FIB 2017 | La Reivindicación del FIB
El FIB ha cerrado su vigésimo tercera edición con unos magníficos datos de asistencia – un total de 177.000 asistentes en cuatro jornadas, destacando los 53.000 de la jornada fuerte del sábado – y un buen puñado de actuaciones memorables que pasarán a ocupar un lugar destacado en la historia del festival. La edición de 2017 era una reválida necesaria después de la línea ascendente en cuanto a asistencia y programación que el festival venía mostrando desde 2014, momento en el que Melvin Benn toma el control del festival. Y el examen de 2017 podemos afirmar que el veterano festival castellonense lo ha aprobado con nota.
JUEVES 13
Brais Iglesias Castro: Horas antes de dar el pistoletazo de salida a una nueva edición del Festival Internacional de Benicassim, el ambiente en el pueblo y en los alrededores del recinto nos hacía presagiar que aquel día iba a ser una de las jornadas inaugurales más multitudinarias de la historia del festival.
Los americanos Sunflower Bean y los valencianos Gener inauguraron la programación musical del festival con dos actuaciones muy solventes. Los de Brooklyn fueron los encargados de abrir el Escenario principal mientras que los segundos se subieron al Escenario VISA ante un público mayoritariamente valenciano que disfrutó de temas como Vudú contra els senyors de la guerra, Les Dones o el emblemático final de concierto en D’un poble del sud donde lograron crear una atmósfera increíble con el público cantando a capella “No tenim treball, no tenim futur, no tenim diners, som d’un poble del sud!” Espectacular. La enésima prueba de que una propuesta de corte indie también puede presentar una crítica social y política en sus letras sin ningún tipo de problema.
A continuación llegaría el turno de Belako y Twin Peaks. Mientras que en el Escenario Las Palmas los vascos despertaron incluso la admiración de un Melvin Benn, que siguió todo el concierto muy atento desde el propio escenario – “ha sido el mejor concierto que he visto en lo que llevamos de año”, según sus propias palabras –, Twin Peaks en el escenario mediano no cumplieron las expectativas que muchos a priori habíamos depositado en ellos. Concierto monótono, sin ritmo y con excesivas interrupciones, que no logró en ningún momento enganchar al público. Una pena.
A las 21:10h comenzaría uno de los platos fuertes de la primera jornada del festival: Ride. Se trata de una de las bandas más emblemáticas del shoegaze británico, surgida a finales de los ochenta, y que despuntó a través del mítico sello Creation Records, de Alan McGee. Tocaron en el primer FIB allá por 1995 y este verano regresaban a Benicàssim para presentar su nuevo disco, titulado “Weather Diaries”. En su setlist no faltaron grandes clásicos de su discografía, como Seagull, Leave Them All Behind o Vapour Trail además de algunas de las mejores canciones de su nuevo trabajo, como Lannoy Point, cuyo riff de guitarra nos hizo levitar por momentos a los pocos minutos de haberse iniciado el concierto, opositando seriamente a ser una de las mejores actuaciones del FIB 2017.
Nada más finalizar el concierto de la banda liderada por Mark Gardener y Andy Bell, nos dirigimos al Escenario VISA para corroborar las buenas sensaciones que el hype de los islandeses Kaleo nos había transmitido al escucharlos en disco. El resultado fue más que notable: un directo potente, una banda cohesionada a la que se le notaba muy rodada en directo interactuando constantemente con el público y un buen repertorio, desde temas más propios del blues rock o americana como Hot Blood o No Good hasta baladas de tintes más folk, como All The Pretty Girls o la melancólica I Can’t Go On Without You. Una de las sorpresas agradables de la jornada.
Más tarde, con el concierto de Stormzy en su tramo final pudimos comprobar el tirón que éste atesora entre el público británico, que abarrotó el Escenario Las Palmas a pesar de tratarse de una propuesta musical que en directo pierde mucho fuelle. ¿En serio no se puede hacer algo más que pinchar una base – no sólo instrumental sino también vocal – sobre la cual soltar de manera reiterada “Hey Hey Hey” o “Wow Benicàssim, amazing crowd”? El “Oh Jeremy Corbyn” es muy pobre bagaje. Decepcionante.
