Thurston Moore Group (Sala Copérnico, Madrid)
Miércoles 22 de noviembre, 20:30h
¡Vaya noche!, la cosa empezó con un telonero que no estaba en cartel en principio, Javier Díez – Ena, compositor thereminista, el theremín como bien dijo, es el primer instrumento electrónico de la historia (1920), y el señor Ena nos recalcó que exceptuando el loop station, para hacer bucles y continuidades sonoras, todo era composición propia, y así nos zambulló en su mundo sacado de una película de Ed Wood, con marcianos, música de sirenas-vampiro, frankensteins de juguetes o la música que sonaba en el music – hall del Titanic antes de hundirse. A ello había que sumar las visuales realizadas para su música por El Problema con imágenes antiguas de huracanes o ratones de laboratorio en una amalgama visual de lo más sugerente con imágenes hechas para su música.
Ena como un prestidigitador sonoro hacía voces de ópera con las manos en “Berlin Ghost Opera” un particular homenaje al arte y cultura alemán del siglo XX. “Roll Li Ning Roll” o el gótico tropical de “Varano Negro” fueron algunos de los temas que interpretó para acabar con la versión en clave más industrial hip hopera de Duke Ellington del tema “Caravan” un standard de jazz de 1936. A Thurston Moore, bien conocido por recopilar todos los sonidos diferentes del planeta como buen “discólico” y amante de las vanguardias como es, se le podía ver por un lateral con sus gafas puestas disfrutando de la música de Javier Díez – Ena de forma encubierta.
Lo de Thurston Moore, es extraño, a sus 59 años aún no tiene canas y es el eterno adolescente encarnado, conocida es su filia por el black metal y la música satánica, llegando hasta formar una banda llamada Twilight, ser curador de una exposición sobre Mayhem o realizar el libro The Death Archives: Mayhem 1984-1994, ¿habrá hecho un pacto con el diablo para mantener su juventud?. No lo sabemos y probablemente sí nos importe pero jamás lo sabremos, así que no es menester. Moore llevaba colgando una cruz con clips, y sabemos de su cruz luminosa tatuada en el hombro, así que de satánico, bien poco.
La Thurston Moore Group, aún siendo un miércoles llenó finalmente la sala, pues la ocasión lo merecía, venía acompañado de Steve Shelley, batería de Sonic Youth, y de la bajista de My Bloody Valentine, nada menos, aparte de otro guitarra experimentado o experienciado como diría Hendrix, dio un concierto brutal, en lo amplio del término, por partes parecían una banda de metal industrial con riffs pesados incluso, y por otro lado decir que el sonido de la preciosa Sala Copérnico, una especie de galeón del Capitán Nemo, ayudaron una barbaridad, para dejarnos el alma electrificada, con sus mutaciones en constante alta tensión donde no se sabía donde empezaban o terminaban a veces las canciones.
Thurston Moore presentaba su nuevo disco en solitario “Rock & Roll Consciousness” y así es que terminó de presentarlo entero con sus 5 temas íntegros: “Smoke Of Dreams”, “Aphrodite”, “Exalted”… con unas letras que no tienen desperdicio: She is the future/And a prophetess/Also oracle /Spaced out in timelessness. El disco más luminoso de Thurston Moore por suerte sólo se hacía notar en las letras como “Be A Warrior, Love The Life” de la canción “Heavenmetal” de su otro proyecto Chelsea Light Moving que también tocó, en cuanto a la música y su estridencia no ha bajado ni un sólo punto. También interpretó alguna de su penúltimo l.p como “Speak To The Wild”. Esa noche el gurú de las guitarras sólo utilizó dos diferentes, todas desgastadas, al igual que la de su compañero, tenía un atril donde iba poniendo las letras de las canciones, apuntadas en el reverso del festival Fraternity Of Sound, festival de 4 días que se celebran en Grecia (Atenas) con algunas de las músicas más extrañas, arriesgadas y sorprendentes de todo el orbe, y donde tocó uno de los días junto a Ben Frost y Zonal (proyecto de Justin K. Broadrick y Kevin Martin de Techno Animal), Drew McDowall de Coil y más músicos.
La bajista de MBV, Debbie Googe permaneció el concierto tocando de perfil junto al batería, en un bajo que se transformaba en guitarra y que tocaba hasta con el puño cerrado, a cada lado del escenario estaba cada guitarrista, Moore a la derecha, y James Sedwards a la izquierda que se abalanzaba al borde del escenario para impregnar a la gente del sonido. Interludios supersónicos del acabose hacían que la canción cambiase y volviera al punto de retorno, entre 3 o 4 cambios en una canción en una media de diez minutos.
Th. Moore está considerado uno de los 100 mejores guitarristas de la historia de la música, instrumento que tocaba y zarandeaba como un niño un juguete que conoce demasiado bien, con soltura, desparpajo, sin miramientos, lanzándola al aire y dándole golpes…Llegaron las partes experimentales de ruido absoluto en el que los tremolos de las guitarras y del bajo temblaban, y donde Jimmy Hendrix hubiera llorado de emoción al ver a sus hijos putativos, tras el tema “Cusp” que tenía partes que podía haber firmado Godflesh, Th. Moore con las manos en posición námaste nos agradeció las buenas vibraciones en un público que estaba completamente metido en el espectáculo…Zumbidos, arañazos en el altavoz, traqueteos en los mástiles de los instrumentos en momentos que parecía el japanoise de Merzbow más que un concierto de música indie y en lo que se convertía en una electric jam feedback noise…De hecho tenía Moore un disparador con cable que cuando apretaba sonaba un ruido infernal, el papel de guitarra rítmica y guitarra principal se lo iban turnando, intercambiándose los ruidos… la luz azul y negro de la sala daba un brillo especial a la batería plateada de Shelley.
Uno de los bises inéditos fue “I’m Tired Of Heavy Metal”, irónica canción con partes que nos hizo descender al inframundo de las guitarras con tormentas eléctricas y viajes interestelares sobrecargados. El concierto terminó con una canción de la época heroica como dice Julio Ruiz, un tema de su debut en solitario “Psychic Hearts” de 1995 dedicado al espíritu y la psicodelia de Yoko Ono, la canción en cuestión fue “Ono Soul”, canción que el público reconoció rápidamente estallando en ovaciones. Definitivamente Thurston Moore no es Gary Moore.
Sebensuí A. Sánchez
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