy dice que aún no sabe manejar teclados y sintetizadores aún habiendo diseñado controladores para los sonidos mediante un complejo sistema de teclas telegráficas que funcionan a través de los miembros del cuerpo.
Después de las oscilaciones báquicas que dejaron al público enfervorizado, una persona bailaba con su primer vinilo en alto, Simeon hizo un gesto de que se iba a dormir porque ya es una persona mayor, riéndose, y sí, se quedó con todo el personal porque segundos después volvió tras el telón haciendo un gesto tipo Elvis con el dedo en el escenario donde reposaban las cajas de su instrumental con un número 7 dorado de metal.
Poco más que añadir de una música memorable por un ser entrañable que nunca ha tenido ni un mal recuerdo para con su compañero de viaje musical Danny Taylor “Fuimos los mejores amigos, nunca hubo una pelea o una mala palabra entre nosotros. Éramos un equipo en contra del mundo. “ Afortunados somos por poder asistir a esa música de una época mágica que fueron los sesenta del tiempo de nuestros padres y/o abuelos, y poder respirar ese sonido prácticamente en su estado puro.
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