WAM Estrella de Levante 2017 | Larga vida al WAM

Después de un largo culebrón que posiblemente no haya terminado aún, Murcia tuvo su festival masivo. Masivo, pero menos que otros años, ya que lo precipitado de su creación y puesta en marcha seguro que alejó a mucha gente que, ante la incertidumbre, decidieron no hacer acto de presencia. Aún así se llegaron a juntar 23.000 personas por día, haciendo del recinto una experiencia en general bastante cómoda.

Ademas el festival empezaba antes que nunca, ya que el martes teníamos los primeros conciertos para ir abriendo boca. Estuvimos en la Sala REM donde los argentinos Cápsula le rendían tributo al Ziggy Stardust, un show que llevan paseando por los distintos festivales y salas ya sobre seis años, y se les nota cómodos y rodados dentro del papel.

En una sala a medio llenar, ofrecieron un buen concierto sin sorpresas en el que los temas míticos de David Bowie fueron cayendo uno a uno y siendo coreados por un público animado, redondeado la faena con unos bises donde cayeron Rebel Rebel o Heroes.

También tuvimos oportunidad el miércoles de asistir al concierto de Fat White Family, uno de esos grupos rara avis que es 80% actitud y 20% música y a la que todo le parece importar una mierda. Siete integrantes, uniformados de manera desigual, no había dos iguales, creando un contraste de lo más variopinto en el escenario, que desafiaban los oídos del espectador y al encargado de la mesa de mezclas, dando forma a una bola de sonido envolvente, atronadora y saturada de puro rock ‘n roll. No podías responder más que con una sonrisa divertida mientras que el descamisado Lias Kaci Saoudi interpretaba sus temas con un tercio de Estrella de Levante cerveza en mano.

Y llegó el día principal, la jornada del viernes, y lo primero que se pudo apreciar es la falta de ambiente en el parking aún cuando ya eran las seis o siete de la tarde, y cero colas para ponerte la pulsera, aunque bien es verdad que la posibilidad de ponerte la susodicha a lo largo de la semana bajó la afluencia en las colas de última hora. En ese sentido, todo un éxito.

Future Islands | Foto: Javier Rosa / WAM Festival

El viernes lo inauguramos con un concierto en el que Future Islands estaban tocando de forma correcta pero en el que el ambiente festivo brillaba aún por su ausencia. Ni los bailes de la estrella de rock con apariencia nuestro tío Paco ni los buenos temas de la formación consiguieron despertar a un público que, la verdad, estaban en plena siesta.

Belako en el escenario secundario, con la gente ya más recogidita, demostraron que a veces no hace falta traer a nadie de fuera para montar un gran concierto, y es que a lo largo de una hora y con temas de su nuevo disco incluidos, nos tuvieron con la mirada fija en el escenario y flipando a colores con la que son capaces de montar.  Premio al concierto del día.

Belako | Foto: Javier Rosa / WAM Festival

De ahí a ver un rato a White Lies, esa suerte de grupo clon de Interpol y Editors un poco descafeinado, que ya había pasado también antes por Murcia en el “otro” festival, y que dieron síntomas de mantenerse en lo que saben hacer, con sus viejos temas destacando por encima de los nuevos. Hora de cenar y enseguida a ver a Joe Crepúsculo… que por lo visto había cancelado.

Aunque el relevo, las Chillers, atraparon a unos sorprendidos espectadores con una selección de temas noventeros y no tan noventeros reversionados en clave rock, que con mucho desparpajo y un ambiente muy verbenero nos tuvo muy entretenidos a lo largo de su concierto. Y es que de vez en cuando Gala o Rocio Jurado bien tienen su cabida en un entorno “indie”… ¿o no? Pues por la respuesta del público, parece que lo tiene.

Y para no romper con ese ambiente verbenero, llegó el momento del concierto más masivo del día… el de Fangoria. Y es que aquí vamos a sota, caballo y rey y nos gusta el faranduleo, qué le vamos a hacer. Fangoria ya estuvo el año pasado en el “otro” festival, y volvió a hacer lo que sabe, algo de playback, temas moviditos y otros que conoce todo el mundo. Puro show que nos hizo bailar hasta el final del concierto.

