Hurts – “Desire”
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3/10
Resumen
Han pasado ya siete años desde que este dúo británico saltó a la fama internacional con su sencillo “Wonderful Life” que los situaba en la rampa de salida hacia el mainstream británico y aspirantes a convertirse en una especie de Depeche Mode con menos inventiva pero más modernos y con un sonido electrónico digno del Siglo XXI. Ahora, después de haber lanzado tres LPs, realizado varios bandazos en cuanto estilo y con muchos kilómetros a sus espaldas tocando en algunos de los festivales más importantes del mundo no una sino varias veces, regresan con “Desire”, un intento de relanzar su carrera y acompañar unas buenas cifras de ventas de anteriores trabajos y la fuerte promoción – muy por encima de la media en los tiempos que corren – también con un apoyo de la crítica especializada así como ampliar su espectro de fans a sectores importantes del público en los que todavía causan rechazo.
Y no es para menos. Desde sus orígenes el principal problema de Hurts ha sido la ausencia de identidad propia en sus composiciones. Sus temas más destacados siempre han sonado a otro grupo con un bagaje musical mayor o a bandas coetáneas con las que comparten ese problema de indefinición navegando en el océano de la vulgaridad.
Con su nuevo trabajo esto no se ha solventado, más bien todo lo contrario, profundizando en su falta de ideas con las que sorprender a un público cuya fidelidad tiene una fecha de caducidad que depende del tiempo que tarde en interesarse por una nueva boy band o icono juvenil que esté en plena cresta de la ola pegando el pelotazo con algún single que inunde las radio fórmulas de todo el mundo. Muchos de los fans sembrados con su primer trabajo ya les han abandonado, o más bien los tienen aparcados ante un pelotazo mayor y más reciente debido a lo repetitivo y previsible de su nueva propuesta musical.
Canciones pertenecientes a “Desire” como “People Like Us”, “Beautiful Ones”, “Magnificent” o “Wherever You Go” son buenos ejemplos del carácter eurovisivo y previsible que acompañan al grupo estos últimos años. Ya no son los nuevos Depeche Mode, si alguna vez pudieron llegar a aspirar a serlo, pero tampoco se deciden a apostar por un sonido revival de Back Street Boys ni a ser una banda hermana de One Direction con la cual poder ejercer de teloneros en conciertos y festivales. Además, en la comparación más recurrente con sus coetáneos Imagine Dragons siempre van a tener todas las de perder.
Solamente temas como “Boyfriend”, en donde coquetean con el funky y lanzan un guiño a Michael Jackson, “Wait Up”, de un tono más chill out y sexy o el discotequero “Spotlights” se presentan como las únicas gotas de inspiración incluidas en “Desire”.
¿Alguien se acordará de este trabajo dentro de 10 años? ¿O de 4?