Crónica Low Festival 2023 | Placebo e Interpol reinan, La Élite lo revienta
Con el festival vendiendo todo se presentaba la edición del Low Festival de Benidorm, un festival cómodo dominado por las grandes bandas nacionales. Así, se pudo ver como la asistencia era mayor en Viva Suecia o Lori Meyers que en Interpol o Placebo. Es cierto, que el Low festival tiene un público muy fiel cada año, venidos mayormente de la provincia de Alicante, y que los nombres que animan a los menos fieles a venir cada año son precisamente los internacionales. Con esto, los cabezas internacionales tiraron de galones realizando los mejores conciertos del festival.
El viernes comienza con Natalia Lacunza, quien con un buen primer disco realiza ya un buen concierto. Seguida por Viva Suecia, quienes ya mueven masas atrayendo a todo el público a sus conciertos. Buen sonido, canciones y confeti que lanzar para contentar a todo tipo de público. Tuvieron la colaboración de Arde Bogotá, quienes más tarde actuarían.
En ese momento el festival se partió, pudimos ver como Niña Polaca llenaba el escenario pequeño hasta el punto de si llegabas tarde no ver nada y la electrónica de GusGus, a quienes no le acompaño la hora, demasiado temprana para su propuesta. Impacientes nos dirigimos al escenario principal para ver a Interpol. La banda neoyorquina va sobrada. En su primera vez en el Low, no sonaron canciones nuevas, y tiran de sus mayores señas de identidad, las guitarras de Daniel Kessler y canciones. Un conciertazo de una gran banda internacional, con una comodidad para verlos pocas veces vista en otros festivales. Con el concierto centrado en sus tres primeros discos, ante todo “Turn On The Bright Lights”. Comenzaron con ‘Untitled’ y ‘obstacle 1’, tocando todos los hits hasta acabar con ‘Slow Hands’. Un concierto que ya te amortiza el abono.
Sigue el festival con Arde Bogotá, una de las bandas nacionales que más ha crecido desde la pandemia y que tira fichas de apuntar aún más alto. Pasamos de The Vaccines y nos encaminamos al escenario pequeño para ver a Depresión Sonora. Un post punk actualizado que les ha valido para estar en algunos de los mejores carteles internacionales como el del “Darker Waves” en California. Los primeros pogos del festival empiezan a caer, y canciones como ‘Ya no hay verano’ o ‘Gasolina y mechero’ lo tienen todo para juntar a distintas generaciones.
Toda la curiosidad centrada en el Secret Show, cuando sales al escenario ‘Daft Punk’?. Obviamente no, resulta un grupo tributo a Daft Punk llamado ‘Robot Rock Alive’. La banda tributo, ataviados con sus mismos cascos clavan los conciertos de la banda hace casi 20 años, en concreto, aquel con la pirámide en la gira del 2006.
El sábado comienza fuerte con los artistas y bandas más consolidadas del indie nacional de los últimos 20 años. Así podemos ver pasar por el escenario a Xoel Lopez, Iván Ferreiro, Lori Meyers o Second (en su gira de despedida). Conciertos donde no faltan sus grandes éxitos, que el público corea con entusiasmo. Entre media pudimos ver como emergía Judeline en el escenario pequeño, como Sexy Zebras devolvía el Rock en español al segundo escenario del Low Festival y a La Elite reventar el tercer escenario. El concierto más salvaje del Low Festival sin duda, lleno de sudor y cerveza volando.
Otra vez el mejor concierto de la jornada fue el del cabeza de cartel, Placebo. He visto a Placebo unas cuatro o cinco veces anteriormente y es el concierto de este Low Festival el mejor de ellos. Una propuesta contundente desde el principio, sonido de gran banda de Rock y dirigiéndose al público en castellano en gran parte de las ocasiones. Que sea el mejor concierto de Placebo, de todos cuantos me he visto, habla muy bien de su último álbum ‘Never let me go’. La mitad del concierto está centrado en su último disco, un concierto de larga duración, pasando de la hora y media, donde la comodidad prima y consigue que el público tenga sensación de estar en una sala. No fue hasta el final del concierto cuando tiraron de sus mayores hits, ‘The bitter end’ y ‘Infra-red’. La banda vuelve para realizar un bis en el festival y termina con las versiones de sobra conocidas ‘Shout’ de Tears for fears y ‘Running up that hill’ de Kate Bush.
Al terminar salimos para otro de los conciertos internacionales, Django Django. La banda británica da un conciertazo, quedandose a medio camino entre Battles y la fiesta de Crystal Fighters. Terminamos el día sudando el pogo en el concierto más salvaje del festival, La Elite. Con sólo un disco se han convertido en los dueños y señores de la electrónica punk, dejando un final de día memorable.
Arrancamos el domingo, último día del festival. Presencia muy mayoritaria nacional, con sólo Bombay Bicycle Club y los mexicanos Margaritas Podridas de representantes internacionales. Día encabezado por unos Vetusta Morla que siguen petándolo allá por donde van. Con un primer disco redondo y alguna buena canción en los siguientes han conseguido ser lo que son ahora, la banda nacional más grande de los festivales de nuestro país. El día comienza con un bonito concierto de Ainda, y una Queralt Lahoz comiéndose el escenario. Una mezcla de géneros de lo más diverso en el que toca todos los palos, y lo hace de manera sobresaliente. Volvemos al escenario pequeño para ver a unos Cora Yako que crecen a pasos agigantados con un gran segundo disco.
De vuelta a los principales, Cupido hace lo propio con su colección de hits y Deluxe recupera la nostalgia de los más veteranos que iban a festivales antes que el Low existiera. Magnifico concierto recuperando temas del pasado en una gira única para recuperar grandes temas.
Decidimos irnos de vuelta al pequeño para ver el regreso de Los Ganglios, con unas canciones llenas de humor, que van desde la cumbia o el punk hasta la electrónica más trallera. El concierto más divertido del festival sin ningún tipo de duda. Terminó el festival con unas desangeladas Cariño y con el combo festivo de Miss Caffeina y Varry Brava con sus ya sabidos estribillos de pop discotequero.
El low festival vuelve a llenar, sobreviviendo con nota al ya sobreexplotado circuito de festivales. Lo hace basándose en una fidelidad de sus asistentes, con la mejor experiencia VIP del mercado de festivales, y en unos cabezas internacionales que hacen desplazar a la gente que es de fuera de la comunidad valenciana. Un modelo que quizás no necesite crecer, y más cuando hace sold outs año tras año, sino mantenerlo con buen criterio. Para ello a los ya conocidos grupos de primera línea nacional, unen una segunda línea aún más cuidada con el tercer escenario y grupos internacionales especialmente seleccionados. El low seguirá siendo referente por muchos años.
Texto: Ramón Bravo Martín
Fotos: Low Festival
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