Editors | Foto: Javier Rosa / WAM Festival

A continuación llegó el turno de Editors, que se marcó probablemente el concierto más animado de las cinco o seis veces que les habré visto, dos de ellas además en Murcia y alguna otra no muy lejos. Pero hay que decir que Tom Smith y los suyos juegan en otra liga, aunque la verdad no cala tanto entre el público como Alaska, y es que se les pudo ver la mar de cómodos incluso en las primeras filas. Siguen tirando mucho de sus temas de siempre, Smoke Outside the Hospital Doors, Racing Rats, Papillon… saben qué es lo que gusta, aunque eso termine abocándoles a convertirse en un grupo que vive de su pasado.

Y justo al finalizar el concierto de los británicos, regresó la verbena al escenario secundario, otra vez con mucha gente, pero ésta vez con Ojete Calor que comenzaba “cantando” aquello de “Bailar Pegados” de Sergio Dalma. Como ellos mismos dijeron, cantan fatal, pero lo dan todo. Y la música es una grabación sobre la que cantan encima y au. Pero son las 4 de la mañana y eso nos la trae floja, seamos sinceros. Nos estamos divirtiendo con el “Corre Sara Connor, te persigue el Terminator 2”, nos descojonamos con “eres viejoven” e insultamos a alguna persona imaginaria o no tanto a la que cantamos “eres tonta y eres gilipó” mientras los dos humoristantes hacen de las suyas vestidos de forma ridícula sobre el escenario. Y volvió a sonar Gala, qué más puedes pedir, verbenero.

Ya para cerrar la primera jornada del festival, fuimos a The Magician, un Dj famoso sobre todo por su remix de Lykke Li que no tuvo a bien poner para decepción seguro de la gente que lo conociera, pero que nos tuvo igualmente bailando hasta la hora del cierre.

El sábado llegamos para finalizar unos Lori Meyers que deben ser, sin duda alguna, el grupo español que más convence en directo sobre todo en relación a los discos y sobre los que creo que hay poco ya que opinar porque no hay nadie que sea aún ajeno al fenómeno. Probablemente y junto con Vetusta Morla, el grupo generacional más transversal del “indie”.

Lori Meyers | Foto: Javier Rosa / WAM Festival

Escuchamos un rato de Varry Brava pero no son muy santo de mi devoción, así que decidimos ir a recuperar fuerzas. Aprovecharé para comentar las escasas colas que hice tanto para pedir tokens, cerveza o comida, aunque eso sí, a precio de festival. Los asiduos ya sabéis a qué me refiero. En general la organización solventó todos los entresijos del festival con una nota muy alta, especialmente dadas las circunstancias con que se organizó el evento. A ver si otros con mucho más dinero y asistentes toman nota.

En esos momentos arrancaban Orbital que con su montaje característico, subidos en una tarima y con su casco de luces, iniciaban una sesión de electrónica a la altura de un grupo diferente en el que, por supuesto, no faltaron las míticas Belfast o Halcyon, pero en el que también hubo guiños a nuevo material.

Orbital | Foto: Javier Rosa / WAM Festival

De ahí a mi concierto favorito del día en cuanto a diversión, los locales Perro, que con segundo disco en su haber no bajan revoluciones. Jugando en casa y a buena hora en el escenario secundario, compitiendo contra The Sounds, montaron una de la leche. Tampoco son la banda técnicamente más precisa del mundo, pero su descaro y sus temas tan divertidos movieron al público presente. De hecho salí del recinto tarareando Catán y algo dolorido de los pogos de Marlotina. Viva Perro.

Y del más divertido del día al mejor. Trentemoller sonaron nítidos, con la oscuridad que les caracteriza, pero con esos temas donde el teclado se dispara en dosis precisas para mantenerte enganchado y bailando. Hasta ellos se lo pasaban bien, agradeciendo y pidiendo más tiempo para una última canción. Conciertazo que sonó de lujo para otros veteranos que estuvieron ya en Murcia en 2011.

Tocaban entonces Delorean, que es de esos grupos de electrónica que siempre miran hacia delante, para bien y para mal. Los últimos discos carecen de ese punto eminentemente fiestero pero suenan muy bien. De hecho probablemente de las veces que les he visto, ha sido la vez que más nítido han sonado, pero también que me han dejado más chafado. Quizá por la hora, un cuarto de hora antes de las cinco de la mañana, las fuerzas ya flaquean … Así que me retiré del recinto del festival mientras cantaba Catán de Perro.