CRÓNICA: Miedo y Asco en Burrifornia (Arenal Sound 2015)
“Cuando uno está alucinando aprende a no asustarse al ver cosas como su abuela muerta tirándole de una pernera. Pero nadie tendría porque aguantar este espectáculo”. Decía Johnny Deep en una de las escenas de Miedo y Asco en las Vegas. Película basada en el genial libro de Hunter S. Thomson donde el escritor cuenta sus peripecias con las drogas en Las Vegas.El Arenal no es Las Vegas pero los dos lugares tienen en común que son lugares de perversión.
Comenzaban 6 días de desfase con un montón de bandas y DJs rodeado de hipsters, gafapastas, premosh, tetes, tetas , mamellas, humedad y tragos de Jager para hacerlo más llevadero. Bendito sea ese licor del demonio.
Incluso el festival te ofrece la posibilidad de bañarte en una piscina con otras 5000 personas más. Eso sí o saldrás embarazad@ de un chico de Cieza llamado Joseto o contraerás una enfermedad aún no conocida por la ciencia. Chúpate esa #Melvinismo
El sounder medio va ponerse como las Grecas en el macrobotellon del paseo marítimo y luego entra a la electrónica. Garrafón dentro de sus estómagos y oídos. Eso es asín.
Luego están los que van a ver grupos nacionales más blandos que la mierda de pavo. Como Supersubmarina o Carlos Sadness. Este último, se dedicó a decir que la gente guay estaba en su concierto y los demás eran un atajo de canis. Lamentable Amigo.
Puedes disfrutar de todo esto si logras pasar positivamente todos los días el tacto rectal de los seguratas neonazis de la puerta y no les hablas en alguna lengua arcaica o muerta como el valenciano y/o el catalán. ¡Un saludo a las madres de todos los trabajadores de La Levantina!
Pero el menda no tiene que pasar por ese mal trago. Soy prensa. La élite de la sociedad. La verdadera casta y vosotros el vulgo. Para nosotros está reservada la alfombra roja y las copas de Singapur sling, en los mullidos sofás forrados en piel de algún extinto animal de la zona VIP
Rudimental, uno de los headliners, estaban ofreciendo una magnífica actuación cuando tuvieron que suspender su concierto a causa de la lluvia. El recinto se convirtió en Biescas (lástima que el agua no se llevará por delante a los piojosos de La Pegatina). Peor suerte corrieron los sounders de la España profunda acampados. El camping se convirtió en nueva Orleans tras el Katrina sólo que con un montón de tiendas Quechua en vez de casas coloniales. Sólo faltaba Sean Penn en canoa!!! Empapado me largo avanzando entre oscuros charcos de más de 40 cm. Me acuerdo del verano de 1965 en Da Nang. Algunos campistas son evacuados al Llar Fallero de Burriana, templo del fallerismo más rancio, casposo y pepero
Al día siguiente mientras disfruto de Delorentos cae una fina lluvia. Le comento a un gallego que en Castellón nunca llueve. Me dice que si yo o mis amigos tenemos algún tipo de droga, sea la que sea, nos la compra. A los pocos minutos comienza el vendaval y la lluvia torrencial. El aire daña las estructuras de los escenarios. Ahí me empecé a asustar. Por no hablar momentos después cuando la carpa de prensa (lugar seguro en teoría) se inundó y tenía flotando a mi lado una regleta enchufada. Iba a morir. Salir de allí se convirtió en una difícil prueba que no se la deseo a ningún chinorris de Humor Amarillo. Lo logré. Sobreviví. Pero suspenden todas las actuaciones, evacuan a la gente, no veo los Hives. ¿Porque me odias Diosito?
Nuevo día. Sol reluciente. Pocas actuaciones dignas. The Kooks congregan a mogollón de chavalería que corean sus canciones. Canciones que están muy bien si lo que te mola es comerte un kilo de helado de chocolate y llorar abrazado a la almohada un sábado noche cualquiera. Lo de Ting Tings fue más divertido, aunque están más vistos que el tebeo y a Katie White se le notan las arrugas. Puta vida tete.
Después sólo quedaba seguir alcoholizándome. ¡Estaba obligado a ello coño! Huí del EDM de Zeed y de una casposa girl band.
Me decante por DJs de pop como Dj Amable y Elyella . Recuerdos fugaces. Gente mojando el dedo en un extraño polvo que les dilataba las pupilas. Caras de felicidad. Yo mojando con media cerveza a un tío “has visto lo que Dios nos ha hecho?”. Yo tirándome la otra media cerveza por encima por no saber bailar y beber a la vez. Chicos con barbas de homeless y diminutos pantalones cortos… Colocados, colgados…buena gente.
El domingo cambiaron los horarios para meter a las jacas de Nervo, dos hermanas modelos y según ellas DJs.
En Nacho Vegas cuatro viejunos cantaban abrazados. En primeras filas cinco putifans. “Nacho Vegas es el cucal de los canis ” me comenta un colega. Me río y a la vez me pregunto ¿es Nacho Vegas una persona de verdad? ¿O es un personaje de Joaquín Reyes? ¿Este tío gusta a alguien a parte de a los bohemios?
Después de unas canciones de Tom Odell vemos a Toundra. Por fin algo de rock ( aparte de la actuación de The Subways el viernes que fue la hostia) . Mientras tocan We Are Scientists entran hordas de chavales con pinta de haber fracasado en sus estudios o de ser telespectadores de Mediaset o las dos cosas. Pinchan Nervo. Se rumorea que una sesión pregrabada. Huyo antes del que comience el show poniendo fin a mi quinto Arenal.
Me quedo con lo positivo. No he muerto electrocutado, ni de una pulmonía. Hubo buenos conciertos aparte de los ya mencionados: Monarchy, Sunset Sons , The Shoes…incluso el playback de La Roux estuvo bien.
Que no os asuste esta crónica es pura exageración (o no). Ni otras que encontrareis en internet como la de unas pijas de capital que les molesta el olor a meado y que se les mojen sus Vans con la lluvia. Ni tampoco la de almidonados redactores que les parecen superficiales y pedantes esas bandas por las que hace 4 años suspiraban. El Arenal mola y por lo que vale la entrada si ves cuatro grupos que te gustan ya la has amortizado. Te echas unas risas con los amigos, bebes y si tienes 20 años y eres solter@ disfrutarás el doble.
Volveremos en 2016 sólo que está vez con zapatos de golf.
Raoul Duke
Fotos: Dr Gonzo
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