Eddie Vedder: Una historia de rock a la antigua usanza

En 1990 un chico de pelo largo y castaño y ojos verdes, obsesionado con el surf y de voz profunda, procedente de San Diego (California), aterriza en la efervescente Seattle para formar parte del grupo que entonces se conoce como los Mookie Blaylock, y que posteriormente pasarían a ser Pearl Jam. En un principio se siente fuera de lugar. Aunque había acudido expresamente a unirse al grupo por invitación de sus miembros, Eddie Vedder había llegado a una ciudad y una movida en la que todos se conocían y se influían artísticamente desde muy jóvenes.

Vedder en una actuación en 1991. Fuente: © Neal Preston/Corbis
Vedder en una actuación en 1991. Foto: © Neal Preston/Corbis

Nos remontamos 26 años atrás. Nacido en Illinois como Edward Louis Severson III, en 1970 se trasladó con su familia al sur de California. Siempre ha estado atormentado por una infancia difícil: el que creía que era su padre, el hombre que le crió, no lo era, y Vedder no lo supo hasta muchos años después. Temas como Release son clave para entender lo que supuso ese descubrimiento para él. Creció como un joven introspectivo y reflexivo, y a los quince años se independizó y cambió su apellido por el de su madre, Vedder. Vivió un tiempo en Chicago, donde vivía su familia en aquel momento, hasta que volvió a trasladarse a California.

En San Diego formó parte de varias bandas hasta que Jack Irons, el entonces batería de los Red Hot Chili Peppers, les habló a los integrantes de Pearl Jam de él. Stone Gossard le envía tres temas incompletos que Vedder termina de componer y a los que pone voz. Los tres temas serían después Alive, Once y Footsteps, los tres primeros temas de la formación definitiva.

Eddie Vedder en el Pinkpop Festival en junio de 1992. Foto: Paul Bergen/Redferns
Eddie Vedder en el Pinkpop Festival en junio de 1992. Foto: Paul Bergen/Redferns

Vedder llega entonces a una Seattle muy “endogámica”, si podemos decirlo así, con una creciente escena musical llena de vida y formada básicamente por grupos de amigos que tocan juntos; una ciudad y un ambiente muy diferente de su California conocida. Eso, unido a su carácter reservado e introspectivo, hace que no se adapte muy bien. Además, poco antes de su llegada, Andy Wood, cantante de Mother Love Bone (la banda que antes formaban los miembros de Pearl Jam), había muerto por una sobredosis y Vedder sentía que estaba ocupando su lugar. Con los años, exorcizaría ese sentimiento poniendo voz a una de las canciones más emblemáticas de Mother Love Bone y de Andy Wood: Crown of Thorns.

Poco a poco, el chico de San Diego se va integrando en su nueva escena. Forja una gran amistad con Chris Cornell, líder de Soundgarden, con quien pone voz a la preciosa canción Hunger Strike como homenaje a Andy Wood, y con Jeff Ament, el bajista de Pearl Jam (que aún, recordemos, eran Mookie Blaylock). Su innata capacidad para emplear imágenes en las composiciones y para expresar su complejidad interior le convierten pronto en el principal compositor de la banda junto con Stone Gossard, y cuando la burbuja explota y la banda asciende (con Ten, su álbum debut) a los primeros puestos de ventas y comienza a tocar en grandes escenarios, su carisma le convierte también en el líder. Admirador obseso de los Who, introdujo algo de ese rock clásico en la banda.

Eddie Vedder en uno de sus famosos saltos al foso. Foto: Lance Mercer.
Eddie Vedder en uno de sus famosos saltos al foso. Foto: Lance Mercer.

Posteriormente (véase el documental Twenty, de 2011, que celebraba los veinte años de la banda), el resto de miembros dirán que en un principio les costó aceptar el fuerte liderazgo que comenzó a ejercer Vedder, pero que fue algo que vino por sí solo, algo que el mismo público hizo así. El grupo aceptó ese liderazgo natural, nunca impuesto, basado, como afirma Mike McCready en el documental, en la gran intuición de Vedder, y quizá por eso siguen juntos y nunca se han separado.

Vedder también es conocido por la contundente expresión de sus ideas políticas. Ya en el Unplugged de la MTV, grabado en 1992, durante la canción Porch, escribe en su brazo las palabras “Pro Choice”, en alusión al derecho al aborto, del que es partidario. Son míticos también los enfrentamientos de la banda con Ticketmaster o la actuación en la NASA, cuando tocaron Bushleaguer y Vedder provoca que les abucheen al cantar con una careta de Bush y pisarla…

Siempre se ha posicionado, junto con el resto de miembros, contra la guerra o contra la política de Bush, entre otros asuntos. Ha sido muy criticado precisamente por eso. Le han tildado de hipócrita y egocéntrico, al hacer prevalecer a veces las ideas políticas de la banda sobre los intereses de sus fans, como este mes, cuando cancelaron su concierto en Carolina del Norte en protesta por la ley anti LGTB.

Vedder en el concierto de Pearl Jam del pasado domingo en el Madison Square Garden. Foto: Chad Batka/The New York Times.
Vedder en el concierto de Pearl Jam del pasado domingo en el Madison Square Garden. Foto: Chad Batka/The New York Times.

De forma paralela a sus discos y giras con el grupo, Vedder compuso en solitario la banda sonora para la película Into the Wild en 2007, formada por canciones sobre la sociedad, la reflexión, el diálogo con uno mismo, la soledad… algo que parece muy acorde a lo que sabemos sobre el carácter del músico. Sus canciones están siempre repletas de referencias al mar, al vuelo, a la conciencia, al conocerse a uno mismo. Ha dejado de ser tan contestatario y respondón; el joven de melena surfera, mirada un tanto inquietante y carácter difícil ha dejado paso a un hombre tranquilo y pacífico que compone sobre la vida. Sin embargo, Pearl Jam sigue sin callarse; las canciones de Lightning Bolt , el último disco, son un canto a la respuesta social.

Esta es una reflexión absolutamente personal y para nada imparcial, pero para nuestra generación y la anterior, es la última figura del rock que queda, junto con Dave Grohl quizás. Es el último gran frontman, el último músico auténtico.