Crónica Azkena Rock Festival 2024
El reciente Azkena Rock convoca a más de 50000 personas en las tres jornadas del festival, llena de una cantidad de grandes conciertos difícil de igualar.
El jueves 20 comenzó el festival con su apertura, el día inaugural es un día normal de festival con la única diferencia que existe un escenario menos, empiezan un poco más tarde y los conciertos acaban una hora antes. Con esto se acumulan menos bandas el día de presentación. Aun así, era inmenso el número de bandas a ver el jueves.
El jueves comenzó lloviendo durante todo el día, y a pesar de la lluvia, se pudo realizar el festival de la manera habitual. La organización repartió chubasqueros de plástico, para impedir que el público terminase empapado. Gran idea y algo mucho mejor que los paraguas que llegaron a colarse, no dejando ver al público que se ponía detrás de alguien que lo portase.
Llegamos en Whispering Sons. La banda belga soltó su descarga post punk bajo una intensa lluvia, con el público aún frio. Más tarde saldría Ty Segall al escenario principal, solapándose con el España – Italia de la Eurocopa. El concierto de Ty Segall fue más calmado y tranquilo de lo que nos tenía habituados ante de la pandemia. Muy enfocado en su último disco “Three Bells”, el artista californiano y los suyos dieron un recital de rock psicodélico bajo la lluvia.
El concierto de Ty Segall también trajo el final de la lluvia y la primera de nuestras elecciones, Tarque y a asociación del Riff tocaba en el segundo escenario de nombre “Respect”. No obstante, dejamos esta opción de lado para hacer nuestra primera incursión en el trasville. Los legendarios Los Sirex tocaban en una de las carpas. Historia viva del rock en España y uno de los primeros grupos de rock, surgidos a finales de los años 50. Sonaron todos sus hits “Que se mueran los feos”, “La Escoba”, “Yo Grito” o el hit con el que cerraron el concierto de manera extraordinaria “El tren de la costa”. Gran acierto de la organización, en un concierto que supero toda expectativa, hasta el punto de no poder entrar aquel que llegó tarde.
Salimos de la carpa y nos dirigimos al escenario principal para ver al nombre grande del día Jane’s Addiction. El grupo de los Ángeles salen sonando como un auténtico cañón con su formación original. Con la base rítmica contundente de Eric Avery al bajo y Stephen Perkins a la batería. Sobre esa base sobresale la guitarra de Dave Navarro, uno de los mejores guitarristas de su generación. A su lado un Perry Farrell al que se le ve algo cascado por el paso de los años, pero que aún sigue teniendo el magnetismo que siempre ha tenido, mientras se bebe una botella de vino.
Abren con “Up the Beach” y “Whores” y a partir de ahí, van subiendo. Los Jane’s Addiction van soltando trallazo tras trallazo. Canciones como “Jane Says”, “Mountain Song”, “Stop!” o “Been Caught Stealing” son una magnífica muestra de una banda que dejó tres grandísimos discos en su primer periodo de actividad de escasos 6 años. Todo su concierto giró en torno a sus tres primeros álbumes, es por ello que se echara en falta alguna canción como “Just Because” de los discos posteriores.
Tras terminar el concierto y mientras se siguen despidiendo empiezan a sonar Bonafide. La banda de Boogie Rock sueca, beben de grandes bandas de rock como AC/DC, los cuales hacen que todos sus rifs sean fácilmente reconocibles en ellos. Un buen cierre a la jornada de apertura, que siguió en las carpas con las ya clásicas pinchadas del Azkena.
La jornada del viernes se iniciaba en la plaza de la virgen blanca con Lisa & the Lips bien temprano. La voz de Lisa Kekaula es un portento, la cantante de The Bellrays se hace notar en cada uno de los conciertos que da. Una asombrosa mezcla de Soul y rock se entremezcla en cada una de sus canciones, llenando de esta forma la plaza y haciendo participe a todo el pueblo del festival.
Sin lluvia, entramos al festival a primera hora para ver al duo gallego de Stoner Bala. Presentando las canciones de su último disco Besta, van soltando balazos con el sonido más potente de todos los grupos que abrieron el festival. Tras Bala, empieza a sonar el grupo Irlasdes de Rock Dea Matrona, las cuales se las escucha versionando el “Kiss” de Prince. Voy directo a la carpa y me encuentro con Ghalia Volt, una One Woman Band belga con excelente pronunciación en español. Ghalia Volt consigue enganchar al público con un Blues que llega de primeras. Mientras toca bombo, guitarra y se bebe un whiskey de su petaca al mismo tiempo. El concierto perfecto para la marca Trashville.
