The Maccabees – Marks To Prove It (2015)
¿Qué hacer cuando el fruto de tu trabajo recibe todo el calor de público y de crítica? ¿Qué hacer cuando te has colocado entre las bandas del momento, pero sabes que necesitas otro disco con algo gordo para el nuevo estatus que te espera? Tras ya demostrar que has hecho un disco de la misma o superior calidad a su predecesor ¿Cómo superar el hype de la vuelta?
La vuelta de The Maccabees con Marks to prove it tras su aclamado anterior trabajo Given to the wild, con el que el grupo de Londres recibió los mayores honores de su carrera, nominación al Mercury Prize incluida. Tras un disco de tanta repercusión, el siguiente siempre estará mirado con lupa y la banda de Londres lo sabía a la hora de meterse en el estudio.
Así entendemos la rabia de Marks to prove it, la canción que da nombre al disco muestra una contundencia en la banda hasta ahora no del todo explorada, con ese piano en mitad de la canción, casi como una cuenta atrás antes de activar una bomba. Un single necesario para pegar el golpe en la mesa. Los ingleses apuestan por mantener el estilo de su anterior disco, completando una transformación desde sus álbumes de debut, más minimalistas y prestados a la canción revolucionada.
Los acelerones se dan además de en el single mencionado que abre el álbum en la parte final de WW1 Portails y Split it out, que es el tema tapado del LP – Para mí es casi la mejor canción a medida que más la escucho – además de la mayor duración con 5 minutos, entre su inicio lento hasta la descarga de las guitarras en un tema que dará que hablar pronto ¿Influencias de los Radiohead más jóvenes?
A medio camino de ellas, se coloca Something like happiness con un sonido muy reconocible en estos Maccabees post 2012 con arreglos de viento que se harán notar en otros temas. Tras estas canciones, el resto las podríamos ir acomodando en packs de canciones, puesto que primero, van juntas en su colocación y segundo por su sonido. Por ejemplo Kamakura y Ribbon road tienen un aíre de experimentación en un sonido más ambiental, más notorio en la primera de ellas, siendo Ribbon road una canción a medio camino entre Kamakura y Something like happiness.
Tras esto el álbum se nos queda en un dúo y un trío de canciones similares: El trío compuesto por River Song, Slow run & Dawn chorus. Las dos primeras de este grupo son dos canciones de nuevo unidas en el LP tienen un cierto aire a Kasabian en sus tiempos de West ryder pauper lunatic asylum con esos arreglos orquestales, especialmente en Slow run las similitudes no dan lugar a la duda.
Dawn chorus que cierra el disco, es una muestra final de manera calmada de todas las posibilidades que la banda ha utilizado para el disco, así se nota la presencia de las trompetas made in Kasabian ya mencionadas, las melodías de piano y demás arreglos que toman protagonismo ante las guitarras. River song por su parte es la canción más enigmática del disco en cuanto a su orquestación, algo muy distinto a lo que la banda había experimentado recientemente.
El otro dúo formado por Silence y Pioneering systems apuestan por relegar las guitarras a un segundo o tercer plano favor de piano y trompetas. De hecho el piano en este disco va ganando sitio en las composiciones a medida que avanza el disco como en el caso de Silence donde soporta toda la carga de la canción; Pioneering systems por su parte es la balada clásica de la banda durante su carrera, con la nueva instrumentación ya reseñada.
En conclusión, Marks to prove it pasa con suficiencia el trance de ser el disco tras el gran boom. Con dos grandes temas y la continuación con buena nota del camino anterior, buscando más recursos para sus canciones, aunque no llega a ser redondo como su predecesor.
Sergio Sosa
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