Y los Sultanes tocaban swing

Con la canícula de calor remitiendo a marchas forzadas tengo el placer de escribir sobre el grupo que marcó mi ya lejana juventud y que hizo que forrara a lo teenager desatado mis carpetas del instituto con imágenes de un tipo calvo, desgarbado y que hacía hablar a su guitarra acariciándola sin púa alguna… Efectivamente camaradas madafackas, los hoy semiolvidados Dire Straits (traducido aproximadamente como “situación límite”, por los apuros económicos de sus miembros) y su mítico líder Sir Mark Knopfler fueron uno de los referentes rockeros en los extraños años ochenta, donde la juventud se dividía entre surrealistas mega mixes, Eros Ramazzotti y otros productos comerciales o nuestros primeros escarceos rockeros con Iron Maiden, AC/DC, Bruce Springesteen y demás iconos del mundillo rock.

A pesar de fundar el grupo en 1977 (año donde la explosión punk dominaba el ambiente y amenazaba la supremacía de “dinosaurios” como Yes, Pink Floyd o Supertramp), nuestro escocés favorito siempre tuvo claro el tipo de música que quería hacer junto a su hermano David y los otros dos miembros, John Illsley y Pick Whiters: un rock sereno e intimista al que daban forma los extraordinarios punteos del genial autodidacta Mark, que siempre tocaba con tres dedos y sin púa. Él lograba que temas como “Sultans of Swing”, de su primer homónimo álbum, alcanzaran pronto la categoría de inmortal.

Tanto Dire Straits como Communiqué (sus dos primeros discos) reflejan claramente la esencia de los primeros años de la banda, canciones sobrias con aires melancólicos que hablaban sobre historias cotidianas de la clase media, del estilo Lou Reed o Dylan, artistas que, por cierto, los medios ya empezaban a asociar al maestro Knopfler. Pequeñas joyas como “Wild West End”, “Water of Love” y “Once Upon in the West”, entre otras, empezaban a calar entre el público y el grupo poco a poco se iba haciendo un nombre, hasta llegar a girar con Talking Heads, uno de los grandes en los finales de los 70.

La llegada de los 80 produjo cambios sustanciales en el devenir del grupo por la marcha de David (debido al gran protagonismo de su hermano) y por la grabación de Making Movies. Este fue un gran disco con temas clásicos como “Romeo and Juliet” (la mejor canción del grupo, según Mark) o la grandiosa “Tunnel of Love”, que evidenciaban una producción de mejor calidad y con canciones de mayor minutaje. Esta característica llegó a su clímax con su siguiente álbum, “Love Over Gold”. Mark pensaba que tenían que ofrecer algo más también en concierto y aprovechó la marcha de su hermano para ampliar la nómina de músicos, y así llegaron Hal Lindes y Alan Clark como segundo guitarra y teclista respectivamente. De este modo consiguieron un salto de calidad y giras triunfales por UK y Estados Unidos. Making Movies supuso también un giro más rockero y vibrante en el estilo del grupo dejando atrás el minimalismo de sus otros trabajos, situación que Love Over Gold rompió absolutamente dinamitando los anteriores esquemas del grupo.

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Con el nacimiento de nuestro entrañable Naranjito (qué puretas somos ya….) aparece en 1982 el trabajo más complejo y sinfónico de Knopfler y cía. Delirios de 15 minutos en “Telegraph Road” o ambientes densos y recargados como “Private Investigations” y “Industrial Disease” hacen de Love Over Gold el ejemplo perfecto de qué llevaría a un buen punk al suicidio. Todo ello facturado en un disco de solo 5 temas con una producción nunca vista en el grupo, con resultado irregular, y que significaría también el adiós de Whiters, al que sustituiría Terry Williams, un batería más sólido y completo. Para contrarrestar tanta seriedad y pomposidad, ese mismo año sacan un maxi single con 4 temas bailables y alegres, entre ellas la curiosa “Twisting by the Pool” que aportaban frescura y un inaudito toque twist al conocido sonido habitual.

Los años siguientes supusieron para Dire Straits el verdadero paso al estrellato y convertirse en banda de culto para millones de personas con la grabación de su mítico directo Alchemy. Este doble disco contiene extraordinarios arreglos que amplían y mejoran las canciones originales como, por ejemplo, la emblemática “Sultans of Swing” o “Tunnel of Love”.

Con todo esto, definitivamente nuestro amigo Mark queda elevado a los altares de los guitarristas top, con sus excelsos y admirados punteos magistrales. La aparición en 1985 del histórico Brothers in Arms no hizo más que refrendar el clamoroso éxito de la banda, que incrementó incluso la leyenda al aparecer con fuerza el formato CD. Durante años Dire Straits fue el grupo que más compacts vendía en España, y se comentaba que también en Inglaterra 9 de cada 10 familias con CD en casa tenía una copia del genial Brothers in Arms. Pocos melómanos de entre 30 y 40 años no han tarareado alguna vez “Walk of life”, “So Far Away” y, sobre todo, el precioso himno antibélico “Brothers in Arms” o la rotunda y stoniana “Money for Nothing”, canciones que confirmaron como inmortales y superventas a la en sus comienzos insegura y modesta banda.

Después de una agotadora gira mundial de casi 2 años la banda estaba agotada y saturada. Durante 6 años vivieron de sus altísimas rentas en un descanso que parecía definitivo. En 1991 surgió casi por sorpresa On Every Street, irregular y con bajón de ventas y creatividad, lógico después de los anteriores y frenéticos años. El tema más relevante quizás sea el curioso “Calling Elvis” que sirve de homenaje de Mark al Rey del Rock.

La historia de Dire Straits en estudio terminará con este disco. En 1993 publican un directo, y luego On the Night. Este último, también directo, pone fin a un magnífico grupo poco reivindicado hoy en día y que en sus tiempos dorados no vendía menos de 10 millones de copias de cada disco y batía récords de semanas en número 1 con alguno de sus inmortales temas. Por ejemplo, Brothers in Arms llegó a la escandalosa cifra de 30 millones de CDs vendidos.

Otra de las vertientes más conocidas del genial Knopfler son sus colaboraciones y bandas sonoras: Ha trabajado con mitos como Phil Lynott, Sting, Clapton o Dylan entre otros y durante toda su carrera ha puesto música a bandas sonoras inolvidables como Local Hero, Cal o La Princesa Prometida. También ha formado parte de interesantes proyectos con otros reputados músicos como The Notting Hillbillies, experimento con sonidos de folk y country que tanto le agradan a nuestro querido Mark. Estos sonidos son la melodía habitual en su actual carrera en solitario aunque los numerosos fans que acuden a verle siguen vibrando con sus antiguos y majestuosos temas.

Buen final de verano camaradas!!!!

Guillermo Caridad

 

Guillermo Caridad

Loser catalano-galego de extrarradio. Influenciado por The Doors, NIN, los clásicos de Seattle y The Cult. Lo más destacado de mi currículum es que en un año fui a tres bodas en la tropical y querida Polonia. Menos Coelho y más Bukowski, joder!!!