El Arenal Sound vuelve a sus orígenes
El festival Arenal Sound 2017 ha vuelto este año a ser el festival que algún día fue. Después de años turbulentos debido a factores diversos ya sean meteorológicos como en el 2015, en el cual tuvieron que suspender una gran parte de las actuaciones, factores sociopolíticos en el 2016 cuando prohibieron la celebración de conciertos en el recinto del puerto, año que se vieron forzados a trasladarse al pueblo dentro de un gran huerto y muchas más historias de las que no quiero acordarme… En definitiva han sido años de sombras, penurias y de mucho trabajo para el Community Manager del Arenal Sound.
Este año ha vuelto la “normalidad”, volviendo al recinto de siempre, con “sold out”, con muchísima gente desde el primer día, colas infinitas para acampar, transformando la población de Burriana en un hervidero de chavalería con muchas ganas de festival, jóvenes que incluso celebrarán su primer festival como “regalo” de los padres al finalizar el curso satisfactoriamente. Hemos visto adolescentes de todos los rincones del Estado y es que es sabido que este festival mueve a chavales de toda la nación. El público internacional podría resumirse en menos del 1%.
Especial atención tiene las fuertes medidas de seguridad de este año, dentro y fuera del recinto, ha sido notable la actuación de la diputación y el ayuntamiento, aprendiendo de errores del pasado y corrigiéndolos desde el primer día. Al festival siempre se le ha achacado una pobre organización, mucha venta de abonos “a lo loco” por una organización insuficiente que no se sabe gestionar la magnitud de gente durante el desarrollo del festival. Poco a poco esperamos que el festival sea más seguro y más organizado, aunque siempre hay sombras, como más tarde detallaremos.
Hemos visto por primera vez agentes de la guardia civil armados hasta los dientes dentro del recinto, un hecho que jamás hemos vivido desde nuestra experiencia, ha sido muy impactante ver como se mezclaban con la gente e incluso durante los conciertos, la policía nacional también se ha dejado ver, dando a saber que este año querían que fuera un festival mucho más seguro y se marcará un impasse respecto años anteriores.
Nuestra jornada dentro del recinto empezó el Martes pero no dio para mucho ya que por razones laborales tuvimos que marcharnos temprano, pero así y todo tuvimos tiempo de ver a los primeros “sounders”, como siempre, jóvenes entre 18-22 años, que acaparan el paseo y que vienen cargados de centro comerciales con “víveres”. Sabemos que varios centros de este tipo fueron “desvalijados” y prácticamente colgaron su “sold out” particular.
Una vez dentro del recinto accedimos a la zona de la playa, al escenario Thunderbitch, ya que las jornadas del martes y miércoles siempre se celebran allí y pudimos escuchar la primera banda, los guipuzcoanos Rural Zombies, que ya actuaron en el BBK, jóvenes y talentosos con un sonido parecido a Belako o incluso Cramberries como muchos apuntan. Pero ser una banda joven, talentosa, pop rock y nacional dentro de este festival tiene los minutos contados, pocos fueron los que se acercaron pero nosotros para ser lo único que pudimos presenciar nos fuimos bastante satisfechos.
La jornada del miércoles vino marcada por “La Avalancha”, no estuvimos presentes en esta aberración, pero pudimos leer noticias y ver vídeos en YouTube sobre esto. Todo vino dado por la actuación de DULCEIDA en la playa, motivos de seguridad impidieron dar acceso a los cientos de “Sounders” que querían entrar a ver a la diva del festival, pero estos, no contentos con dar media vuelta e irse, decidieron abalanzarse sobre el control. Como todos los años, siempre “pasa algo” pues esta fue la nota negra de todos los años. La organización suspendió el resto de actuaciones por razones “técnicas” pero más bien queremos creer que se les fue de las manos y decidieron cerrar la jornada, aplazando las actuaciones al día siguiente.
Por consiguiente, y a modo de castigo, la policía decidió que durante el resto del festival este año el cierre de las jornadas sería a las 06.00h y no a las 07.30h o incluso más tarde como tenían planeado igual que otros años, por lo tanto debieron reestructurar actuaciones para cuadrar los cierres durante pleno festival. Las chiquilladas se pagan.
La jornada del jueves que se iniciaba con los conciertos en los escenarios grandes (Negrita y Desperados) fueron iniciados con Neuman que daba el pistoletazo a las 18:40h, una vez más ninguneado, le tocó la “china” de tocar el primero con un sol de justicia, ya se produjo este hecho en 2015 cuando unas 30 personas fuimos a ver su actuación y evidente fue su enfado o clara indignación al tocar a semejante hora. Miss Cafeína y Sidecars siguieron a Neuman pero no fue hasta Lori Meyers (22:10h) cuando vimos “in situ” nuestro primer concierto del Jueves. Una hora más o menos decente que atrajo a un gran número de “sounders” que se levantaban de la siesta y empezaban a pulular por el recinto para prepararse para lo que iba a llegar más tarde con Martin Garrix, el aliciente del día. Desde Madafackismo únicamente pudimos ver a Lori Meyers, más tarde Dinero, Bastille, We are Standard, Jonas Blue y finalmente Martin Garrix precedieron y dieron fin a la jornada del Jueves.
No mencionaremos los conciertos en el escenario de la playa (Thunderbitch) y el Pool Stage durante las jornadas de jueves a domingo ya que estuvieron fuera de nuestra agenda. Mayoritariamente su uso fue para las fiestas de la piscina, los cierres con Space Elephants y compañía, más la Clandestine Sound domingo por la mañana.