El cabeza de cartel de la jornada del jueves era nada más y nada menos que el canadiense The Weeknd. Según nos cuentan, se vendieron casi 20.000 entradas diarias aquel día, en su gran mayoría, para verlo a él, dando buena muestra de que su estatus de headliner es más que merecido en nuestro país. Así pues, pocos minutos después de la medianoche arrancaba un concierto que fue claramente de menos a más, en donde a pesar de empezar fuerte con Starboy y Party Monster, el ritmo fue decayendo hasta llegar a ser soporífero por momentos bien pasada la primera media hora del show. No obstante, los últimos veinte minutos de concierto, el canadiense desplegaría todo su arsenal para poner patas arriba la explanada del Escenario principal al ritmo de Secrets, Can´t Feel My Face, I Feel it Coming o The Hills y hacernos olvidar el hastío anterior. Abel, así sí.
Si por algo destacaba esta jornada en el FIB era por su nutrida y variopinta programación musical. Un cuarto de hora después de haber bailoteado al ritmo de Secrets, estábamos esperando a que los hermanos William y Jim Reid se asomasen por el Escenario VISA para iniciar el concierto de The Jesus and Mary Chain a las 01:30h de la madrugada. Puro FIB. Eclecticismo y cero complejos a la hora de disfrutar en los conciertos.
Al igual que Ride, los “Yisus” también regresaban a Benicàssim para presentar un nuevo trabajo discográfico: “Damage and Joy”, con la misma esencia de siempre y con influencias evidentes de bandas como The Stooges o The Shagri-Las. Pocas bandas pueden presentar sin inmutarse un setlist con temas de la talla de April Skies, Head On, Nine Million Rainy Days, Just Like Honey o I Hate Rock´n´Roll. Normal que a algún veterano FIBER que teníamos cerca en este concierto le viésemos soltar la lagrimilla y todo. Larga vida a las distorsiones.
Para finalizar la jornada nada mejor que el “live show” de Bonobo en el Escenario Las Palmas. El aclamado productor británico volvió a demostrar su exquisito gusto por la electrónica de “calidat”, alejada del EDM más mainstream, y su apuesta por estructuras downtempo más propias del trip hop sin dejar de lado ciertos toques de soul y jazz en sus conciertos en directo con banda, aspecto este último que muchos agradecemos infinitamente. Antes de abandonar el recinto no perdimos la oportunidad de visitar el South Beach por primera vez para gastar las últimas energías que nos quedaban en la sesión techno del dj danés Kölsch.
VIERNES 14
Quico Sabanés: La jornada del viernes era un poco trampa. En lugar de un cabeza claro el festival se inventó una tri-cabecera formada por Los Planetas, Foals y Deadmau5. A simple vista podría parecer el día más flojo pero a esos que nos gusta entrar pronto al recinto y hacer una buena y larga ruta nos pareció fetén.
Mourn se estrenaron por todo lo grande en el FIB, tocando en el Escenario principal. A la banda ya la tenemos bien conocida pero no por ello dejará de cautivarnos. En un concierto enérgico, bien de rock cañero, interpretaron temas de su álbum homónimo y de “Ha, Ha, He!”. Cañonazos como Otitis o Gertrudis, Get Through This! empezaban a agitar las primeras melenas de la noche. Seguidamente nos desplazábamos al Escenario VISA para presenciar la psicodelia de Temples. La banda inglesa se estrenó en el FIB en 2013 con apenas un puñado de temas y sin saber nadie quienes eran. Ahora regresaban a Benicàssim con dos álbumes bajo el brazo y reconocimiento internacional. Con un sonido bastante flojo al inicio nos temíamos lo peor pero por suerte remontó rápidamente. Entre los temas se notaban claramente la evolución más pop que ha tomado la banda con “Volcano”, su último trabajo. La banda primó alargar los solos de sus temas en vez de realizar un setlist más extenso, cosa que puede no terminar de convencer entre los asistentes. Temas no les faltan, pero se les ve falta de magia sobre el escenario.
