Crónica HellFest 2023 | Un festival como modo de vida (Parte 1)
Acudir a Francia, concretamente a la localidad de Clisson, para disfrutar del que posiblemente sea el festival más grande de música extrema a nivel europeo, no es algo que dure los cuatro días de festival, aunque físicamente permanecemos cerca de una semana en suelo francés, llevamos mentalmente meses en la región de Países del Loira. Todo comienza siempre el año anterior, el pistoletazo de salida lo marca la venta de los abonos. Una vez finalizados los fuegos de artificio, ya se mostró la que será la imagen del 2024, un logo relampagueante con tonos amarillos y naranjas, promete ser una edición “electrizante”.
Este año no habrá que esperar a Octubre ya qua la primera tanda de entradas se ha puesto a la venta el 27 de Junio y, como era de esperar, agotadas en apenas una horas. Lo siguiente en la ruta es decidir cómo llevar nuestras posaderas a tantos kilómetros de distancia, pues el viaje desde Galicia no es moco de pavo. Tras varias ediciones en coche y acampando, tras un único viaje en avión se decidió por unanimidad que cuando hay más de 1.000 kilómetros de distancia, el vehículo se queda en casa. Este año volvimos a viajar con la conexión más fácil y económica, Oporto – Nantes. Sería nuestro primer año fuera de acampada, hotel o habitación en casa ajena; esta vez tendríamos nuestro propio sitio, un dúplex bien cuco con todo lo necesario para pernoctar desde miércoles a martes. A nueve minutos andando teníamos la estación de tren, que por 5€ y cerca de veinte minutos, nos dejaba en Clisson. Una vez allí, por 3€ una navette nos llevaba a la entrada del festival. Cansados de caminar no llegábamos desde luego. Hemos tardado ocho años pero encontramos la forma definitiva de vivir el festival sin dejarnos media espalda, pies y mente por el camino. La opción de hacer noche en Clisson es imposible desde hace años.
Tenemos entradas y viaje, ¿qué es lo siguiente? Esperar a que salga el cartel para comenzar a babear. En esta edición se presentó por Twitch en directo, indicando escenario a escenario, cada uno con su propio diseño a modo de carta de tarot, las bandas que iban a tocar en cada uno de ellos. Nos quedaba una sorpresa sobre los escenarios que desvelaremos mas adelante, pues a estas alturas todavía no se sabía nada. Toca ponerse serio y escuchar el 100% de los grupos, aunque sean de sobra conocidos, en los siguientes fines de semana. Ya han aparecido varios nombres de bandas desconocidas muy a tener en cuenta, sobre todo francesas. Gracias a YouTube, el equipo de Madafackismo disfruta enormemente de todas las horas que simplemente nos ofrece saber el cartel. La siguiente etapa de nuestro recorrido es esperar unos cuantos meses al running order oficial, nada de Clashfinder, para imprimirlo y, rotuladores de colores en mano, marcar las bandas que serán nuestro objetivo en los cuatro días de festival. ¿Queréis saber cuáles eran y qué han visto nuestros ojos y disfrutado nuestros oídos?
JUEVES 15
Primera vez que el festival cuenta con cuatro días de conciertos, exceptuando la edición en la que el KnotFest visitó europa para abrir el festival, pero realmente no era el HellFest aunque todo el evento fuera en el recinto. La primera banda era una de las más esperadas tanto por nosotros como por gran parte de los asistentes. Las puertas del recinto se abrieron a las 16:30 para recibir a Blackbraid. Esta formación de Nueva York es única, pues está formada por nativos americanos que usando el black metal como medio nos muestran su cultura. Sgah’gahsowáh puso en marcha este proyecto en 2022 y ya cuenta con una enorme cantidad de fans.
