Blossoms + Declan McKenna en Razzmatazz 2 (09/02/17)
Tras su paso por Barcelona en Noviembre como teloneros de Jake Bugg en el Auditori, Blossoms decidieron volver a pisar la ciudad, esta vez con su propio tour europeo. La banda de Stockport (Manchester) ofreció un concierto en la sala Razzmatazz 2 el pasado jueves 9 de febrero, y estuvieron acompañados del cantautor inglés Declan McKenna.
Blossoms presentaron su disco homónimo, que ha sido muy aclamado por la crítica británica y uno de los discos debut con más ventas de 2016. McKenna, con sólo dieciocho años, está arrasando en los charts británicos y ha pisado escenarios de gran prestigio como el Field Day, Electric Picnic y Glastonbury. A la espera de que publique su primer LP, la noche del jueves le sirvió para demostrar que va a dar mucho que hablar en los próximos años.
Razzmatazz aún estaba llenando su aforo cuando las luces se apagaron y un joven, escuálido y sonriente, entró en el escenario embadurnado de purpurina y acompañado por su banda. Declan McKenna fue recibido con efusivos aplausos del público y tocó un breve setlist con algunos de los temas que formarán parte de su primer álbum debut, desde Isombard y Bethlehem hasta su último single, The Kids Don’t Wanna Go Home.
McKenna rebosó energía y frescura durante todo su set y fascinó al público (servidora incluida) con su capacidad musical y su puesta en escena carismática, intensa y completamente entregada, hasta el punto que nadie conseguía entender como tanta energía, saltos y bailes podían salir de un cuerpo tan pequeño. Cerró con sus dos temas más conocidos, Parecetamol y Brazil, momento en el que aprovechó para sentarse en el borde del escenario e incluso saltar de este, paseándose por la primera fila y jugando con su público, con una electricidad característica que tanto podía recordar a Bowie en sus primeros años.
A continuación llegó el turno de Blossoms. La banda arrancó con At Most A Kiss, uno de los singles prncipales de su album debut, y a lo largo del concierto fueron intercalando temas de su LP homónimo, como Blow, Getaway, Smashed Pianos o Honey Sweet; con otros temas que forman parte de sus Extended Tracks, como Madeleine, Across The Moor o Fourteen.
Justo al acabar Blown Rose, uno de sus éxitos más destacables, todos los miembros de la banda abandonaron el escenario menos Tom Ogden, el vocalista, que tocó en acústico la balada My Favourite Room, momento en el que el público aprovechó para cantar a pleno pulmón cada palabra de la letra.
Tras este momento de tranquilidad la banda volvió a entrar al escenario para rematar el show con cuatro últimos temas: Cut Me And I’ll Bleed, Polka Dot Bones, Deep Grass y su principal éxito, Charlemagne. Y fue durante Polka Dot Bones cuando los de Stockport se lucieron más que nunca. Este tema, oculto entre sus Extended Tracks, rescata ese sonido oscuro y turbio que tanto recuerda al Humbug de Arctic Monkeys. Y su interpretación en directo, repleta de riffs vibrantes y vocales hipnotizantes generó una electricidad contagiosa en la sala.
La banda estuvo seria, sobria y mecánica durante gran parte del concierto, sobretodo en comparación con su público que, mayormente conformado por británicos, se mostró efusivo y enloquecido. Aún así, en la sobriedad de Blossoms hubo una muy buena calidad de directo y cierta elegancia, algo así como una burbuja de energía contenida que, generalmente, dejó al público satisfecho, pero sin esforzarse demasiado.
Fue, en definitiva, un concierto en el que la banda principal se mantuvo en su línea y no depecionó, pero tampoco sorprendió, mientras que el joven telonero sorprendió mucho y muy positivamente. Pese a eso, el formato de Razzmatazz 2 ganó mucho respecto al formato en el que habían tocado en Noviembre junto a Jake Bugg, ya que un auditorio con asientos se aleja del estilo de esta joven banda, que dejó más que claro que tiene una larga carrera por delante.
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