¿Volverá Pink Floyd en 2017?
Hace unas semanas el bulo de que Pink Floyd regresaban a los escenarios en 2017 corrió como la pólvora por Internet, claramente se trataba de una broma, sólo tenéis que leer la noticia para comprobarlo por vosotros mismos, sin embargo, la tentación de ganar visitas y clicks fáciles provocó que numerosas webs – especialmente americanas – se hicieran eco de ello como si de una primicia se tratase, sin aportar excesivos datos y como única fuente esa web. Sí, parece increíble pero así fue. Pero vayamos a lo importante:
¿Realmente existen posibilidades de que se produzca un comeback de Pink Floyd?
Si por comeback entendemos la realización de una gira de conciertos bajo la marca “Pink Floyd” con David Gilmour, Roger Waters y Nick Mason en el lineup, la respuesta más realista que podemos presentar es un NO rotundo. Cualquier melómano que ha seguido de primera mano la trayectoria de la banda y de sus respectivos miembros durante las últimas décadas, sabe que el dinero no es un incentivo ni para Dave ni para Roger. Escandalosas han sido las numerosas ofertas presentadas a la banda y todas han encontrado la misma respuesta: NO.
Desde que Roger Waters abandonó la banda a mediados de la década de los ochenta, las escasas veces que hemos podido ver al bajista con sus ex compañeros de banda encima de un escenario ha sido en eventos de carácter benéfico, como el Live8 organizado por Bob Geldof en Julio de 2005 o un evento privado en Londres para recaudar fondos para una ONG de Palestina en 2010. La única excepción ha sido la colaboración de Gilmour y Mason en un concierto de la última gira de Waters interpretando un par de temas de The Wall en el O2 Arena de Londres, lo que demuestra que la relación personal entre ellos ha mejorado considerablemente, no siendo ese el problema a la hora de descartar una reunión. Como podéis observar, ni rastro de esos cheques con grandes cifras que habrían podido convencer a casi cualquiera.
Otro aspecto que nos hace ser pesimistas en cuanto a un posible regreso de la banda es el fallecimiento del teclista Rick Wright en 2008. En varias entrevistas tanto Dave como Roger han coincidido en que tendría poco sentido volver sin Rick. Descartado ya el componente crematístico, el simbólico pierde también fuelle ante la ausencia de uno de los miembros fundadores del grupo. Entonces, ¿Qué nos queda? Pues si descartamos la opción de que realicen un tour mundial, es vox populi que el alma matter de Glastonbury, Michael Eavis, lleva varios años detrás de ellos para que encabecen algún año el legendario festival inglés. Hay que recordar que, a diferencia de la inmensa mayoría de eventos de este tipo, Glastonbury estas últimas ediciones carece de ánimo de lucro puesto que todos los beneficios que obtiene la empresa de su propietario, Michael Eavis, una vez paga a proveedores, departamento de booking, bandas y acondicionamiento del recinto, los dona a varias ONGs como Oxfam, GreenPeace, WaterAid o Save The Children; una cuestión que viendo los últimos precedentes puede cobrar mucha más relevancia de lo que nos pueda parecer en un principio. Si a esto le unimos que el viejo Eavis es amigo personal de un Roger Waters, que ya tocó allí en la edición de 2002, se nos presenta esta opción como una posibilidad bastante más realista que la realización de un tour mundial.
Hasta entonces nos tendremos que conformar con disfrutar de las giras en solitario de Gilmour – presentando su último disco en solitario, “Rattle That Lock”- y Waters – encabezando el macrofestival norteamericano Desert Trip junto a nombres como The Rolling Stones, Neil Young o Bob Dylan, entre otras fechas – como únicas opciones de poder disfrutar en directo del repertorio de Pink Floyd.
Shine On, Madafackas
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