Crónica Festival Río Babel 2023 | El triunfo del mejor festival de Madrid
El festival Río Babel volvió por segunda vez a la caja mágica después de dejar Ifema, donde se realizó antes de la pandemia. El festival estuvo perfectamente organizado, facilidad para acceder al festival, buen funcionamiento de las barras, conciertos hasta las 3:00 (cuando otros festivales cerraban a las 2:00), facilidad a la hora de utilizar cualquier medio de trasporte para llegar, un cartel espectacular, todo funcionando como un reloj.
El viernes comenzó el festival con el grupo de rap 31 FAM, con una puesta en escena con bailarinas y mucho calor, y es que fue común en el primer escenario que a primera hora se buscase la sombra. Del rap saltamos al bolero de Daniel, me estas matando, fantástico concierto de los mexicanos que con canciones como ‘Lo hice, te dejé’ y un show con una gran interacción con el público les puso como uno de los grandes conciertos de la jornada.
Lo mismo pasó con Sen Senra, un gran concierto del gallego, centrado en la presentación de su nuevo disco PO2054AZ (Vol.I). No faltaron hits como ‘No te hago falta’, ‘Euforia’ o ‘Perfecto’, así como la colaboración de Julieta Venegas en ‘De ti’, aprovechando la ocasión. Acto seguido fue la propia Julieta Venegas quién en el segundo escenario completo el mejor concierto de la jornada. Aun tirando de nuevas canciones de su último álbum ‘Tu historia’, el repertorio de la mexicana es envidiable, una vez que empieza a tirar de éxitos se convierte en un karaoke, donde incluso el menos fan, sabe todas las canciones.
Álvaro de Luna, con tan solo un álbum a sus espaldas consiguió llenar la hora y cuarto con un concierto pop- rock para sus fans más acérrimos. La sorpresa llegó más tarde en el segundo escenario, con la presentación de The Guapos. El grupo de Leiva y Adanowsky dio un recital de rock retro setentero super divertido, con versiones de los Rolling Stones o canciones propias como ‘Soy Guapo’ o ‘Boogaloo’ se metieron al público en el bolsillo. Fue curioso ver al público masivo entrar para ver el concierto de Morat y encontrarse a Leiva en el escenario.
Fueron los colombianos Morat, con sus canciones masivas quienes ejercían de cabezas de cartel, y fue el concierto más lleno de la noche. Con mucho público, que exclusivamente había venido para sólo este concierto. Las primeras filas se llenaban de fans, y el público que cantaba sus canciones llegaban bien lejos.
Cerraron los argentinos Conociendo Rusia, un grupazo rock que a medida que iba pasando el concierto te hacían conectarte más a él. El crecimiento de la banda está siendo muy grande, hasta el punto de verlos en carteles de festivales por encima de Slowdive o sus compatriotas El mató a un Policia Motorizado. Con la colaboración de Leiva en un par de temas ‘Jaula de oro’ y ’30 años’. Dieron la sensación de estar ante una banda mayor, con una proyección mucho mayor, que hizo que estuviesen mejor ubicados en la última hora del día. Canciones ‘Quiero que me llames’ o ‘Puede ser’ pusieron el broche de oro a la jornada del viernes.
El sábado fue sin duda la jornada de mayor asistencia de público, todo debido al gran cabeza de cartel, Juan Luis Guerra, un nombre que ningún festival al uso plantearía como nombre siquiera (a excepción de Cruilla). La jornada empezó con la seña de identidad del festival, grupos latinoamericanos y de gran diversidad de géneros. La Santa Cecilia abriendo a primera hora satisfizo a todos los asistentes, con una mezcla de boleros, cumbias y todo lo que hiciera falta. Con una presencia escénica que parecían unos Alabama Shakes a la mexicana. Un conciertazo mayúsculo para empezar el día. Les siguieron Aterciopelados, la emblemática banda de rock colombiana quizás mereció un horario más tardío. Siendo una de las bandas más difíciles de ver del cartel y por trayectoria, le hubiera pegado más tocar más tarde, ya que el calor a primeras horas en el primer escenario era abrasador. Aun así, Andrea Echeverri lo dio todo en un concierto altamente reivindicativo.
Acto seguido se pudimos disfrutar del buenrollismo de Mr. Kilombo y de un Guitarricadelafuente en pleno crecimiento, presentando su último disco ‘La cantera’, el escenario presenta una piedra enorme en el medio de este. Con una voz altamente personal logra conmover a parte del público. Al mismo tiempo que los primeros conciertos del segundo escenario, se solapan con el escenario comedia, situado en la zona de restauración y que, en el momento de tocar Tremenda Jauría con su música fusión, tiene sobre el escenario al televisivo Jorge Ponce.
