Austra + PIXX (Teatro Barceló, Madrid)
Austra + PIXX | Voces Femeninas SON Estrella Galicia – Madrid.
Organizado por Festival Voces Femeninas & Son Estrella Galicia
Jueves, 6 de abril, 20:00 hrs.
Sala: Teatro Barceló. Madrid
El caluroso día primaveral del seis de abril, en el que esperemos que se cumpla el refrán de Abril lluvias mil, tocó en Madrid Pixx y Austra dentro del “fantabuloso” ciclo de ‘Voces Femeninas’ que se celebra en Ourense y en Madrid y que cumplen su décimo aniversario. Este fue el concierto encargado de abrir el festival.
La línea entre quién es telonero de quién me pareció borrosa, Pixx es un grupo del prestigioso sello inglés de la 4AD, que con música ensoñadora y enigmática, recoge influencias de otras épocas con una calidad que hace que suene a algo que nunca se ha hecho. Simple Minds, Cocteau Twins, Toyah… voz angelical, efectos simpáticos como los que utilizaban O.M.D. que convierten una canción pequeña en gloriosa, como en la cautivadora canción que interpretaron para cerrar, titulada “Grip”. La banda se componía de una teclista que hacía coros con un estandarte del grupo, una batería bajita (el instrumento me refiero), un guitarrista – teclista y la vocalista Hannah Rodgers, vestida como un Bowie de los 60/70, andrógina, bella, pálida y anoréxica, con un traje mitad uniforme militar, mitad traje de moda vintage.
Los músicos llevaban todos los ojos pintados de purpurina de colores, como tanto les gustaba hacer a los músicos cold wave de los 80. La vocalista de Pixx se contorneaba como un chicle en su traje rosa, los coros de las canciones se elevaban como lluvia de estrellas, edulcorado con efectos volátiles con más guitarras sonido ‘ola de mar cristalina’ que sintetizadores.
Y desde las frías tierras del Canadá, llegaron Austra a un escenario que estaba muy calentito, pues tras una tela que cubría el escenario había una especie de cirios electrónicos que expelían fuego de colores, y a esto hay que sumarle los clásicos fractales en las audiovisuales, lo que empezó con una introducción suave, terminó en bacanal sonora, desde el segundo tema ya estaba media sala bailando y gritando, con los coros de ópera pop de Katie Stelmanis, la canción si mal no recuerdo era la que da nombre a su último disco ‘Future Politics’, había un músico de refuerzo sacado de un video veraniego de George Michael, época Wham!, Ryan Wonsiak, aparte de la batería Maya Postepski con un vestido de caballera del zodíaco dorado con hombreras a lo Comando G, y el bajista – teclista Dorian Wolf, sonó la canción ‘Utopia’ con esos susurros futuristas de la voz siempre asombrosa de la estudiante de ópera, Katie Stelmanis, que aprendió cuando tenía 10 años.
Estamos emocionados de estar aquí, gracias por venir, dijo Stelmanis en español, sonó ‘I’m A Monster’ donde Katie decía que no quería sentir nada nunca más porque ella era un monstruo. En esta canción Katie se pasó a lunos teclados enormes, casi del tamaño de un piano, en el que terminaría acostada más adelante…En ‘Forgive Me’ los músicos se escondieron un rato en la oscuridad para dejarla sola con el teclado cantando.
Los gestos amanerados del teclista que hacía sonidos delicados propios de un querubín, pero vestido de playa, recordemos. Más cantos de sirenas en ‘Gaia’, la voz de Stelmanis, debido a su preparación, tiene un timbre que te electriza hasta los pelos del cogote. Una canción que hablaba de su corazón que se llama ‘Home’, My heart. Somehow You know that it hurts me when you don’t come home at night, y el bajo de Wolf que funcionaba como otro sintetizador más.
‘I Love You More Than Love Yourself’, a partir de esta canción se nos fue de las manos el concierto, y se trataba de dance or die, prácticamente hasta que terminó. La gente explotando con el sonido, movimientos de melena rubia sobre el escenario (headbanging) con su traje rojo de campesina hippie moderna. En ‘Lose It’ la gente daba palmas por sí sola sin necesidad de que se lo indicasen, y saltaba con el brazo en alto. El traje hippie barroco de Stelmanis terminó arremangado para bailar mejor.
La fiesta báquica en que se estaba transformando el concierto iba a más, con artista y público danzando y botando. La verdad es que el parecido con la voz de Fever Ray de Stelmanis es notorio, salieron a cantar uno de los bises bajo una luz azul y negra en la que no se les veían, la canción era “Annie (Oh Muse, You)”. Todo el mundo le agarraba la mano a Stelmanis como si fuera el Papa, intenté mirar por unos prismáticos que habían en el Teatro Barceló desde la zona superior, la primera vez que veo un concierto con prismáticos, y que decían que eran resistentes al agua, demasiado esfuerzo escudriñador…mejor a vista de pájaro. Se despidieron con una balada para calmar al público que estuvo más de media hora bailando sin parar entre luces verdes y violetas. Ha empezado con la fuerza titánica de Gaia, el Festival Voces Femeninas.
Sebensuí A. Sánchez
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