Minutos más tarde, sobre el mismo escenario, Joe Crepúsculo vino a hacer lo que mejor sabe: montar una verbena pop llena de bailoteos. Imitando a su aclamado set de 2015, Joe se trajo de invitados a Nacho Vigalondo, el Alacrán y el adorado por el público Tomasito. En un oasis de público español dentro del festival (nos hubiese gustado ver la cara de los extranjeros que se acercaron a verlo), Joe montó una gran fiesta que fue demasiado temprana. Desde aquí pedimos que cuando vuelva (porque debe) es necesario que toque de madrugada y no a las diez de la noche.
A partir de este momento empezaba la batería de cabezas. Los encargados de empezar dicha traca fueron Los Planetas. Lo tenían todo para ganar, su última actuación el FIB fue más que aclamada, “Zona Temporalmente Autónoma” tiene temazos para aburrir y la hora de su actuación era más que adecuada. Pese a ello se quedaron a… medio camino. No es que fuera malo, pero después del concierto uno se queda con la sensación de que algo que podría haber sido muy grande se quedó a medias. El sonido falló un poco en los primeros temas y que en las primeras filas de un concierto de los granaínos se escuchara más al típico hombre de 40 años dando la brasa a la chica de al lado o explicando su vida a sus amigos encontrados entre otras cosas, no ayuda a conectar con la potencia instrumental de la banda. El público no falló en temas como Islamabad, Un Buen Día o Segundo Premio pero dejó bastante que desear en el resto del concierto y puede que eso la banda lo notara. Unos que si querían que el público estuviese bien metido fueron Foals. La banda inglesa es una de estas que vale la pena ver en el FIB. Llámalo la motivación del grupo, llámalo guiris, llámalo magia, llámalo X pero fue un concierto puro FIB. Casi calcado a sus anteriores visitas por España, pero con ese plus. Y es que Foals saben lo que les funciona y varían poco. Al ser el cuarto año consecutivo que nos visitaban esperábamos canciones menos frecuentes … no fue así, pero no nos quejaremos. Y es que si el combo A Knife In The Ocean, Electric Bloom, Inhaler, What Went Down y Two Steps Twice de seguidito no te hace pegar brincos es que este festival no es para ti.
Brais: A la misma hora que Foals, el trío canadiense Austra presentaba con acierto su nuevo disco, titulado “Future Politics”. Aunque no logró convocar a demasiado público en el South Beach, demostraron con creces ser merecedores de todas las buenas críticas que han recibido en los últimos meses. Practican un synth-pop de tintes oscuros en sintonía con la estética y actitud de su vocalista, Katie Stelmanis, sobre el escenario. La influencia de Kate Bush es más que palpable en sus composiciones, y su activismo a favor de la causa feminista y del colectivo LGTB a través de sus letras, también.
Quico: Cerrando la noche del principal estaba Deadmau5. Comentado con otros asistentes, menos mal que nos perdimos la primera media hora de concierto en las que se limitó a jugar con una base. Ya más avanzado su set el conocido DJ sacó a la palestra todo su reportorio para hacer bailar un escenario principal a rebosar. Nuestros conocimientos de electrónica son más bien escasos así que no entraremos a valorar de fondo su actuación.
SÁBADO 15
Brais: El Sábado 15 se presentaba como la jornada más multitudinaria de los últimos años en el FIB. 53.000 asistentes se iban a dar cita en el recinto de conciertos de Benicàssim – muchos de ellos por primera vez – para presenciar una jornada en donde destacaban por encima de todo los Red Hot Chili Peppers. Los californianos eran el grupo más mediático de todo el cartel, el que más gente arrastró hasta el FIB y ello repercutió en parte en la comodidad a la hora de disfrutar de los conciertos previos, al convivir un público típico festivalero con otro, más adulto y “charlatán”, que había ido sólo a ver al cabeza de cartel y no tenía repartos en darle la espalda hasta al mismísimo Liam Gallagher y molestar al vecino de metro cuadrado.
