León Benavente (Sala Ocho y Medio, Madrid)
León Benavente (Artista invitada: Lorena Álvarez y su banda municipal)
Lunes 19 de Diciembre, 22 horas.
El pasado lunes fue la segunda fecha de la actuación de León Benavente tras haber agotado todas las entradas dos días antes y volviéndolas a agotar por segunda vez en esta actuación. Este tipo de cosas hacen que se recupere la fe en la gente, no sólo en el aspecto musical siendo una banda anti-mainstream sino por todo el componente revolucionario que implica la idiosincrasia de esta banda que denuncia un país y una situación en un estado de cosas que se ha vuelto insostenible.
Tras una espera que se hizo eterna por una banda de pop folk risueña y siendo la primera vez que veía un telón negro antes de salir los artistas en la 8 y medio, el público al fin empezó a gritar al oír el sampler de teclado de la canción “Tipo D” descorriendo así el telón y apareciendo un enérgico Abraham Boba gritando ¡¡¡¡¡Holaaaaaa!!!!!! que estuvo la mayor parte abalanzándose sobre los teclados como un Jerry Lee Lewis poseído. El bajista no paraba de saltar, el batería con una batería situada baja pero que aporreaba enloquecido y el guitarra más sobrio pero al igual que el resto dándolo absolutamente todo en un concierto con mayúsculas.
Las baquetas de Benavente que o acababan hechas pedazos o por los aires chocando en todo el sistema percutivo que tenía anexado a sus teclados con cencerros o percusión electrónica. Sonó “California” ,”La Ribera” mientras le ponía el micro al público y bebían vino, todo el público entregado sabiéndose las canciones, hace dos años León Benavente agotaba todas las entradas durante dos días en la Joy Eslava y lo han vuelto a hacer, sus conciertos se están conformando con lo que todo público espera de un directo (o al menos una mayoría) que suene como ir a ver a Depeche Mode y que su rock suene con la potencia de unos Joy Division en el siglo XXI.
De su primer LP pudimos oír “Las Hienas”, hubieron como 6 cambios de guitarras, el bajista que derrochaba simpatía daba palmas con el público, Boba se golpeaba las caderas con el pandero y tocaron el tema regicida de “El rey Ricardo” donde el pandero quedó hecho añicos. Boba cogió guitarra, una de las pocas veces, para tocar la que abre su primer LP, la canción “Ánimo, Valiente” donde el bajista le apoyó con coros y sintes. Tras un pequeño apagón pusieron luces de discoteca para la canción que estuvo a punto de poner título a su segundo disco “La Vida Errando”.
Boba empuñó un aparato electrónico que le cabía en una mano para emitir disonancias varias, fue el turno de “Revolución” con el que Boba dejó el micro temblando (en otro momento le cayó en la cabeza a un fotógrafo), un tema que muestra la inutilidad de las luchas humanas con el circular estribillo de “Todos Contra Todos”. Prosiguieron con una canción que se presentó como balada romántica y es la durísima heartbreaker “Estado Provisional”.
Segundo cambio de luces, donde nos dio Boba las gracias por venir un lunes y un día navideño de cenas de empresa entre otras futilidades…A partir de aquí empezó un tour de force que comenzó con “Gloria” con la que terminó zambulléndose entre el público armándose la marimorena, en la que ya empezamos a sentir la marea humana que inundó de electricidad y calor a una sala completa y sold out y a la que siguió “Celebración (Siempre Hacia Delante)” y que continuó con “La Palabra” (En esta canción se quedó acostado sobre su farfisa chirriando todas las teclas en nuestros oídos).
Luces bajas en la sala que dieron paso a esa especie de hip hop existencialista mezclado con realismo sucio que es “Habitación 615” en un speech interminable en el que terminaba exhausto lanzándose al suelo con su elegante traje, sus botas de rockero y su melena y barba de león.
Estamos ya en los bises y era el turno de la canción “Década” que Abraham Boba, harto de protocolos y para estupefacción de su banda tiró su guitarra al suelo cantando “Si se irá todo a la mieeerda (…)” letra de la canción Década, y diciendo que así eran las cosas, empiezas algo en la vida y no lo terminas, tras este momento de incertidumbre. Él lo sabía que nosotros lo sabíamos y nosotros sabíamos que él lo sabía, era el momento de la canción que da nombre a su club de fans y el de una de las mejores canciones de los últimos 3 años en cuanto a rock y música indie se refiere y que no es otra que “Ser Brigada”, todo un himno postbeatnik de la Generación X o Y. Un homenaje a la libertad que hizo que el público enloqueciera convirtiéndose ya en un pogo la situación del baile del público, se subió a una chica al escenario con un traje rojo que se lo pasó bailando y que se la llevó Boba a las profundidades del público para volver a subirla al escenario.
Un concierto enorme de rock, protesta, poesía y diversión por unos experimentados músicos provenientes de grandes formaciones que nos hicieron sentir y estar llenos de vida.
Sebensuí A. Sánchez
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