Nathan Fake + Huma & Drömnu (Sala Shôko, Madrid)
100% Psych: Nathan Fake (Uk) live AV y Huma & Drömnu (Bcn) live AV
Sala Shôko, Madrid
Viernes 17 de Marzo, 21:00 horas.
Organiza: Son- Estrella Galicia en co-producción con Giradiscos y Universalodds
Dentro de uno de los más importantes y estupendos ciclos de conciertos de Madrid, sin duda, uno de ellos es el 100 % psych que bajo la premisa de la psychedelia (manifestación del alma en griego), hace que nos podamos encontrar con cualquier cosa sorprendente de alrededor del globo, lo curioso es que dentro de la psicodelia puedan traernos artistas de todos los estilos. La noche del viernes fue la cita de la nueva y última psicodelia de ya casi los últimos 30 años como es la electrónica de baile.
Pues bien, con Huma sobre el escenario y Drömnu encargándose de las visuales, parecía que el músico era el de las visuales y viceversa, puesto que el que colocaba las imágenes mentales para colocarnos tune in estaba dándolo todo. Ritmos abstractos y espaciales pero duros, fríos y secos como el aire de Madrid, con algunas partes amables que nos recordaban al músico que esperábamos. Música para introducirse en un horizonte final y sonidos de hélices de helicóptero de fondo abisal. Hubo un sample que era un riff de guitarra, que retumbaba por toda la sala y que se fue repitiendo maquinalmente tipo thrash/industrial. Máscaras tribales, huecas y sin nariz que te absorbían lapidariamente, cuerpos haciendo ejercicio cual resortes….Fueron algunas de las psicomágicas imágenes de esa noche de zumbidos y sonotexturas.
Y tras un pequeño interludio donde una cuarta parte de la sala, salimos a fumarnos la vida, apareció el mago de ceremonias de la noche, venido de un condado de Inglaterra llamado Norfolk. El concierto que se tuvo que trasladar tras dejar todas las entradas agotadas en la sala Berlín, empezó como Cluster pero en el siglo XXI, los sonidos planeadores de los 70 se convierten en un F16, chiribitas sonoras a volumen brutal como decían Barón Rojo. Nathan Fake se dejó la piel sin parar de desprender energía, convertido en central eléctrica humana. Las visuales mostraban procesos de construcción, reconstrucción y destrucción de piezas geométricas-artísticas, dignas de alucinación.
Los sonidos que de cristalinos y agudos se te metían como un rayo láser en el cerebro para desintegrarlo. El set fue todo continuado y en el público había gente moviendo los brazos como un pájaro, utilizando su propia energía como motor de desplazamiento. Reconocí la canción RVK por la voz de Raphaelle de su último l.p. “Providence”, momento este donde le mandé la canción a una persona que justamente la estaba oyendo en ese momento. Imágenes indescifrables sacadas del sueño de un robot, paisajes marcianos formándose a raíz del agua, en pantalla… La música con ese piano infinito que providencialmente nos salva, y ese sonido neoclásicofuturista que tan bien hace Nathan Fake, se echó de menos “Grandfathered” uno de los mejores temas de su ya clásico “Drowning in A Sea of Love”.
Sebensuí A. Sánchez
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