La jornada del sábado la iniciamos con Marika Hackman, con una propuesta típicamente pop-folk, muy acertada para primera hora. La polifacética artista de origen británico, sin embargo, no ha tenido reparos en recurrir a sonidos más grunge (Time’s Been Reckless) o incluso lanzar guiños al funk (So Long) a la hora de interpretar algunos de sus temas, entre los cuales ha destacado el potente single Boyfriend.
Poco después llegaría el turno de Dinosaur Jr en el Escenario principal, una de las bandas más importantes del rock alternativo americano de los noventa. Si tuviésemos que elegir la mayor decepción de todo el FIB 2017 posiblemente muchos elegiríamos sin dudar este concierto. No hay nada peor que ver en directo a unos músicos tan brillantes musicalmente hablando, con una actitud tan apática y una desgana indigna de una banda de su trayectoria, si a esto le añadimos un sonido deficiente – algo que también ocurrió en el Mad Cool, casualidad? No lo creo – y un público al que poco le faltó para mostrar su enfado lanzando algún objeto al escenario tenemos como resultado uno de los peores conciertos de esta edición en Benicàssim. Ni siquiera con Feel The Pain o la cover del Just Like Heaven de The Cure, los de Massachusetts consiguieron darle la vuelta a una situación que se había tornado totalmente irreversible ya. Una pena.
Todo el mundo sabe que un concierto de los hermanos Gallagher en Benicàssim, bien sea juntos/revueltos o por separado, es un MUST SEE de manual. Si en 2013 con Beady Eye, el resultado fue bastante decepcionante, en esta ocasión Liam Gallagher ha conseguido convencer en directo a pesar de haber basado más de la mitad de su setlist en canciones de su nuevo disco, “As You Were”, que todavía no ha salido a la venta.
La fórmula era sencilla: está en su mejor momento como “vocalista” desde el 2005, tiene repertorio de sobra bajo el sello Oasis para contentar a su ejército de fans y un público festivalero proclive a darlo todo en cualquier tema que suene a BritPop noventero. Por Rock´n´Roll Star, Morning Glory, Slide Away, D´you Know What I Mean?, Be Here Now y un apoteósico final con Wonderwall bien valió la pena el regreso del pequeño de los Gallagher a Benicàssim. Además, algunos de los nuevos temas de su próximo trabajo, como Wall Of Glass, Chinatown o Universal Gleam, aguantaron muy bien el tipo en directo. Actuación muy solvente.
A las 23:15h llegaría el momento de disfrutar del concierto de RHCP. ¿Quién no ha escuchado en su adolescencia canciones como Californication, Give It Away, By The Way o Under The Bridge? Con permiso del sector FIBER más ortodoxo, afrontábamos con ganas este concierto. Sin embargo, el show de Flea y Kiedis se quedó a medio gas: dieron muestras de ser una de las bandas americanas más legendarias de las últimas décadas por méritos propios gracias a su virtuoso directo pero un setlist muy desafortunado – ni rastro de hits como Can´t Stop, Scar Tissue u Otherside – tiró buena parte del trabajo por la borda. Al final, actuación correcta que pudo haber sido mucho más de lo que fue si se hubiese tenido algo más de tacto a la hora de elegir un repertorio más adecuado para un ambiente festivalero.
Nuestra siguiente parada fue el South Beach. Los australianos Rüfüs eran los encargados de empezar la sesión golfa después del cabeza de cartel. Algún despistado incluso pensaba que se trataba de Delorean. La fiesta estaba asegurada a base de electropop. El apoteósico cierre con Innerbloom, Like An Animal y You Were Right han catapultado esta actuación a nuestro particular TOP-5 de mejores conciertos del FIB 2017. ¡Que vuelvan pronto, Melvin!