Punto aparte fue el concierto de Juan Luis Guerra, sin duda, el concierto del festival. Una banda impresionante, y un público totalmente entregado y en comunión con el artista dominicano. Un icono, que consiguió darle importancia al merengue, con canciones de sobra conocidas por el gran público. Juan Luis Guerra puso a bailar a todo el recinto, bailaban desde vivos a no natos. ‘Ojalá que llueva’, ‘Bachata Rosa’ o ‘Burbujas de amor’ son gran ejemplo del amplio repertorio que llega a mostrar Juan Luis Guerra en un concierto que es ya historia del festival madrileño.
El día termina con los pogos del rock fusión de Eskorzo y Macaco repitiendo sobre el escenario grande del rio Babel, tirando de hits como ‘Moving’, ‘Con la mano levantá’ o ‘Lo quiero todo’, temas hiper radiados que son reconocidos por todo el festival.
El domingo viene a ser el día más completo del festival. Un grandísimo concierto de Colectivo Panamera abre el festival, para dar paso a la música balcánica de las Balkan Paradise Orchestra, un concierto lleno de vientos que hace disfrutar a medio festival. Empiezan a tirar de grupos que han pasado por los principales escenarios de festivales españoles. La M.O.D.A. comienzan media hora tarde por problemas de sonido que son resueltos y recuperados con el paso del festival. Comienza a sonar ‘Nubes negras’, presagiando una lluvia que termina llegando, aunque levemente. La Maravillosa Orquesta Del Alcohol deleitan a sus más fieles seguidores con una carrera cimentada en más de diez años de buenos discos. Por otra parte, uno de los grupos que más han crecido después de la pandemia, Arde Bogotá se marcan un gran concierto de rock, quitándose la etiqueta de unos nuevos Izal y sonando mucho más a banda que estos. Por último, Alizzz hace lo propio, aunque es cierto que la primera parte del concierto se hace algo plana, este empieza a despuntar en su segunda parte cuando empieza a tirar de sus hits ‘El encuentro’ o ‘Ya no siento nada’.
De vuelta al segundo escenario, volvemos a las raíces del festival con el mejor concierto de la jornada del domingo. El grupo mexicano Son Rompe Pera hace una barbaridad, un tremendo cumbion, que hace las delicias de los sonidos más duros. La cumbia es el nuevo punk. Esto queda claro sobre el escenario cuando ves la estética que los Son Rompe Pera y de sus primeras filas, donde los pogos son constantes. La cumbia consigue hacer comunión, creando una fiesta desde el minuto uno.
Hora del cabeza de cartel, único artista de la edición en lengua anglosajona, el gran Jamiroquai. El rey del llamado mal llamado Acid Jazz. Con su mezcla de soul y funk y con un concierto realmente largo, desplegó todo su potencial. Sonaron ‘Space Cowboy’, ‘Cosmic Girl’ e incluso el ‘Deeper Underground’ en un bis que debido al retraso de los conciertos veíamos improbables.
Sorpresa mayúscula el concierto de Peces raros, una mezcla entre electrónica y rock que bien podría estar sacada del Sonar. Los argentinos convirtieron el segundo escenario en una auténtica rave. Bien tarde empezó Bomba Estereo, mermado quizás por estar muy centrado en los últimos temas editados y claramente por la hora, en la que mucho público fue retirándose antes a casa. No fue hasta pasado 20 minutos que empezó a despegar el concierto con ‘Somos dos’ y ‘To my Love’, para no bajar el listón. Con una Li Saumet llena de color, es una auténtica líder capaz de echarse un concierto entero a sus espaldas. Con una retahíla de hits para el final como ’Fiesta’, ‘Fuego’, ‘Soy yo’ y ‘Ojitos Lindos’ cerraron el festival dejando al público con ganas de volver el próximo año.
El festival Río Babel sigue creciendo, sin llenar aun el actual recinto. Han pasado de un festival que metería en Ifema a unas 8.000 personas para ver a Bad Bunny, a meter a mas de 18.000 personas en la jornada del sábado de Juan Luis Guerra en la Caja Mágica. Con cifras algo menores a las del año pasado, este año dio más sensación de festival, estando más lleno durante todas las jornadas, alcanzando el punto de llenazo en los cabezas de cartel.
Después de haber asistido a los tres festivales grandes de Madrid, puedo decir que Río Babel es el mejor de los tres, todo gracias a la variedad que propone, a la apuesta por grupos latinoamericanos, a la comodidad del festival y a artistas que no están tan sobados como en la mayoría de festivales. Siempre es un placer volver al Río Babel.
Texto: Ramón Bravo Martín
Foto: Festival Río Babel
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