Crónica: Bestial Mouths (Sala Siroco)
Sala Siroco, Sábado 19 de Marzo
El pasado sábado asistimos al sótano de la Sala Siroco, cerca del corazón de Malasaña, a un concierto muy especial, el madrileño Insula T-37 y los estadounidenses Bestial Mouths. De la cerebral música de Insula, con un entramado frondoso de cables que a medida que avanzaban ganaba en complejidad y matices fabricando una explosión de IDM en el más puro estilo. Pues de la música de la península pasamos al extranjero con Bestial Mouths y su música neogótica. La banda está apadrinada nada menos que por el sello Cleopatra, etiqueta insigne de todo el deathrock americano, teniendo en catálogo a los padres del género, Christian Death; con su música apocalíptica electrónica de riguroso negro se presentó la banda, auspiciados por un batería que les daba fuerza orgánica y un teclista con un enorme pelo eléctrico como el vocalista de The Melvins en versión maléfica.
La voz de Lynette Cerezo retumbaba por la sala como Siouxsie en una gruta, un placer de escuchar una voz estándar gótica que nos retrotrae a lo mejor del género y una época, los ochenta. La banda, con ojos pintados de negro, presentaba su tercer LP “Heartless”. Una música con un negro corazón encantado con el que nos deleitaba Cerezo mientras se inmiscuía entre el público paseándose como un fantasma. El sonido machacón industrial con la percusión le daba un aspecto ritual que con la voz masculina y fantasmática de Cerezo sonaba apabullante, quizás se perdiese un poco el sonido por la sala dando una sonoridad algo cacofónica. Pero la presencia de Cerezo lo llenaba todo, con su largo pelo negro de cuervo y sus alas de ángel negro tatuadas junto a plumas indias que le cubrían toda la espalda mientras se contorsionaba por el escenario cual Lilith reptiliana.
Una banda joven y potente con una formación siempre cambiante y una agresiva puesta en escena que nos hizo pasar una siniestra noche haciéndonos recordar lo que la psique calla. Desde aquí recomendamos sus hechizantes videoclips y por supuesto su directo.
Fotos: Ana Sánchez
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