Nos debatimos entre un lleno de La Perra Blanco y Barry Adamson, y vamos a este último. Barry se muestra en chandal Puma y con sombrero totalmente elegante, suena perfecto, a pesar de traer demasiado sonido pregrabado. Les siguen los Redd Kross, una eminencia dentro del Rock con un concierto más que correcto.
Se cita en el escenario L7 tocando totalmente su disco “Bricks Are Heavy”, posiblemente la mejor banda de rock formada totalmente por chicas de todas las generaciones. L7 son una inspiración y toda una influencia para toda banda de rock surgida más tarde. Canciones como “Pretend We’re Dead” o “Shitlist” siguen sonando incluso mejor que hace 30 años. Otro conciertazo en el Azkena.
Tras L7 empieza a sonar Arde Bogotá. Mucha polémica en que Arde Bogotá estuviera en el Azkena, pero aun así en directo muestran ser una banda de Rock llena estadios. Los de Cartagena poseen canciones de grandes Riffs que son cantadas y llegan a todos los públicos. Buena muestra de esto son canciones como “Los Perros”, “Antiaéreo” o “Que vida tan dura”.
Tras ellos aparecen en el escenario principal los verdaderos cabezas de cartel de todo el festival. Queens of the Stone Age no necesitan presentación, la gente se apelotona e intenta buscar hueco mientras está terminando Arde Bogotá. Despegan con “Little Sister” del “Lullabies to Paralyze”, en su set no queda nada de su álbum anterior “Viilains”. Con un gran protagonismo de su actual disco “In Times New Roman…”, canciones como “Paper Machete”, “Negative Space” o “Emotion Sickness” se adaptan perfectamente a su repertorio. Con un Josh Homme totalmente entregado al público bajando para mezclarse con las primeras filas, el concierto termina por todo lo alto entregando “You Think I Ain’t Worth a Dollar, But I Feel Like a Millonaire”, “No One Knows” y “A Song for a Dead” de su álbum por antonomasia “Songs for the Deaf”.
Tras un espectacular concierto nos decidimos por ir a The Real Mckenzies, grupo canadiense que mezcla punk con gaitas celtas, donde nos llegamos a encontrar pogos en las primeras filas. Nos perdimos a unos Demolition 23 del que todo el mundo nos habla maravillas con un Michael Monroe desatado. Una vez más terminamos hasta altas horas de la mañana en las carpas del Trashville con una de sus pinchadas en vinilo.
Llega el sábado, último día de festival y lo hacemos encarando una programación en el que nos interesa prácticamente todo. Nos damos una vuelta por el Txiki ARF, viendo como los más pequeños realizan manualidades mientras una banda toca en directo temas de Led Zeppelin, nos damos un paseo por el recinto mirando los diferentes stands, puntos de comida, el punto donde realizan bodas o los coches de choque. Vamos directos al escenario Respect para ver a Glen Hansard, mucho más rock de lo que cabía esperar, nos encontramos con muchísimo fan en las primeras filas, los cuales en sus canciones más relajadas como “Falling Slowly” rompen a llorar. Glenn nos habla de lo mucho que está disfrutando del festival, en especial durante el concierto de Queens of the Stone Age o el de Demolition 23. Mientras se vuelve cada vez más rock hasta el punto de tirarse una cerveza por encima, termina con “This Give” un gran concierto.
En este momento se solapaban The Detroit Cobras con una formación que incluía Marcus Durant en sustitución de la fallecida Rachel Nagy y el gran Warren Haynes. Después de Glen Hansard, escuchamos sonar realmente bien a Warren Haynes Band y nos decidimos a continuar con el concierto del exlíder Gov’t Mule.
Como no podía ser de otra forma nos quedamos anonadados ante otro conciertazo. Concierto de Blues Rock que va entremezclando temas de toda su carrera, canciones de el en solitario, junto con canciones de Gov’t Mule o The Allman Brothers Band. Una vez terminado cambiamos al escenario de enfrente para ver el que posiblemente fuese el mejor de todo el festival.
