Toundra – “Vortex”

  • 8/10
    Nota - 8/10
8/10

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Redoble de tambores.. se acerca una banda a ritmo de spaghetti western adaptados a su forma de entender el campo del rock ambiental y dejar sello dando conciertos allá por donde pasan, tanto en España como fuera de ella. Esta vez llega en forma de errante solitario camino hacia lo desconocido

Tras llegar a la ciudad sin apenas descanso, descalzan sus botas o bien aterrizan en su nave nodriza desde el vórtice del espacio que les ha llevado a nuestra dimensión y empiezan a moverse como una Cobra. Si te acercas con miedo te olerá como una presa, así que muestra respeto por su mordedura y su peligroso veneno, pues si te muerde serás víctima y devoto del vértigo de las guitarras mientras no puedes quitarte de la cabeza como resuena desde el interior de tu tímpano la batería que acompasa el trabajo incansable del bajo.

Una vez sembrada la semilla y descubiertos tus miedos y ofensas, se definirán como Tuareg, explicándote porque han llegado hasta aquí y como tras 5 largos son respetados como una de las mejores bandas españolas y que no hace falta tener un vocalista para ser relevante, aunque sus colaboraciones con Niño de Elche nos enseñen una imagen de lo que podría haber sido una voz acompañando semejantes argumentos melódicos, como con Tuareg durante 8 minutos de extrema calidad de unos músicos acostumbrados a ser nómadas desde que lanzaron sus descargas al espectro sonoro.

Tras la primera polvareda del aterrizaje y la formación del campamento en tierra inhóspita, llega el paso de la primera noche en calma a modo de Cartavio. Un reposo que nos baja las pulsaciones hasta que la luz del alba nos va despertando. Es el momento de no bajar la guardia y seguir el plan previsto. Marchamos al ocaso de Kingston falls con nuestras guitarras sonando agudas y perfiladas. Son nuestra punta de lanza para defendernos de los peligros, camino del eclipse que perseguimos.

Es ahí, en la desertificación de Mojave, ante sus arenas sin vida, vamos vagando por el vasto desierto mientras miramos el eclipse en todo su esplendor. Una marcha que se torna lenta pero segura en las primeras horas de la noche. De repente llega medianoche y nos cruzamos con ese sol negro en plenitud. Ahí empieza la meca que hemos buscado desde nuestra llegada a este planeta. Devoción, afilados riff y nuestra contundencia en el relato son nuestras armas para rendirte pleitesía, pues somos una banda de rock.

Al terminar nuestra senda por el desierto, llegamos a Cruce Oeste. Nuestra frontera final en este relato, donde se resume la aventura de llegar hasta aquí en nuestra más pura esencia.

Tras más de 10 años de trayectoria, Toundra en su 5º disco, el primero que no se titula con números romanos, nos regalan una vuelta de sus sonido más primitivo, con la experiencia de las tablas adquiridas durante una carrera que no ha tenido altibajos en la forma de atacar cada nuevo disco. Quizás sin menos instrumentos que su predecesor IV, inspirado en la fábula de un bosque, Vortex es una mirada más espacial de su música hacía quizás, la visión que tienen del mundo actual.