Scorpions | Baladas y picotazos de hard rock

Cuando a principios de los 70 los hermanos Schenker (Rudolph y Michael) trataban de arrancar una banda de rock desde Alemania no podían imaginar ni en sus sueños más húmedos la repercusión que conllevaría, aunque tenían claro que solo en inglés podrían triunfar lejos de la por entonces Alemania Occidental. Con la llegada al grupo del gran vocalista Klaus Meine, sus riffs se fueron agigantando hasta convertirse en uno de los grupos históricos y más reconocidos en las siguientes décadas dentro del rock más duro y cercano al metal, convirtiendo sus conciertos de los años 80 en algo extraordinario y multitudinario. Los míticos Scorpions, madafackas!!

Aunque el gran público siempre les asocia con sus legendarias baladas, la magnífica banda alemana fue una de las principales propulsoras del rock duro en Europa y uno de los grupos insignia junto a otros gigantes como Iron Maiden, AC/DC, Judas Priest o Kiss en la explosión mundial de los sonidos más afilados del variopinto planeta rock. Con el lanzamiento de “Lonesome Crow” en 1972 la banda empezó a hacerse un hueco en el mundillo musical y a salir de gira, resultando definitivo para que el brillante Michael fuera reclutado por los entonces famosos UFO para ser su guitarra. Su salida supuso una crisis en la banda, reorganizándose de forma efectiva en 1974 con el disco “Fly To The Rainbow” donde ya se atisban las directrices de su sonido, potente pero pegadizo según ellos mismos.

Scorpions en sus años mozos | Todavía no se habían pasado a las baladitas de mechero

Un año después los medios alemanes ya les consideran la mejor banda de hard rock en directo y su LP “In Trance” provoca su primera polémica al mostrar en su portada una modelo con un pecho al aire encima de una guitarra, iniciando el camino de otras carátulas provocativas a lo largo de su carrera. “Virgin Killer” (1976) y “Taken By Force” (1977) asentaron a la banda en la cima de los charts y gracias a ellos consiguieron sus primeros discos de oro en Japón, país que les reverenciaba y donde grabaron su directo Tokyo Tapes después de haber teloneado por Europa a los grandiosos Kiss.

Michael Schenker retornó efímeramente a la banda, aportando su guitarra a tres canciones en “Lovedrive” (1979) y compartiendo melodías con el nuevo guitarrista,  Matthias Jabs. Gracias al exitazo del álbum Scorpions viaja por primera vez a los States, siendo secundarios de un cartel con figuras ya consagradas como Aerosmith o AC/DC y cantando en directo por primera vez una de sus inmortales baladas, Holiday. Con “Animal Magnetism” (1980) vuelven a América pero ya como grupo principal y participando después en la primera edición del histórico Monsters Of Rock junto a Judas Priest, Saxon y Rainbow en Inglaterra.

A pesar del enorme éxito un grave problema puso en entredicho el futuro de la banda: Klaus tenía problemas con las cuerdas vocales y los médicos le aconsejaron que dejara de cantar. La banda se mostró rotunda al respecto y le apoyaron en todo momento, asegurando que sin él dejaría de existir Scorpions. Tras ver el apoyo incondicional del resto del grupo Meine consultó a más doctores y un especialista en temas de ópera logró tras dos cirugías reconstruir su voz, añadiendo según todos un rango más metalero a su tono tal como se comprueba en “Blackout” (1982).

Míralos que chulitos sobre el escenario

Éxitos como Dynamite o la propia Blackout hacen que se vendan más de un millón de copias y logren un disco de platino, girando durante dos años con una aceptación clamorosa por todo el planeta y siendo ya indiscutibles cabezas de cartel en todos los festivales, aunque el bombazo estaba por llegar… Y llegaría en 1984 con el monumental “Love At First Sting”, llegando al triple disco de platino con temazos del calibre de Rock You Like a Hurricane, Bad Boys Running Wild, Big City Nights o la balada por excelencia, Still Loving You.

Gracias a su power ballad y los cañonazos de rock duro Scorpions se instalan definitivamente entre los grandes del hard rock, siendo definidos como referentes absolutos del sonido más metalero por parte de la prensa y especialmente por su enorme legión de fans. La expectación mundial por ver a la banda era unánime y estuvieron tres años de gira, batiendo récords en USA y participando en el primer Rock In Rio ante más de 350.000 espectadores.

Su clamoroso éxito en vivo merecía un documento sonoro y se embarcaron en la grabación del popular “World Wide Live” en 1985, llegando a estar más de 50 semanas en los primeros puestos de ventas gracias a este doble disco en directo con todos sus espectaculares clásicos, además de servir para que tocaran por primera vez en un país del bloque comunista (Budapest, 1987). Cuando en 1988 publicaron “Savage Amusement” (con su hit Rhythm Of Love al frente) el status de Scorpions era tan importante que logran firmar casi una veintena de actuaciones en la hermética Unión Soviética, aunque algunas de ellas fueron canceladas por las autoridades por generar demasiado entusiasmo y ansias de libertad en la emergente juventud soviética. A pesar de las dificultades el resto de las actuaciones fueron un clamoroso éxito y se calcula que actuaron ante más de 350.000 personas ávidas de rock y nuevos horizontes políticos.

Scorpions, vozka y Perestroika. Nada podía salir mal

Un año después la banda organizó un megafestival en favor de la paz junto a las autoridades de la URSS, invitando a estrellas como Ozzy, Bon Jovi o Motley Crue entre otros que dinamitaron Moscú ante la pasional visión de 260.000 almas. Influenciado por su estancia en las tierras de Lenin, Klaus alumbró su tema Wind Of Change, emblema del grupo tras la caída del Muro de Berlín y estrella del disco “Crazy World” (1990). La balada fue número uno en multitud de países e hizo del álbum el más vendido en la historia de Scorpions, además de conseguir un doble disco de platino en USA. Otro hecho insólito que consiguieron gracias a su archiconocida balada reivindicativa fue la invitación de Gorbachov a cantar la canción en la Plaza del Kremlin en pleno proceso de “Perestroika”, situación insólita en la URSS e icónica de la apertura soviética.

Hasta aquí podíamos decir que Scorpions vivió sus días de vino y rosas en cuanto a creatividad, ya que aunque hasta la actualidad siguen en primera línea sus discos posteriores han sido bastante más flojos e irregulares, con la obvia excepción de sus trabajos con la Filarmónica de Berlín y el Unplugged Acoustica. Obviamente no hace falta decir que un servidor disfrutará plenamente de uno de los gigantes de mi ya lejana juventud este verano en el Rock Fest de Barcelona, donde impartirán su legendario magisterio junto a otros mitos como Ozzy, Judas o los siempre espectaculares Kiss.

Aquellos que no sepáis silbar, estáis jodidos durante Wind of Change

Love At First Sting, camaradas!!!

Guillermo Caridad

Loser catalano-galego de extrarradio. Influenciado por The Doors, NIN, los clásicos de Seattle y The Cult. Lo más destacado de mi currículum es que en un año fui a tres bodas en la tropical y querida Polonia. Menos Coelho y más Bukowski, joder!!!