Low Festival 2016: “Mucho Caliente” del bueno y para todos los gustos (Crónica Domingo)

Entre calor llevadero y el tremendo botellón de los accesos del recinto llegábamos a la jornada del domingo que clausuraba el festival con Vetusta Morla como plato fuerte de la jornada y un escenario Wiko que hizo las delicias, dejando un gran sabor de boca para cerrar esta edición del festival.

Comenzábamos a eso de las 22:00, precisamente en el escenario Wiko viendo a Pablo Und Destruktion que desde su querida Asturias impregnó con un poco de frescura a los asistentes al concierto que según fue avanzando iban llenando la explanada del escenario hasta terminar con un riguroso lleno. Pablo y su banda presentaban en Alicante los temas de su último trabajo “Vigorexia Emocional”, el trovador maliayo acompañado en esta ocasión de un violín, además de las habituales cuerdas y percusión, conseguía dar a sus canciones un tono aún más folklórico si cabe. Temas de amor abrían su concierto introduciendo a la gente en el ambiente, para terminar con un par de tonadas y los temas “más canallas”, Limonov, tan de moda hoy entre los políticos de  nuestro país, Desde Asturias Hasta el Cielo, Por Cada Rayo que Cae de su ya aclamado disco “Sangrín”.

Marky Ramone | Foto: Liberto Peiró
Marky Ramone | Foto: Liberto Peiró

Nos dirigíamos hacia el escenario principal, echando la mirada antes, al escenario Matusalem donde Marky Ramone, leyenda viva de Los Ramones, interpretaba I Wanna Be Your Boyfriend ó lo que queda de lo que un día fue parte de los orígenes del punk.

Accedíamos al escenario Budweiser por la parte de atrás con el convencimiento de que acceder por otra zona sería imposible por lo impracticable del estadio, allí Pucho y su banda recordaban que seguían siendo fieles al festival, habiendo estado ya en su primera edición, la que se celebró en Alicante. Y así entre proyecciones y focos, fueron los que más alumbraron de todo el festival, escupieron para unos 25.000 asistentes que tarareaban al unísono el setlist al que ya nos tienen acostumbrados los madrileños, con un bis incluido, terminando con “Los Días Raros”, un nuevo éxito de Vetusta Morla en Benidorm.

Vetusta Morla | Foto: Liberto Peiró
Vetusta Morla | Foto: Liberto Peiró

Mérito el de Miss Caffeina, que comenzaba su concierto con el de Vetusta Morla aún no terminado y acababan con una gran asistencia de público en el Matusalem.

Poco quedaba de festival, habiéndolo dado todo en el escenario Jagger los días previos y con la dosis de electrónica por las nubes, no sin nostalgia cada vez que nos acercábamos al escenario más pequeño del festival, decidimos terminar la jornada del domingo en compañía del Último Vecino, la verdadera esencia del pop 80s, Gerard deleitaba a los allí presentes con los himnos del nuevo “Voces” lleno de esperanza, todo un honor asistir a cada concierto de El Último Vecino.

Continuábamos en el Matusalem, con el concierto de Javiera Mena y sus polémicas bailarinas, y es que si con tu presencia de cantautora no llenas el escenario, por qué no hacerlo convirtiéndose al electropop y rodeándose de bailarinas con espadas láser, propuestas peores hemos visto en infinidad de lugares. La chilena ofreció un concierto correcto, centrándose en el albúm “Otra Era” quizás más dance que se prestaba a las necesidades del público del festival. La Joya, Espada, hasta Gerard de El Último Vecino acompañaba el recital interviniendo en uno de los temas, y así hasta terminar con Yo No Te Pido La Luna. Muchas ganas de comprobar cómo defiende Javiera Mena este formato a plena luz del día, ¿y sin bailarinas? Sus fans estamos emplazados al próximo Sonorama Ribera a la vuelta de la esquina.

El Low Festival llegaba a su fin, con buena nota, la organización sigue mejorando el sonido de cada escenario, también los accesos, y la cantidad de público se sigue manteniendo sin problemas de colas, un gran festival para la ciudad conocida como la Nueva York del Mediterráneo que a falta, desde 2006, de un Festival Internacional de la Canción de Benidorm, digno sucesor de éste es el Low Festival.