Attrition & Uvegraf (Sala Rock-Ola, Madrid)
Attrition (& Uvegraf)
Sala Rock-Ola, Madrid
Sábado 21 de octubre, 22:00h
El pasado sábado ocurrió un concierto muy especial en una sala, la Rock-Ola que intenta recuperar la música de la Edad de Oro de la música moderna como fueron los 80. Y en ese día tocaron dos grupos que representan enormemente ese espíritu. En primer lugar actuó el proyecto de Juan Teruel, Uvegraf, pionero de la música industrial/electrónica en España, editor de fanzines, de cassettes, así como de uno de los recopilatorios más arriesgados y abrasivos en la historia de la música española como fue y es “Conspiración” con gente como II Época del Hombre, La Otra Cara de un Jardín, Depósito Dental o Esplendor Geométrico entre otros. Después de más de 30 años, 32 para ser exactos de su primera grabación en cassette, nos sorprende con su primer LP grabado a mitad de camino entre Rusia y España y titulado “2047-Sala de Máquinas”, esa noche fue la presentación de su nueva grabación e iba muy bien acompañado de una compositora que se encargaba de los sonidos más sutiles y delicados mientras él se encargó de las partes más rítmicas y contundentes, con sugerentes fondos maquinales, efectos de voces delicadas, robóticas, abstractas, que hacían recordar a esa magia industrial de antaño de gente como Diseño Corbusier, sonidos que sólo un protagonista de esa época, probablemente, podría evocar.
Sonidos analógicos, usos de teclados (hoy prácticamente olvidados por el uso de la programación informática), con la calidad sonora de los tiempos de ahora, enormes voces robóticas tipo La Voz de La Energía de Kraftwerk, y varios tipos de registros desde el tecno a la EBM donde se subieron los decibelios, industrial ochentero, o partes más planeadoras y experimentales donde parecían resonar violines zíngaros, voces en plan diatribas en inglés, y un sonido declaradamente futurista.
La siguiente banda eran los ingleses Attrition, banda originaria, nada menos que de la darkwave, que datan de 1980. Formación que en sus 37 años de carrera ha tocado casi todos los palos en cuanto a músicas de culto se refiere en su gigantesca discografía, y que actuaban por primera vez en Madrid. Martin Bowes, único componente originario que aún queda tras varias décadas, estaba acompañado de una chica con voz dulce, elemento distintivo de Attrition el de voces de opereta femeninas, y que le acompañó también a los teclados bajo unos focos rojos y oscuros, que tocaba con unos guantes con luces en las falanges, unas medias que decían ‘bitch’ y unos botas de cuero negro con tacones de aguja que le hicieron ir irremediablamente al suelo cuando intentó bailar.
Martin Bowes hizo un concierto basándose en su última etapa, principalmente con una EBM moderna con fondos de drum & bass en algunas ocasiones, una voz cavernosa como la que utiliza Laibach en también su última época. Bowes encendió un ramillete de inciensos cual antorcha que le duró una buena parte de la actuación, el humo rebotaba en el techo de la sala, la músico grabó un canto que luego sampleó utilizándolo en diferentes partes, sonaron temas como “Dreamcatcher” o “Dante’s Kitchen”. Bowes que quedaba de rodillas en el suelo con la antorcha de incienso con la que tenía a toda la sala embriagada usaba teclados al igual que su compañera, y utilizaba percusiones grabadas de batería. Hubieron duetos, samples de guitarras e incluso sonoridades que recordaban a la sintonía de Twin Peaks. Este es a grandes rasgos, el resumen de un concierto de dos bandas seminales, de las que por suerte una es incombustible (Attrition) y la otra (Uvegraf) ha resucitado con renovadas fuerzas y un estilo propio, pulcro y depurado.
Sebensuí A. Sánchez
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