Javier Díez – Ena presenta Theremonial (Teatro del Arte, Madrid)

100% Psych: Javier Díez – Ena presenta Theremonial en Madrid

Martes 6 de Junio, 22:00h.

Teatro del Arte, Madrid.

Organiza: Giradiscos & Universalodds

Patrocina: Son Estrella Galicia

El pasado día 6 fue un día muy señalado pues es uno de los pocos conciertos en España de un thereminista, un instrumento ruso de principios del siglo XX, mitad eléctrico, mitad electrónico y 100% etérico pues se toca mediante ondas invisibles. El intérprete de dicho instrumento fue Javier Díez – Ena o debería decir “Eno” en comparación al genio de la electrónica inglés. Díez Ena, periodista y músico, quizás más recordado por muchos por ser un colaborador de la radio que ponía discos extraños, extravagantes y enrevesados, pero muy luminosos, bajo el nombre del Sr Tropical en programas de Radio 3; sólo citaré uno de los muchos grupos donde ha colaborado, por ser algo así, como un grupo de culto, maldito, increíble e injustamente olvidado, y además con un sólo disco, para aumentar aún más su leyenda, como fue Insecto con el LP “Love Fiasco”, para hacernos una idea, sonaba como un  disco de John Zorn de Naked City en clave poética con escasos pero cautivadores recitados.

Con el Teatro del Arte, prácticamente repleto y algunos cojines hasta en el suelo, comenzó Díez Ena, el engorroso afinamiento, según nos aclaró, de este instrumento que aunque nos sigue pareciendo del futuro tiene casi un siglo de antigüedad. Con Díez – Ena, se rompe ese modelo del intérprete de theremín que se dedica a hacer versiones de música clásica como Clara Rockmore, o como la rusa Lydia Kavina que nos visitó hace dos años y que aunque tiene alguna composición propia, se sigue guiando con la gran sombra que ejerce la primera diva del instrumento como fue Rockmore. Y esta es la gran sorpresa que nos ofrece Díez – Ena, por fin, alguien sin prejuicios saca el máximo partido soñado a todo el bizarrismo (en sentido inglés) y con bizarría (en sentido español) a un instrumento de infinitas posibilidades.

Foto: Ana Sánchez / Madafackismo Underground

Con una primera canción de sonido submarino que evocaba ciudades sumergidas, música techno espacial a lo Orbital, industrial fabril ruso, y hasta rock & roll, todo en un mismo saco, nos podemos hacer a la idea de sus usos y abusos. El concierto fue amenizado por las visuales de El Problema a.k.a. María Gallardo, que decoraba cada canción con atletas gimnásticos, bombas nucleares, y un desparrame imaginativo, de creación propia, según acorde a cada canción.

 Mai Tai Break’ fue el segundo tema que seguía con la fascinación del músico por los sonidos exóticos, se hizo algo nunca visto (al menos en España), se utilizaron dos theremines, tras su afinamiento correspondiente, pues uno y otro se afectan mutuamente, utilizando una gran cantidad de pedales creaba loops en una compleja composición, dentro de una canción que parecía que cantaban espíritus, voces de ópera de los años 20 o sirenas fantasmagóricas reclamando el alma de Ulises. Todo esto con imágenes de un corazón latiendo con un infiernillo de fondo, y búhos o ratones luchando.

El siguiente tema fue ‘Varano Negro’, presentado como el reverso de Verano Azul, una canción divertida de electro-gótico-tropical-fantasmático que tanto le hubiera gustado a Tim Burton y que tan bien hubiera colado en la cena de los invitados repipis de Bitelchús. Imágenes de lava a través de un huevo, en esta ocasión.  El siguiente tema ‘Berlin Ghost Opera’ es bastante descriptivo con lo que nos encontramos, en el singular homenaje de Javier a la Neue Deutsche Welle, Einstürzende Neubauten….con visuales de caras tribales terroríficas, huracanes…y que terminó en distorsión de zumbidos como un concierto grunge. ‘Hanalei Dawn’, otra canción de inspiración hawaiana, bonita melodía con sonidos emitidos como por C3po, y con la que se trajo algún sonido pregrabado, exceptuando dos canciones, todo el concierto fue interpretado en espartano directo sin ningún tipo de sample.

Foto: Ana Sánchez / Madafackismo Underground

En ‘Cracovia Afterdark’ las visuales de El Problema volvieron a despuntar con imágenes de fuentes irreconocibles donde se veía el planeta girando y bustos de egregios personajes pasando como Napoleón o Abraham Lincoln, echando tierra sobre el planeta azul y luego apareciendo una indicación de Stop. Ahora era la ocasión de lo que se anunció como el momento 100% Psych de la velada, en homenaje al ciclo-festival que terminaba esa misma noche, con improvisación de dos theremines, a dos manos y cuatro antenas, e improvisación de visuales con órbitas elipsoidales, astros, meteoros, líneas de puntos imaginarios en el espacio…. Y que terminó cual Dr. Frankenstein sujetando fuertemente las antenas del theremín que seguía vibrando.

Seguimos con ‘Sunny García’, canción dedicada a un surfero de principios de los años 90, que aunque con tan soleado nombre, se dedicaba a luchar por las olas a puñetazos, ¿dancetronic surf?, algo así…se prosiguió con ‘Luna Hiena’, una canción que nunca se había tocado en directo, y que sonaba muy theremonial como el nombre de su disco indica (disco grabado sólo de noche durante 2 años, por cierto), rostros místicos de piedra en la pantalla nos miraban con ojos vacíos, cerámicas chinas en blanco y negro….uno de los dos theremines sonaba como una beatbox ochentera…y la música como de dibujos animados por momentos, parecía como si unos duendes estuvieran construyendo un parque de atracciones en La Luna.

Foto: Ana Sánchez / Madafackismo Underground

El concierto acabó con una “perversión” del ‘Caravan’ de Duke Ellington, con partes que sonaban como bautizó Javier a hip hop industrial con scratching incluido y en la que el compositor también demostró que esta música se puede bailar, no lo dudamos, dándolo todo en este último tema. Cierre con broche de oro, como se suele decir, en esta segunda edición del 100% Psych Fest.

Sebensuí A. Sánchez

Sebensuí A. Sánchez

Khaös de Mago, poeta palabrista, filósofo imberbe, melómano colector desde que tenía 10 años. Ya daba patadas antes de salir a la luz, le contaba su madre, cuando en casa se ponía el “The Dark Side of The Moon”.