Por fin llegamos a la jornada del Viernes, la cual ya libres de toda responsabilidad pudimos disfrutar de los conciertos sin problemas. Esta jornada empezó con Viva Suecia y Sidonie, pero no fue hasta las 21:00h cuando llegamos al recinto para presenciar a León Benavente, que una vez más con un gran directo está siendo una de las bandas nacionales más en forma de este año y se están dejando ver por todos los lados de la geografía. Es una de esas bandas que da gusto ver en esta clase de festival.
Seguidamente Jake Bugg saltó al Desperados, con manga larga a 30 grados desafiando las leyes humanas y marcándose un solo con su guitarra. No parece ser el Jake Bugg de los inicios pero el sonido folk y su voz “gatuna” no fue muy aclamada por los sounders, incluso diría que aburrió a una gran mayoría.
Después de un suplicio con Bugg llegó la grata sorpresa de la noche (y del día) con Nothing But Thieves, con un sonido “amuseado” dibujó una sonrisa en nuestras caras y por fin disfrutamos de guitarras, sí, nos conformamos con poco, fue de esas actuaciones en las que das las gracias de que traigan esta clase de grupos y nos dejó bastante satisfechos, aunque la nota curiosa fue que acabaron 20 minutos antes de lo programado por una indisposición del guitarra como bien nos informó el jefe de prensa. Hasta aquí llegó nuestra suerte.
Después del Hype de Nothing, the Royal Concept y Amatria seguían dando marcha al festival, pero no nos dejarían con el mismo cuerpo, además a los chupitos del nuevo licor “Thunderbitch” me remito, los cuales iban calando en nuestros cansados cuerpos. Lo mejor fue que Royal Concept pinchó una canción de Daft Punk, hecho que hizo despertarnos del letargo. Una vez despiertos era el momento de Icona Pop, no conocía a este grupo y era más feliz así, estas dos chicas, muy guapas y bien vestidas nos deleitaron con un sorprendente playback, visualmente no dejaron ninguna queja.
El viernes lo cerraríamos con el DJ Fedde Le Grand, al que bautizamos como un terrorista musical, con la curiosidad de pinchar temas conocidos y a los 10 segundos destruirla con el “chunda chunda” de rigor, de esta guisa cerraríamos el Viernes.
Llegó el Sábado y repasando los horarios nos encontramos con Shinova, Despistaos, La Habitación Roja, Iván Ferreiro, Satellite Stories, Amaral, Nancys Rubias… Vamos allá…
Hacemos tripas corazón y empezamos la jornada con Iván Ferreiro, una vez cenados y con unas cervezas en el estómago se diría que se puede hacer más llevadero y nada más lejos de la realidad… Un Iván fuera de su onda parecía pedir la hora en varios momentos e incluso dijo en alguna ocasión “Acabo ya?”. La verdad que no disfrutó del mejor público ni el mejor ambiente para desplegar su música, además de cantar “Años 80” en plan “nana” que acabó por dormir a los asistentes.
Una hora y media de letargo después Satellite Stories nos regalaba una buena actuación y nos hacía mover el esqueleto, con su estilo “Two Door Hacendado Club” dio bastante juego y fue el “Nothing but thieves” del Sábado. Seguidamente Amaral; tiene mérito como se conserva esta artista y la potencia que despliega y así lo constató marcándose un concierto bastante decente y que no decepcionaría a sus fans, tocando todos los temas que puedas saber de este grupo.
A las 02:15h llegaban las Nancys Rubias y parecían más los Rolling por el mogollón de público que congregaron en el Negrita Stage, el propio Mario Vaquerizo afirmó que “este es el único festival que nos toman en serio”. Así pues Mario dio rienda suelta a todo lo que lleva dentro aupado por unas plataformas que darían vértigo a cualquiera y hay que decir que lo dio absolutamente todo, sudó hasta la última Mahou.
Por fin la noche iba acabando con los DJS Sam Feldt y Kshmr, del estilo de Fedde le Grand la noche anterior, oídos sangrando y sounders disfrutando, lo más reseñable de la actuación de KSHMR fueron los temas que pincharía a las 05:00h de la mañana cuando ya estábamos pidiendo la extremaunción nos deleitó con Paquito el chocolatero y el Que Viva España para mandarnos directamente al campo santo.
El domingo llegó y las fuerzas ya flojeaban, llegamos pronto para poder ver a C Tangana que reunió a la mayor congregación de gente que haya visto jamás a primera hora (18:40h) que ya tiene mérito, con una temperatura cercana a los 30 grados, mucho valor demostraron los asistentes, cosas del Trap suponemos.
Una cerveza refrescante más tarde empezó a dar caña los Rayden que repitieron con respecto a la edición anterior y parecen convertirse en futuros huéspedes del Arenal.
Más tarde Aspencat, Kase.O con temas míticos de Violadores del Verso, Txarango, Clean Bandit, Kakkmadafakka, Matoma y por último Yellow Claw que cerraría el festival. Por nuestra parte después de la actuación de Rayden ya estábamos para el arrastre así que una salida a tiempo siempre es victoria.
Como conclusión final comentar que el festival Arenal Sound volvió este año a ser lo que ya nos tenía acostumbrados desde 2010 a 2015 y que después de 8 ediciones con un sinfín de problemas y marrones que aún siga vivo es un auténtico milagro “Sounder”
Para el 2018 esperamos a The Hives.
Texto: Sebastian Aznar
Fotos: Sabrina Pérez
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