Queen | El inmortal show de Freddie Mercury

Pues sí pedazos de madafackas, a pesar de las reticencias del reaccionario jefe galego, la primavera nos trae una histórica banda que llegó a ser la más venerada del Reino Unido tras el adiós de los Beatles… Conocida mundialmente por el brutal magnetismo que emanaba su excelso líder y frontman, la década de los 70 alumbró un grupo que abarcaba desde el rock más guitarrero a un sonido operístico y teatral que marcó a toda una generación de fans que sintonizaron incondicionalmente con unos transgresores músicos ingleses que ya forman parte del Olimpo de los grandes: Queridos tronc@s, el especial vintage de este mes viene cargado de rímel, pelucas y buen rock con Queen, of course!!

Formada en 1970 por Freddie, Brian May (guitarra), Roger Taylor (batería) y John Deacon (bajista), la banda adoptó el nombre de Queen sugerido por Freddie, aunque Brian May no estaba muy convencido por el indudable significado gay que daba a entender. Poco después de darse a  conocer el carismático cantante cambió su apellido Bulsara por el de Mercury, en honor al dios Mercurio, y creó el que sería mítico logo del grupo con la combinación de los diferentes signos zodiacales de los integrantes junto a una Q con una corona, todo ello eclipsado por un grandioso ave Fénix.

Después de unos años de versiones, pequeños bolos y búsqueda de discográficas, en 1973 sale a la luz Queen, su primera obra oficial y con claras influencias del rock progresivo y el metal de la época. La anécdota del disco es la cita que incluía advirtiendo de que no usaban sintentizadores, ya que algunos efectos del brillante May con la guitarra había confundido a mucha gente.

La prensa recibió con entusiasmo el lanzamiento y empezaron a girar junto a los entonces populares Mott The Hoople, además de formarse poco después el primer club de fans de Queen, animando a la banda a grabar en 1974 Queen II y obteniendo su primer disco de oro donde empieza a apreciarse su giro operístico gracias a los efectos de coro tan característicos en su carrera. Empezaba a vislumbrarse una gran carrera, aunque todavía no tenían un gran éxito que les catapultase mundialmente como seña de identidad, hecho al que empezaron a acercarse en 1974 con el sencillo Killer Queen del álbum Sheer Heart Attack y su posterior gira europea.

1975 es el año del desembarco como banda cabecera en los States gracias al apoyo total de la firma Elektra, además de aterrizar meses después como emergentes estrellas en Japón ante un gran número de fanáticos…aunque el verdadero boom llegó a finales de año con la publicación de A Night at the Opera (en homenaje a la excelsa Una noche en el ópera de los bros Marx) y su inmortal himno Bohemian Rapsody, elegida posteriormente como una de las mejores canciones de la historia y creada por el gran Freddie a partir de sueños suyos que inmediatamente inmortalizó en papel. Gracias a semejante trallazo y temas como You´re My Best Friend y Death on Two Legs el disco llega a ser número uno y disco de platino, aguantando varios meses en la cumbre de las listas british.

Queen en concierto

A Day at the Races (1976) continua la estela del bombazo anterior, teniendo como principal reclamo el single Somebody to Love y marcando claramente las distintas vertientes dentro del grupo, apostando Marcury por unos temas más cercanos al gospel y la música negra mientras el colíder Brian May se decanta claramente por el hard rock, mezcla que engrandece la popularidad ya imparable de la banda británica, lo que no es óbice para que aparezcan las primeras tensiones por el gran protagonismo de los dos pesos pesados de Queen.

A pesar de los rumores el final de los 70 consagra definitivamente a la banda gracias a temas míticos en sus siguientes trabajos como We Will Rock You, la archiconocida We Are the Champions (homenaje de Freddie al Manchester United según algunos) o Don´t Stop Me Now que convierten a Queen en estrellas mundiales con un estresante ritmo de vida, además de suponer la aparición por primera vez de Mercury con su icónico bigote.

Los 80 traen la primera recopilación de la banda con Greatest Hits, incluyendo el exitoso Under Pressure donde tocan a duo Freddie y el mitazo David Bowie, consiguiendo por segunda vez ser número uno en UK y a la vez ser el disco más vendido de la historia británica por delante del Sargent Peppers de los Beatles. El siguiente disco en estudio significó un cambio absoluto en las melodías del grupo, derivando a un sonido más discotequero y pop muy criticado por medios y fans. Hot Space (1982) incluyó por primeras vez sintetizadores en vez de riffs de May para probar cosas diferentes, aunque el experimento resultó fallido e irregular.

Después de un prolongado descanso vuelven por sus fueros en 1984 con The Works, reventando otra vez el mercado con dos temas enormes llamados Radio Ga Ga y sobretodo I Want to Break Free, corte fetiche sobre la libertad y adoptado mundialmente por la comunidad gay como himno propio, certificado por la propia banda al salir en el videoclip todos vestidos como mujeres. Gracias al enorme éxito tocan en el Rock in Rio y en el Live Aid, macroconcierto histórico donde actuaron multitud de estrellas para recaudar fondos contra el hambre en África, destacando figuras de la talla de U2, Eric Clapton, Ozzy Osbourne, Sting y Status Quo entre otros, aunque se suele recordar por encima de todos el enorme show de Queen.

Queen actuando en el Live Aid, Wembley, 13 de julio de 1985 | Foto: Popperfoto

Freddie prueba un año después en solitario con Mr. Bad Guy con mediocre aceptación, resarciéndose con la banda en 1986 gracias a la fulgurante aparición de A Kind Of Magic y temazos como One Vision, el single que da nombre al disco o las célebres Friends Will Be Friends y Who Wants to Live Forever, tocando en el tour posterior dos noches seguidas en Wembley ante 72.000 espectadores. La exitosa gira fue seguida por más de un millón de personas, siendo la última que el grandioso Mercury haría con Queen.

Los siguientes años fueron de relax después de la agotadora agenda de la banda, saliendo a la luz los problemas de depresión de May con intento de suicidio incluído y la trágica noticia de la enfermedad de Mercury, el por aquel entonces incipiente y terrible SIDA, no siendo óbice para publicar en solitario The Great Pretender y el entrañable Barcelona junto a Montserrat Caballé. En la última etapa de la banda publican The Miracle (1989) e Innuendo(1991), discos irregulares aunque con algún buen tema como I Want It All, Invisible Man y por supuesto The Show Must Go On, nostálgico legado de un ya tristemente deteriorado Mercury.

A finales de 1991 Freddie reconoce públicamente su enfermedad, muriendo el 24 de Noviembre a los 45 años y dejando un enorme vacío en la escena musical donde era un claro referente de los escenarios por su savoir faire y la maestría al mezclar música y teatralidad.

HASTA SIEMPRE, SEÑOR BULSARA MERCURY!! 

PD: Años después Queen han seguido dando conciertos con varios cantantes de cierto renombre, pero por respeto al excepcional líder fallecido no entraremos en detalles…