La senda del metal

Aunque por los motivos de sobras conocidos estemos en una época de triste standby en cuestiones de música parece que poco a poco volveremos a disfrutar en todo su esplendor de una de nuestras aficiones favoritas, y para ir calentando motores nada mejor que conocer como surgió uno de los movimientos que marcaron los 80-90 principalmente y que contaron seguramente con los fans más fieles y apasionados del espectro musical. Camaradas, con todos ustedes, los inicios del rock “duro” y la semilla que marcó el camino del heavy en su amplia variedad, Rock On!

Pues sí queridos madafackas, aunque en la década de los 60 el gran Hendrix, The Kinks con You really got me y Steppenwolf con la inmortal Born to be wild ya apuntaban retazos de un sonido más poderoso y subido de decibelios no fue hasta comienzos de los 70 cuando el cambio del rock más tradicional a un estilo musculoso y más visceral empezó a tomar formar claramente. Las tres patas principales de este nuevo estilo que resultaría clave en el futuro tenían diferentes propuestas pero con el tiempo han permanecido en el Olimpo de la música como fundamentales e iconos que la mayoría de grupos posteriores reconocen como referentes: Black Sabbath, Deep Purple y Led Zeppelin, of course!!

El nexo de unión no solo era la tremenda calidad de sus músicos y la innovadora forma de tocar y cantar solamente, ya que todas surgen de grandes ciudades inglesas como Sheffield, Londres y Birmingham, de gran importancia para la industria british y fundamentalmente en barrios de gente trabajadora, muy frustrados socialmente y con escasas expectativas. A pesar de todo ello las letras empiezan a adentrarse sobre todo en temas oscuros y cada vez más sexuales, sin apenas reivindicaciones de carácter social.

Black Sabbath nació en 1968 con Tony Iommi (guitarra) y Ozzy Osbourne (voz) como principales líderes, siendo el nombre de la banda un homenaje a una película clásica de terror llamada así. Las letras del grupo se adentraban en situaciones oscuras de la mente, la pasión por el ocultismo y las ciencias poco conocidas y menos convencionales, siendo su segundo trabajo Paranoid (1970) el Santo Grial que hace despegar en los charts a la banda y el punto de inflexión en su extraordinaria carrera. En el disco encontramos tres obras maestras míticas como Iron Man, War Pigs y la archiconocida Paranoid, canción que da nombre al disco aunque la primera intención era llamarle War Pigs como crítica a la guerra del Vietnam, pero pensaron que igual una parte del público favorable al conflicto se apartaría de su música. El sonido oscuro y lúgubre del disco tuvo un rechazo inicial por parte de ciertos sectores, aunque posteriormente muchos críticos afirman que fue el primer álbum de estilo heavy por sus ritmos machacones, riffs acelerados y los inconfundibles aullidos del mitazo Ozzy.

Otro cañozazo clave en los comienzos de los 70 fue In Rock de los Deep Purple, cuarto disco de la banda pero primero con Ian Gillan como frontman, que junto a Glover, Paice, Blackmore y Lord formaron la formación más popular y exitosa de la banda. Child in time y Black Night fueron dos de los mayores éxitos del disco, además de piezas imprescindibles junto al posterior Smoke on the water para conocer el vibrante sonido Purple, siempre jugando con el blues, la psicodelia y esos acordes poderosos que les hicieron vender más de 150 millones de copias en su historia.

Aunque hay cierta unanimidad al citar a Led Zeppelin como una de las bandas más talentosas de la historia su álbum debut homónimo en 1969 no despertó inicialmente mucha expectación entre los críticos, es más, casi despectivamente se referían al disco como una obra de heavy metal, y no fue hasta la explosiva gira que hicieron por los States cuando triunfaron clamorosamente. El público yankee cayó rendido ante el savoir faire de cuatro músicos excelsos que a pesar de su juventud demostraban unas tablas poco corrientes: Bonham aporreaba la batería de forma granítica y daba sentido a los riffs del gran Jimmy Page, siempre arropado por el bajista John Paul Jones y la espléndida voz de uno de los más grandes de la historia, Sir Robert Plant. Su música bebía del blues y el rock clásico pero siempre iba un paso más allá como demuestran temazos del calibre de Danzed and confused, Rock and roll, Black dog y la incomparable Whole lotta love, llenas de salvajes guitarrazos y bramidos top de un Plant desbocado…

Judas Priest comienzan a moldear el conocido sonido heavy a principios de los 70 y Alice Cooper, el alocado guitarrista Ted Nugent o Scorpions, entre otros, empiezan a captar la atención del gran público con temas cada vez más viscerales y atronadores, subiendo los decibelios de sus canciones como antes no se había escuchado. En Inglaterra los medios, siempre ávidos de etiquetas, englobaron durante la segunda parte de los 70 a los míticos Iron Maiden, Saxon y Def Leppard en una corriente llamada Nueva ola del heavy británico, cosa que con el paso de los años se multiplicó y aparecieron nuevos géneros por doquier: Trash Metal, con los cuatro grandes Metallica, Slayer, Megadeth y Anthrax, el rock americano con aristas metaleras de Kiss, Aerosmith, Van Halen o Guns And Roses, los guitar heroes Steve Vai, Satriani, Gary Moore e Ingwie Malsmsteen o los eternamente inclasificables AC/DC y Motorhead.

Heavy rules, madafackas!!!

Guillermo Caridad

Loser catalano-galego de extrarradio. Influenciado por The Doors, NIN, los clásicos de Seattle y The Cult. Lo más destacado de mi currículum es que en un año fui a tres bodas en la tropical y querida Polonia. Menos Coelho y más Bukowski, joder!!!