La verdad es que disfrutamos como niños los cortos pero intensos 40 minutos, sobre todo cuando tocaron Moss Covered Bones on the Altar of the Moon. Mención especial al momento en el que el cantante deja el micrófono y, baqueta en mano, se une al batería regalándonos un precioso recuerdo. De ahí nos movimos al Altar para ver Aephanemer en su primera cita con el Hellfest. Banda francesa que no conocíamos mucho, pero teníamos curiosidad por escuchar en directo los guturales de su vocalista, Marion Bascoul. Y aunque no defraudaron, tampoco fue un bolo de grandes alardes. Nos fuimos pronto para coger sitio de nuevo en el Temple. Queríamos ver salir al escenario a los integrantes de Imperial Triumphant con sus espectaculares máscaras. Pero no son sólo eso, sonaban francamente bien, muy oscuro y con una voz desgarradora. Los neoyorquinos, con su mezcla de géneros que se separa de lo mainstream nos dejaron allí pegados, pero no tanto al resto del público que estaba en la carpa, y que me dio la impresión de que se iban marchando según avanzaban los minutos. Supongo que su estilo musical es bastante peculiar y no entra tan bien de primeras como el estético.
Tras esto, tocaba nuestro primer slot de descanso y bebidas frescas, aún quedaba mucho día y había que dosificar la adrenalina. Y aquí viene nuestra primera sorpresa: mientras buscábamos hueco para pedir en la barra de algún bar, escuchamos unas notas que no pudimos ignorar y que venían desde el Hellstage. Miré rapidísimo en la app oficial qué grupo era el que nos tenía embelesados. Era Cleaver, una banda francesa que vamos a investigar los próximos meses, porque a lo tonto nos tuvieron allí pegando saltos hasta que terminaron el bolo. Llegamos con el concierto ya empezado a Harakiri for the Sky, una banda que consigue que mi mente se vaya muy lejos, aunque me dio la impresión de que en directo no tenían química entre ellos. Nos quedamos hasta Heroin Waltz y nuestra idea era pasarnos por el Valley a escuchar el maravilloso post metal de DVNE, aunque primero hubo que parar en los baños, y con eso sumado al paseo que había este año entre los dos escenarios, no llegamos a tiempo de ver más de dos canciones. Otra vez de camino a las carpas, paramos un momento en el Main para escuchar a Alice Cooper cantando I’m Eighteen con Hollywood Vampires. Queríamos ver al señor Depp aunque fuera desde lejos, así que una vez tachada la tarea, seguimos nuestra ruta hacia Dark Funeral. Dudamos entre ellos o Celeste, no fue una elección fácil pero ganaron los suecos. Siempre correctísimos y sonando a la perfección, nos deleitaron con My Funeral y Let the Devil In entre otras, teniéndonos entretenidos la hora entera.
Una vez terminado, corrimos a la Warzone a disfrutar con Svinkels. No recuerdo haber bailado tanto desde Perturbator el verano pasado. Tocaban a la vez que Kiss, pero la Warzone tiene a su propio ejército de fieles y siempre está hasta arriba, y además, nos chivó un nativo que llevaban 20 años sin pisar un escenario, dos razones más que suficientes para que no cupiese un alma más allí abajo. Me pareció increíble la energía que traían. Hacia la segunda mitad, DJ Pone se marcó un “solo” que nos dejó locos, y el concierto culminó con la esperadísima Réveille le Punk. De allí fuimos corriendo a Behemoth. No podíamos perdernos este bolo, para mí sin duda el más importante del día. Parecía difícil entrar en la carpa ya que la gente sobresalía bastante por fuera, pero mientras sonaba Post-God Nirvana nos fuimos abriendo camino hasta conseguir gozar desde bastante cerca. Sé que todos los años hay que hacer sacrificios, y es que en este momento estaba tocando Amenra en el Valley. Dolió mucho no ir, pero necesitaba presentar mis respetos ante Nergal. La verdad es que el concierto fue un espectáculo, con algo de pirotecnia incluida, y no hay ninguna duda de que mereció la pena. Por supuesto no faltaron los temazos Blow Your Trumpets Gabriel o Bartzabel y otras más clásicas como Ov Fire and the Void. Un cierre perfecto para el primer día.