Mavis Staples a sus 84 años consigue sacar una sonrisa a todo el público cuando se lo propone. Con una banda formada por batería, guitarra, bajo y dos coristas es capaz de llenar corazones. Mavis canta delante del micrófono, baila y cuando se nota cansada, va hacia atrás a un banco que le tienen puesto y se sienta en él, mientras parece que toma un té y sigue el ritmo de la música bailando. Un concierto que sin lugar a dudas quedara grabado en la memoria de todos los que asistieron.
Dia realmente tranquilo, donde todo es mas calmado. Aparece Sheryl Crow, no pasa el tiempo por ella a sus 62 años. Siempre ha sido una mezcla perfecta entre country rock, con grandes dosis de Pop. Ella con una gran voz va alternándose de manera fácil entre guitarra y bajo mientras afina en cada canción. No se deja ninguno de sus grandes éxitos, comenzando con el tema de la película Cars “Real Gone”, le van siguiendo grandes canciones como “All I Wanna Do”, “If it Makes You Happy”, “Soak Up The Sun”, su versión del tema de Cat Stevens “The First Cut Is The Deepest” o el tema con el que cierra “Steve McQueen”.
Tras el concierto de la cantante estadounidense nos encontramos con uno de los grandes solapes del festival, St. Paul and Broken Bones los cuales tienen un directazo soul con un Paul Janeway como auténtico líder de la banda. Es una barbaridad ver a esta banda en directo. Por el contrario, nos decidimos para romper nuestra tranquilidad por Psychedelic Porn Crumpets, banda Australia de rock psicodélico que es pura energía en directo. Como unos King Gizzard And The Lizard Wizard algo más enfocados al rock. Con 6 álbumes ya a sus espaldas, se han cubierto con un gran repertorio para montarla bien, encima de todo escenario donde pisen.
Nadie tenía dudas de que Band Of Horses es un digno cabeza de cartel (compartido con Sheryl Crow). Los de Seattle hacían parón en su gira americana para realizar el único concierto programado en Europa. Band Of Horses van sobradísimos de buenas canciones. Quizás nunca llegaran a ser una banda llena estadios y al ser más templados nunca será una banda para hacer el típico gesto con el índice y el meñique apuntando al cielo.
En directo son una banda de sobra formada, que conectan desde el primer tema con su público. “Cigarettes, Wedding Bands”, “Crutch” y “Laredo” ya consiguen hacer entrar en el concierto a todo oyente habitual de la banda. Van cayendo temazo tras temazo, “No One’s Gonna Love You”, “Is There a Ghost”, “The Great Salt Lake”, una versión de un tema de INXS, hasta terminar con “Ode to LCR” y “The Funeral”. Resulta impresionante como una banda que deja temas como “Detlef Schrempf” o “Our Swords” pueda marcarse un concierto tan redondo como el vivido en el Azkena.
Para terminar All Them Witches, una de las bandas más esperadas por el público del Azkena. Posiblemente una desconocida aún, no así para este medio, el cual la sigue desde hace años y probablemente sea la que más conciertos ha reseñado en todo el país. La banda de Nashville, domina el Psyco-Rock y el blues con un tempo lento que mantiene al público hipnotizado durante todo su concierto. Con el peso de la guitarra de Ben McLeod y la poderosa voz al bajo de Charles Michael Parks Jr. Lo tienen todo para seguir creciendo en adeptos. Con un teclado que les hace sonar mas psicodélicos desde la última vez que les pude ver (prepandemia), no hacen más que ganar matices. Un concierto largo en el que no dejaron de sonar “When God Comes Back” o “Enemy of My Enemy” en la más de hora y cuarto que estuvieron sobre el escenario.
El Azkena Rock 2024, nos deja grandísimos conciertos, un ambiente espectacular y la comodidad de lo que debe ser un festival, valorar y disfrutar de la buena música. Con una variedad de bandas y un cartel casi coral, en el que todos tienen su importancia a la hora de aportar y sumar al conjunto. Por méritos propios el Azkena Rock Festival se convierte en destino de peregrinaje, el festival al que a que ir sí o sí.
Texto: Ramón Bravo
Fotos: Óscar L. Tejeda / Azkena Rock
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