Wolf Alice – “Visions Of A Life”

  • 10/10
    Nota - 8,5/10
8/10

Portada

Wolf Alice pusieron el mundo patas arriba cuando, en 2015, debutaron con My Love Is Cool. De la noche a la mañana, el carisma irresistible de Ellie Rowsell y compañía hechizó a miles de personas alrededor del mundo y se catapultaron como una de las bandas revelación del año, nominaciones a los Brit Awards, Mercury Prize y Grammy incluídas. Dos años más tarde, nos han vuelto a atrapar con su brillante y atrevido segundo trabajo, Visions Of A Life (2017).

Visto así, la llegada de este segundo álbum debería suponer algo así como un reto para el cuarteto de Londres, o al menos, crear gran expectativa tras el éxito rotundo del primero. Pero Visions Of A Life es mucho más que la continuación de My Love Is Cool. Si el disco debut asentó las bases del estilo de Wolf Alice, Visions Of A Life explora y construye sus matices.  Trabaja con el dreampop, el grunge y el punk creando un delicioso contraste. Es más sólido, más consistente y complejo; pero no pierde la esencia salvaje tan característica.

Nada más empezar, los instrumentales de Heavenward irrumpen cual truenos y relámpagos, luego entra la voz de Ellie Rowsell y su timbre dulce parece calmar la tormenta.  Pero con Wolf Alice las apariencias engañan, y la dulzura de Rowsell en Heavenward desaparece por completo con la llegada de Yuk Foo.

Yuk Foo el primero de los cuatro adelantos que publicaron antes de la salida del disco, y qué mejor forma de presentar su nuevo sonido que esta bomba de relojería. Repleto de distorsiones y gritos histéricos, despierta el lado más descarado, crudo y salvaje de Wolf Alice y es imposible no caer rendido a sus pies.

En este juego de contrastes que es Visions Of A Life, cabe destacar también la presencia de poderosas baladas. Las vibraciones poperas de Beautifully Unconventional sirven de transición entre el chute de energía de Yuk Foo y las dos preciosas canciones que llegan a continuación: Don’t Delete The Kisses y Planet Hunter. Las melodías hipnóticas y efervescentes y la voz aterciopelada de Rowsell apelan directamente a las emociones y nos elevan a un nuevo plano astral, definiéndose claramente como dos de los mejores temas del disco.

Sky Musings y Formidable, por otra banda, explotan la faceta más sensual del disco. Protagonizadas por melodías oscuras y susurros constantes, recrean un ambiente onírico y añaden matices taciturnos a su sonido. Asimismo, Space & Time, St. Purple & Green y Sadboy tienen una predominante fuerza instrumental y son los que más se acercan al sonido de su primer trabajo. Todo lo contrario pasa con After The Zero Hour, de formato más acústico, que trabaja las voces como ingrediente principal, con efectos corales y acapellas y un sonido suave y casi celestial.

El disco cierra con el tema homónimo, Visions Of A Life: casi ocho minutos que conforman el broche final y embotellan la propuesta musical de Wolf Alice: oscuro y ruidoso pero elegante y naive. Un efecto catártico pero irresistible.

Pero es este juego de luces y sombras lo que Wolf Alice saben hacer mejor. Trabajan la distorsión melódica y la rebeldía salvaje; y a la vez, lo saben combinar con la sensualidad aterciopelada del dreampop, creando un contraste que no falla. Su música evoca lugares, emociones, y una sensación de absoluto placer estético; y esto es algo que empezaron a dejar claro con su debut, pero que han definido muy claramente con este disco y lo han explotado con muy buenos resultados.

Visions Of A Life es un álbum trabajado al detalle y sobresaliente, que parte del ya extraordinario My Love Is Cool para elevarlo a una mayor categoría. Si había alguna duda, Wolf Alice han venido para quedarse. Y sinceramente, no podemos esperar a ver qué tienen pensado hacer con el tercer disco.