VIERNES 16
El día en el que conocimos lo que realmente significaba el Infierno. Sin demasiado cansancio de la jornada anterior, únicamente por el calor y no por el patear de un escenario a otro, madrugamos y acudimos al recinto a primera hora de la mañana. Vended, banda liderada por el hijo menor de Corey Taylor. Sin querer faltar al respeto, es Slipknot de AliExpress. Funcionan muy bien encima de un escenario, tienen mucho potencial por delante y con ese padre para darte consejos, únicamente queda esperar cosas buenas. A Hetroertzen era realmente a quien teníamos muchas ganas de ver. Esta banda de origen chileno de black metal tiene una historia curiosa. Sus miembros fundadores, Kæffel y Åskväder, se mudaron a Noruega para rodearse de la mejor atmósfera para componer. Y lo consiguieron. Los primeros bolos son bastante especiales, es cuando las formaciones tienen el tiempo justo para tocar sus mejores temas y casi nunca defraudan. A las 10:30 conseguimos trasladarnos a los bosques noruegos. Parada para descansar y tocaba volver a repartirse. Esta vez era el turno para Belenos, banda francesa de pagan black, que en disco suena increíble pero en directo no. Para salvar el momento estaban LLNN, oscureciendo el cielo a plena luz del día con su increíble música. Llegamos para presenciar el final del concierto con Scion, Division y Obsidian. El mejor post metal al servicio de los madrugadores.
Tras otro merecido descanso, el solo no daba tregua, para refrescar gaznates y estirar las piernas, acudimos a uno de los marcados como “no perderse” Acod. Para los que no los conozcan, otra banda francesa y otra de gran calidad. Guitarras increíblemente melódicas, sonidos atronadores de batería y una voz galopante al mejor ritmo del death/black. Gran concierto lleno de energía y contundencia donde repasaron los mejores temas de su discografía. Recomendado 100% escuchar su último trabajo: Fourth Reign over Opacities and Beyond. Último descanso de media hora antes de ir a comer y realizar el parón para lo que teníamos por delante. Tercera vez en el día que tocaba repartirse. Primitive Man en el Valley, escenario que movieron de zona y ya no forma parte de las carpas. Todo para liberar su espacio y construir un templo dedicado al merchandising oficial. Les funcionó a la perfección, viendo las grandes colas que se formaban para gastar dinero. También se aprovechó para reubicar el merch oficial de las bandas, siendo mucho más fácil realizar compras sin tener que morir en el intento, pues estaba en la zona de los Main Stages, y siempre hasta arriba de gente. Antes de hablar de la formación americana, decir que ya que se mueve una carpa, ¿por qué no hacer algo temático? Así es como funciona la maquinaria del HellFest. Ruido, pero ruido con sentido y agradable, es la mejor definición para Primitive Man. Presenciamos los primeros minutos antes de caminar hasta el Temple a ver una de las últimas incorporaciones al evento, Akiavel. Si os gusta Arch Enemy os gustará esta banda, ¿de dónde? Francesa, otra vez. Llegamos con el público encendido y metido al 200% en el concierto, nos dejamos llevar sin conocer demasiados temas hasta que, para sorpresa nuestra y creo que de todos, cerraron con una versión de Roots Bloody Roots de Sepultura. Saben como ganarse al público.
Tocaba el descanso grande y sacrificar a varias bandas, algunas muy dolorosas pero era necesario. Unearth era el único que la verdad nos importó bien poco perdernos su directo. Metalcore que suena como todas las bandas de metalcore, bien pero aburre. La escena últimamente se está llenando de este tipo de música que, personalmente, me aburre y de verdad, todas las bandas me suenan igual. Valoré mucho si contar lo que viene a continuación y decidí que, por desgracia, formó parte del viaje aunque ojalá no hubiese sido de esa manera. La idea era ir hasta el piso, ducharse, comer algo y descansar un poco antes de asistir a Vreid. Tras subirnos a un tren y estar esperando cerca de 20 minutos, los empleados mandaron desalojar. Sin nosotros entender francés ni ellos inglés, no teníamos mucha idea de lo que estaba pasando. Quizás el tren esté averiado, pensamos. Tras varios minutos de espera nos enteramos de que el servicio de trenes quedaba parado durante las próximas tres horas, como mínimo. El motivo era que dos estaciones camino a Nantes desde Clisson, en una parada, un tren de mercancías atropelló a un joven de 20 años, matándolo en el acto. Menos mal que el heavy, rockero o metalero, gente con sentido común, entendió la situación y no se montó un alboroto ni hubo que escuchar comentarios desagradables sobre la situación. Una familia acababa de perder un hijo, el festival quedaba en segundo plano. Sin trenes y sabiendo que hasta la noche no se iba restablecer el servicio, decidimos permanecer en los bares del centro de Clisson, visitar su castillo, ir a darnos un baño al río y beber rica y sabrosa cerveza a la sombra. El descanso se alargó bastante antes de volver a subir al festival. Aunque parezca una tontería, son cerca de catorce horas de música en directo diariamente. Siempre hay que sacrificar bandas. No se descansa igual en una casa que “tirado” en un bar, y era elegir entre esas bandas y ver si podíamos ya regresar a casa; o subir a las de la noche e ir al tren sabiendo que el problema ya estaría resuelto.
