Godspeed You! Black Emperor (Sala But, Madrid)

Martes 12 de noviembre, Sala But, 21:00h

El martes 12 de noviembre asistimos a uno de los mejores conciertos que se pueda presenciar en la actualidad. La banda de culto canadiense Godspeed You! Black Emperor, inmersa en una gira que les llevaba a visitar Santiago de Compostela, Bilbao y Barcelona, hacia su parada en la madrileña sala But para dejar a todo el público enmudecido durante su recital.

Media hora después de la apertura de puertas apareció la también banda canadiense Light Conductor, con un set de post rock experimental, con sus tres componentes alrededor de una mesa creando sonidos en lo que vendría a ser una electrónica ambient que bien se podría extraer de una banda sonora, algo así como la deriva que tomó en su último álbum el holandés Jacco Gardner.

Hacia las 21:30 aparecieron los ocho componentes de Godspeed You! Black Emperor, una banda inmensa tanto en calidad como número de miembros, pero que tras escuchar su sonido el numero de componentes se queda pequeño por lo que llegan a alcanzar. Suenan a orquesta de música clásica, pero logrando meter varias capas de sonido a todas sus canciones, distorsión, melodías al violín, la guitarra, al bajo y contundentes ritmos en la batería, todo en un escenario perfecto debido a la acústica de la sala But.

Sonaron seis temas en un directo de hora y media, que bien se podía haber hecho corto para todos los que asistimos a él. Despegando con su clásica Jam “Hope Drone” y sonando temas inéditos hasta ahora como “Glacier” y “Cliff”, no se olvidaron del que en estos momentos es su último álbum de estudio “Luciferian Towers”, encadenando todas las partes de “Bosses Hang” y “Anthem For No State” alcanzando una perfección sublime, poco inusual en un directo y difícilmente alcanzable por ninguna otra banda. Cerraron con “Blaise Bailey Finnegan III”, poniendo banda sonora a esas voces que aparecen grabadas.

Aquel martes fuimos cómplices de la experiencia más cercana a la levitación que un humano pueda tener, y es que en un concierto de GY!BE la sensación de estar espiritualmente sobrevolando el suelo es una constante, una experiencia única y digna de vivir una y otra vez.

Texto: Ramón Bravo

Foto: Luis J. Cordova