A continuación pudimos presenciar el concierto de Mura Masa, un joven DJ inglés que presentaba su show acompañado solamente por una cantante. Aunque el apartado de colaboraciones fue muy pobre, consiguió reunir a muchísima gente en el Escenario mediano, obligando a la organización a cerrar el paso directo hacia el mismo.
Para acabar el sábado noche por todo lo alto apostamos por el combo de djs pop formado por Buenavista + Cascales en la carpa del FIB Club, en donde destacamos el eclecticismo de la sesión del segundo, llegando a pinchar desde Justin Bieber o las Spice Girls hasta LCD Soundsystem.
DOMINGO 16
Quico: La última jornada ya se presentaba con los FIBERS agotados pero con muchas ganas de cerrar el festival. Encabezando la jornada se encontraba Kasabian, probablemente el cabezas más “FIB” de la edición.
A primera hora y con el sol pegando de lleno a los pocos curiosos se encontraba Ron Gallo dando caña en el Escenario VISA. El músico americano sabía que solo tenía media hora de concierto así que sacó toda su batería de temas sin pausa. Rock clásico y rápido que hacían bailar a los más valientes que soportaban el sol. Es de esos grupos pequeños que trae el FIB que deseamos que crezcan, y vuelvan.
Un nombre que ya está empezando a sonar, al menos dentro del panorama británico, es Declan McKenna. El joven artista inglés, muy crítico en sus letras pero más ligero con sus melodías se estrenaba en Benicàssim en el Escenario principal. Pese a ser un concierto divertido se vio al artista falto de experiencia, con una voz muy flojita en varios momentos. Imaginamos que tampoco ayudarían mucho los fans de Years and Years que se encontraban literalmente sentados en las primeras filas. Tened un poco de respeto por los demás artistas por favor. A Declan puede que se le quedase grande el escenario principal pero hits como Paracetamol, The Kids Want To Go Home y Brazil volverán a sonar en Benicàssim y con un artista más rodado.
Dua Lipa puede que sea la nueva reina del pop. El bombazo que ha pegado en menos de un año no tiene nombre y a diferencia de otros artistas noveles ella se comió el Escenario Las Palmas de principio a fin. Presentando su álbum homónimo la artista inglesa enamoró e hizo bailar sin parar al púbico mientras cantaba algunos de sus temas más reconocidos como Hotter Than Hell, Blow Your Mind (Mwah) y un épico cierre con Be The One a pie de público. Se viene ascenso meteórico.
Y llegó el momento de Kasabian. Esta ya fue su quinta visita a Benicàssim, claro síntoma que esta es su casa. En un concierto en el que hubo total sintonía entre banda y público los de Leicester presentaron su último trabajo “For Crying Out Loud” y algunos clásicos hits. Una absoluta verbena indie llena de saltos, berreos, pogos y bailes que te deja lleno de sudor tuyo y ajeno, pero con una sonrisa en la boca. Puede que no haya inicio de concierto más épico que el de Kasabian con Ill Ray (The King), bumblebee, eez-eh, Underdog y Shoot The Runner. Queremos a estos británicos siempre en nuestro equipo.
Brais: El último concierto programado en el Escenario Las Palmas en esta edición era el de Crystal Fighters, cuya actuación estaba prevista a las 03:00h pero que se retrasó al final unos veinte minutos. Poco más que añadir más allá de que interpretaron el mismo set que llevan exhibiendo por festivales de todo pelaje y verbenas de pueblo en el último lustro. Pobres plantas. Y pobre yo.
Y para cerrar una nueva edición del FIB nada mejor que respetar las tradiciones y disfrutar “El momento VALS” en amor y compañía de amigos. Sin duda, se trata de uno de los momentos más bonitos y bizarros del festival al ver como un público de diferentes edades y nacionalidades se pone a bailar al ritmo del El Danubio Azul de Johann Strauss justo cuando éste empieza a sonar por la megafonía del Escenario Las Palmas, señal de que una nueva edición del FIB está a punto de concluir. El particular “concierto de año nuevo” indie de Benicàssim. El espíritu FIB.
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