Gorgoroth nos hizo olvidar todo lo vivido en las últimas horas. Con Hoest como cantante ganan enteros encima de los escenarios, aunque habiendo visto el año anterior a Gaahl siempre nos quedará una espinita clavada, tenía que ser una barbaridad verlos en sus mejores tiempos. Si quieres adorar a Satán, con asistir a uno de sus conciertos ya formarás parte de su club. La definición perfecta de True Norwegian Black Metal. Nick Holmes acudía el HellFest con su proyecto Blooodbath, aunque llamarle eso a una banda activa desde 1998 es un poco arriesgado. Paradise Lost se formó en el 1988. Dieron el que posiblemente fuera el mejor concierto de death metal de todo el festival. Encima del escenario hay tanta calidad en todos sus músicos, que es imposible hacerlo mal. Aunque Nick parece un vendedor de seguros y no un cantante con voz gutural, una vez abre la boca se te olvida absolutamente la póliza que estabas a punto de contratar. Abriron con su single Eaten, se metieron al público en el bolsillo y no nos dejaron salir hasta terminar con Mock the Cross. Nunca pensé que el death metal era divertido, sí el grindcore y su sentido del humor; hasta que escuché Zombie Inferno en directo. Acababamos de asistir a uno de los mejores shows del HellFest 2023. Como dato curioso asistimos a todos los conciertos de los miembros de Paradise Lost con sus proyectos paralelos, pero no al concierto de la banda madre. Para cerrar el día, porque a los últimos conciertos no teníamos pensado asistir, decidimos ver a Botch, otra de las bandas incluida por las diversas caídas en el cartel publicado en Diciembre del 2022. Rápidamente os enumero las bandas y los motivos de no cerrar con el último slot. Sum 41 no nos gusta demasiado, no llegamos a odiar a la banda como Noel Gallagher de Oasis, pero esa etapa nos queda lejana y realmente tampoco en su apogeo nos decía mucho. Gogol Bordello no lo conocíamos y en cuanto escuchamos una canción suya supimos la razón. En este caso compartiríamos la opinión de Noel sobre esta formación. Sobre el metalcore ya di mi opinión y As I Lay Dying es uno de sus abanderados. Hay mucha controversia sobre si esta banda debería seguir en activo, su cantante pasó por la cárcel tras intentar asesinar a su novia contratando un sicario, que al final era un policía encubierto. Cumplió su condena y no deberíamos ser nadie para juzgar. Volvamos a Botch. Lo dieron todo sobre el escenario y querían hacerse escuchar en todo Francia, pues su último concierto en tierras francesas había sido 23 años atrás. Conocíamos varios temas y fue muy agradable que sonaran todos en directo: Afghamistam, Japam, To Our Friends in the Great White North… Es muy extraño que sea incapaz de escuchar su música sin ser en directo, es una formación que, personalmente, solo funciona de esa manera. En estudio se me hacen tediosos. Disfrutamos el concierto y conseguimos “salvar el día” tras los cambios de planes. Los trenes volvían a la normalidad y pudimos llegar a Nantes sin ningún tipo de problema.
Crónica: Alexis Montans
Fotógrafa: Amina Abdien / Jaime García
Debe estar conectado para enviar un comentario.